Historia De Enfermeria

Introduccion:

Si nos remontamos a los orígenes de la Enfermería en el Río de la Plata, vemos que en la época de las Misiones de los Jesuitas se habla de un Enfermero llamado CURUZUYÁ (o portador enfadado), de raza Guaraní, quien bajo la dirección de un sacerdote Misionero, asistía a los Enfermos. Era bien instruido en el empleo de medicinas, y dedicado absolutamente a su profesión, hacía una ronda del pueblo cada día, y se obligaron a dar a los Padres un informe exacto de la condición de cada enfermo, de modo que apenas había algún indio muerto sin los últimos sacramentos. Los remedios principalmente usados eran las hierbas indígenas medicinales.

Siempre a cargo de diversas órdenes religiosas, se procuraba colaborar en la lucha que los primeros médicos debieron sostener en el Virreinato de Río de la Plata, contra las pestes que azotaban a menudo a la población.

Ya en la Época de la Revolución, cabe recordar el nombre de unas Mujeres Patricias que actuaron co mo Enfermeras:

Maria Remedios del Valle

Camila Rolón

Agustina Bermejo

Las primeras Enfermeras dedicadas a esta tarea específica datan de la época de Rosas. Eran prácticas y solo actuaban llevadas por la Caridad o la Necesidad

Desarrollo:

Historia

Enfermeria en el vireynato de la plata

Si nos remontamos a los orígenes de la Enfermería en el Río de la Plata, vemos que en la época de las Misiones de los Jesuitas se habla de un Enfermero llamado CURUZUYÁ (o portador enfadado), de raza Guaraní, quien bajo la dirección de un sacerdote Misionero, asistía a los Enfermos. Era bien instruido en el empleo de medicinas, y dedicado absolutamente a su profesión.

Fueron épocas de pestes, de todo tipo de enfermedades, y entre ellas la viruela que producia varios estragos. En las misiones siempre se procuro que no faltase un enfermero en cada pueblo y lleven medicinas ordinarias como ventosas, vendas, azufre, miel de abejas, etc.

Los sarcedotes de la Compañía de Jesus que llegaron al Rio de la Plata realizaron una obra ejemplar también en medicina y enfermería; efectuaron trabajos profundos sobre las plantas medicinales aborígenes y sin ser profesionales en el arte de curar supieron atender al cuidado de los enfermos, recurriendo algunas veces a los conocimientos europeos y otros a los puestos en practica por los aborígenes.

En el siglo XVIII el estado sanitario de la ciudad de Buenos Aires era deporable.

Al fundar Juan de Garay por segunda vez la ciudad de Buenos Aires, el 11 de Junio de 1580, tuvo en cuenta la urgente necesidad de habilitar un hospital que brindara atención a toda la población, asi fue como destino terreno para la construcción del Hospital que fue llamado Hospital San Martin y de Nuestra Señora de Copacabana, su construcción finalizo en 1605 y originariamente solo se atendia en el a los militares o a los enfermos del presidio. Este estuvo muchos años sin aplicación practica y permaneció durante casi veinte años abandonado. El mismo en 1726 se solicito que fuera entregado para su dirección, administración y organización a la Orden Hospitalaria de los Betlemitas pedido que fue concebido en 1748, cambiándose su nombre a Hospital de Betlemitas o de Santa Catalina Virgen y Martir, prestando servicios hasta 18212 en donde fue clausurado por un decreto del gobierno.

Los primeros enfermeros fueron los hábiles jesuitas, a ellos se debe la fundación, dirección y mantenimiento de las obras de asistencia, y a su cargo se hallaban los trabajos generales y de supervisión de las enfermerías, contando para ello con el auxilio de fieles y también de esclavos.

En 1806 y 1807, durante las Invasiones Inglesas, cuando el doctor Cosme Argerich habilito los hospitales

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