Herencia vs ambiente: una problemática innecesaria

ENSAYO SOBRE HERENCIA VS AMBIENTE

AUTOR:

ANGIE PAOLA LEAL BACCA

DOCENTE FACILITADOR:

LIZBETH PATRICIA SILVA AHUMADA

UNIVERSIDAD DE LA COSTA CUC

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

SENSOPERCEPCIÓN Y ATENCIÓN

GRUPO AN

BARRANQUILLA

2017-1

Herencia vs ambiente: una problemática innecesaria.

La discusión entre la influencia de la herencia y el ambiente en el comportamiento humano, ha despertado el interés en innumerables teóricos a lo largo de los años. Existen diferentes hipótesis que enaltecen a la herencia y rechazan al ambiente, o todo lo contario.  Ahora bien, es concurrente hacer hincapié en la importancia que tienen tanto la herencia y el ambiente en la conducta de un individuo. Si bien es cierto que todos los seres humanos están influenciados naturalmente por unos rasgos hereditarios como el color de cabello, la estatura, el color de piel, entre otros; también es relevante afirmar que los factores ambientales que los rodean como la escuela o la familia, representan un fuerte dominio en el comportamiento del individuo. La verdadera cuestión a resolver es cuál de estos dos elementos incide con mayor ímpetu en la conducta humana. Con el fin de dar respuesta a esta inquietud, se definirán concretamente los conceptos de herencia y ambiente enmarcando su distinción.

En primera instancia, la herencia se considera como aquella que transfiere por generaciones el contenido del ADN celular. Este ADN, ha sido definido por los biólogos como “el portador de todas las instrucciones de cada célula, el cual transmite una marca original e individual en cada persona o ser vivo” (Ponce, F; pg.3). Esta muestra de ADN particular se puede observar en el parecido que tienen los hijos con sus padres, que, aunque no siempre son idénticos, existen características específicas que se traspasan por generaciones. Algunos de estos rasgos pueden ser la forma de la nariz, la peculiaridad de los dedos de las manos, el lóbulo de la oreja, el color de los ojos, etcétera. Esta comunicación entre padres e hijos genéticamente fue confirmada por Gregor Mendel (1865-1866) con su primer estudio sobre las leyes de la herencia: “Los seres humanos poseemos la mitad de los genes de nuestra madre y la otra mitad del padre…dichos genes se combinarán en el nuevo ser humano”.

 Por otra parte, como defienden los innatitas, desde la herencia no solo se heredan los genes físicos (fenotipos), como los mencionados sino también las conductas. Como el contenido celular es bastante amplio, se pueden transmitir todo tipo de características que varían desde físicas y biológicas como de comportamiento. Entonces, una persona puede heredar de sus progenitores procederes delimitados, inteligencia, personalidad,  temperamentos y/o manías. Las dos ramas principales que estudian la influencia de la herencia sobre la conducta humana son la genética de la conducta y la psicología evolutiva. La primera se encarga de reconocer como los padres transmiten a sus hijos las diferentes particularidades físicas, orgánicas o de conducta y la segunda el origen de estas.

Como ya se ha mencionado, durante nuestro desarrollo humano se despliegan caracteres de diferente índole. Se pueden destacar las del desarrollo físico con respecto a la parte evolutiva del individuo: su crecimiento, anatomía y alimentación. También, un desarrollo mental que tiene que ver con el pensamiento autónomo y su progreso a través de diferentes prácticas. Seguidamente se encuentra el desarrollo emocional que se trata de  la parte intangible de las personas: sus anhelos, sus sentimientos y sus aspiraciones. Y, por último, el desarrollo social que define cómo el ser humano se desenvuelve con sus semejantes y con las personas a su alrededor.

Sumando a lo dicho con anterioridad, la herencia actúa en la conducta aportando, a través de los genes, ciertas condiciones concretas. Este conjunto de rasgos hereditarios, son conocidos como genotipos. Claro está que todas las células de una entidad reciben los mismos genes, pero éstas deben transcribirse y traducirse. Como aporta Willems (1973): “es aquí donde interviene el medio ambiente en la conducta…este influirá en las características aportadas por los genes. Influirá ya sea de manera positiva o negativa permitiendo su desarrollo eficaz o tardío”. En cuanto al ambiente, este puede ir variando afectando directamente al individuo. En este sentido ello significa que el conjunto de valores existentes en un lugar y en un tiempo preciso, intervendrán en la vida del ser humano e impactarán en las generaciones por venir. Tal es el caso, de la inteligencia, dotada desde nuestros padres por medio de los genotipos; no obstante, su pleno desarrollo o estancamiento será el resultado de un ambiente educativo adecuado. En cuanto a la influencia del ambiente, como relación entre herencia-ambiente, es necesario en el desarrollo de la evolución de un ser. Así como afirmaba Gregor Mendel: “La herencia nos predispone y nos limita frente a ciertos comportamientos, pero el ambiente es el que determina su expresión”  La herencia y el ambiente son dos realidades que están relacionadas en la vida y que permiten el desarrollo físico, cognitivo, psicosocial y moral.

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