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Hipótesis de Gaia Autorregulación Homeostasis Autopoiesis El Mundo de las Margaritas


Enviado por   •  14 de Febrero de 2013  •  2.252 Palabras (10 Páginas)  •  548 Visitas

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Abstracto

Este documento presenta una breve introducción a la hipótesis Gaia de James Lovelock y Lynn Margulis que se afirma que el planeta Tierra en su conjunto, incluyendo a los seres vivos, los océanos, las rocas y la atmósfera, funciona como un superorganismo, que modifica su composición interna dinámica para asegurar su propia supervivencia. Palabras clave: Teoría de Gaia La autorregulación Homeostasis autopoiesis Daisyworld

Resumen

Este documento expone brevemente la hipótesis de Gaia de James Lovelock y Lynn Margulis, la cual afirma que el planeta Tierra en su totalidad, incluyendo seres vivos, océanos, rocas y atmósfera, funciona como un super-organismo que modifica activamente su composición interna para asegurar su supervivencia. Palabras Clave: Hipótesis de Gaia Autorregulación Homeostasis Autopoiesis El Mundo de las Margaritas

1. Antecedentes.

La idea de un planeta viviente (Gaia) no es reciente para la ciencia, hace más de doscientos años, James Hutton (1726 – 1797), considerado el padre de la geología, calificó el planeta Tierra como un superorganismo viviente y sugirió que su estudio se realizara desde la fisiología (ciencia biológica que estudia las funciones de los seres orgánicos). Hutton publicó la teoría de la Tierra1 en 1789; en la que afirma que la biósfera recicla continuamente la materia orgánica; pero encontró un marcado aislamiento entre las ciencias, los biólogos daban por aleatorios los cambios físico-químicos del planeta, y las ciencias de la Tierra descartaban el impacto de la vida globalmente. El aislamiento de las ciencias naturales generó separación entre áreas del conocimiento lo que dificultó integrarles para obtener un modelo holístico de la vida en el planeta Tierra. James Lovelock químico británico y autor de la Hipótesis de Gaia e inventor de el detector de electrones por captura (ECP, 1957), un aparato capaz de detectar una parte entre un trillón; en los años setenta permitió descubrir vestigios de pesticidas en los organismos de los pingüinos de la Antártica, se utilizó para la cromatografía (análisis de gases), y monitorear los gases CFC2. Lovelock fue invitado por el programa exploratorio de vida lunar y planetaria de la NASA en 1961 para detectar vida, las ideas de los demás

científicos requerirían aterrizar en Marte; en cambio Lovelock se interesó por la composición atmosférica marciana, encontrándola en condiciones muy estables3, cerca del equilibrio químico, con muy poco oxigeno, metano e hidrogeno, pero abundante cantidad de dióxido de carbono (95%). Sostuvo que una atmósfera equilibrada químicamente impediría el metabolismo de los organismos, ya que cualquier tipo de vida necesita interactuar activamente con su atmósfera desestabilizándola. La nave espacial “Viking” viajó a Marte en 1975 con el objetivo de analizar la atmósfera y superficie en búsqueda de vida extraterrestre pero no encontró pruebas de vida, en Marte o Venus, el dióxido de carbono sobrepasa el 95% de la atmósfera y el oxigeno es apenas un vestigio.

A diferencia de sus planetas vecinos, la atmósfera de la Tierra es muy inestable químicamente (con una alta probabilidad de combustiones), y se ha mantenido constante los niveles globales de nitrógeno (0,79%), oxígeno (20.7%) y dióxido de carbono (0.03%) relativamente constantes desde la existencia de vida, durante los últimos 2.500 millones de años aproximadamente.

bautizo la hipótesis fue tildada de mística por algunos científicos, principalmente darvinistas que ridiculizaron a “Gaia” como un ente personificado que concientemente controla el clima del planeta. Lovelock aclara4 que comúnmente se refiere a “Gaia” para referirse a una entidad planetaria viviente sin que ello implique necesariamente la existencia de consciencia. Se generó mayor controversia al calificar al planeta como vivo, por que no se tiene un método riguroso para separar la materia viva de la inerte, Lovelock considera que la materia viva no se separa de su ambiente “inerte” por haber evolucionado en conjunto, siendo la vida una propiedad planetaria no individual.

2. La Hipótesis de Gaia.

Se comenzó a formular a principios de los años sesenta por James Lovelock (1919-) que analizó los procesos fisiológicos autorregulados del planeta Tierra, con el apoyo de Lynn Margulis, Microbióloga estadounidense publicó un artículo titulado "Gaia as seen through the atmosphere" (Gaia vista desde la atmósfera), en el periódico científico “Atmospheric Environment” en 1972, describiendo la autorregulación de la atmósfera. Gaia, Gea, Pachamama o Madre Tierra son nombres que evocan la diosa de la naturaleza en diversas culturas, James Lovelock decidió nombrarle de la misma forma al superorganismo planeta Tierra, compuesto por los seres vivientes, los mares, la atmósfera y el suelo. Desde sus internas al mismo objeto. Se sabe que algunas estructuras cristalinas presentan invariancia reproductiva, tales estructuras contienen una cantidad de información muy inferior a la transferida de generación en generación en los seres vivos incluso en los más simples que se conocen.La autopoiesis del griego αυτο, auto, "sí mismo", y ποιησις, poiesis, "creación" o "producción" fue expuesta por dos científicos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (1984)6 como el proceder de un sistema, por el que mantiene su estructura y tiene la capacidad de regeneración a pesar de los cambios en sus condiciones externas. Un sistema autopoiético es capaz de crear sus propios componentes así como modificar su composición interna, la vida en el planeta tierra se comporta de esta manera, regulando compuestos orgánicos para atrapar la radiación solar en forma de calor como efecto invernadero (evitando el enfriamiento característico del universo) o reflejando las energía emitida por el sol al exterior evitando su disipación en su interior.

balance térmico atmósfera/superficie, se tendrían condiciones extremas de temperatura entre -60º y 110ºC. La vida en la tierra afecta notablemente la temperatura global, se sabe que el efecto invernadero permite que el planeta no se enfríe como el caso de Marte, la liberación de gases invernadero como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) como producto de la respiración o la descomposición de materia orgánica, atrapa el calor proveniente de la radiación solar evitando que se escape al espacio. Sin embargo existe un sinnúmero de procesos orgánicos que colaboran en menor medida al calentamiento de la superficie, pero no todos los mecanismos de la vida en la tierra están encaminados a subir la temperatura porque la Tierra podría convertirse en un planeta como Venus de elevadísimas temperaturas, también existen procesos

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