Historia Magritte

En el cuadro “Prohibida la reproducción” .Magritte nos presenta a un joven de pie, caucásico de cabello castaño, usando un saco negro, de espalda, frente a un espejo que no recupera su rostro en él, sino la repetición de su espalda. Nos enseña en vez del frente, una proyección desde nuestros ojos, un duplicado que a no ser por el reflejo del libro sobre el estante, que muestra la coherencia del espejo, entenderíamos como dos figuras independientes y no como la interpretación del reflejo del mismo joven.

Entonces. ¿Que vemos en la pintura a partir del espejo? .a partir de este acto consiente nace lo imposible, este ser y la repetición del mismo dentro del mundo de la razón, que duda de su existencia.

Magritte afirmaba que:

“La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce”

Para el maestro utilizar al espejo en sus obras no es algo nuevo. En la Tesis de Jacques Lacan este afirma que el campo visual en ocasiones deja de ser un espejo para convertirse en una pantalla, en la pintura de Magritte esta pantalla-espejo no sólo nos oculta sino que muestra lo que no debería. El maestro cambia el sentido de los objetos, dándole voluntad al espejo, cargando significativamente su pintura.

Por ejemplo se utiliza este concepto de espejo-pantalla en “Amoríos peligrosos”, donde la joven retratada se oculta tras el espejo .mismo espejo que la exige desnuda, dándonos esta sensación del esconderse deseando ser visto .ese solicitar la mirada al espectador, pero con un aló de modestia.

En nuestra pintura Magritte cambia el reflejo del joven, este no lo muestra, no invierte la imagen que tan cotidianamente tenemos por función del espejo como objeto, sino que invierte en si el mismo espejo, integrándonos en la escena, entregando nuestra visión del joven en el reflejo.

Magritte nos propone que quien observa se une a lo visto. Somos parte del significado en la obra.

Existe un factor muy potente también aludiendo a este personaje, este joven oculto para nosotros tras las proyecciones del espejo.

El maestro no busca en los personajes de sus pinturas la individualidad, más bien proyecta la sensación de representatividad de la masa dentro de los personajes presentados.

Su interés se basaba en la necesidad de romper con los valores sociales burgueses en que se miraba el mundo, causa por la cual su intensa necesidad de lograr la contemplación en sus personajes y uno de los motivos de su inserción en el surrealismo. De sus frases:

“El surrealismo es revolucionario ya que es enemigo irreductible de todos los valores ideológicos burgueses que retienen al mundo en las horribles condiciones actuales.”

Magritte al retratar a Edward James tanto en “Prohibida la reproducción” como “El principio del placer” no lo da a conocer como “el hombre

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