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Hospedaje De Mexico


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  1.481 Palabras (6 Páginas)  •  366 Visitas

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ESTABLECIMIENTOS DE HOSPEDAJE EN MÉXICO

En el México primitivo como en otros pueblos de la antigüedad no existían lugares públicos donde alojarse. La hospitalidad era considerada un deber sagrado, mesclado con el temor supersticioso hacia los extranjeros, quienes tal ves fueron dioses peregrinos dispuestos a repartir el bien o el mal, según la acogida que se le dispensase. Ello explica el recibimiento que tuvo Hernán Cortes a su llegada a la Gran Tenochtitlán. Sin embargo hacia el año 1500 d.c y como consecuencia de la gran cantidad de viajeros que se dirigían periódicamente a la ciudad con el deseo de asistir a las ceremonias religiosas o bien para realizar intercambios comerciales, surgieron los primeros establecimientos de hospedajes en México, denominados por los Aztecas, Coacallis. Se trataba de construcciones de un solo piso situadas normalmente cerca de los mercados o a la entrada de las poblaciones, con acceso directo desde la calle o bien a través de un embarcadero privado. Tenían un patio central, con un altar dedicado a Yacatecutli “señor que guía” y a su alrededor se distribuían las habitaciones para los viajeros y las crujías destinadas a guardar sus mercancías y pertenencias, así como las oficinas administrativas y las del intendente, los baños, la cocina, el comedor y un lugar para la venta del pulque. Se podían encontrar Coacallis que recibían al pueblo general y otros que estaban reservados para las clases superiores la diferencia radicaba en el tipo de material utilizado para su construcción, en los acabados y en la decoración si como en los baños, disponiendo las clases superiores de Temascallis o baño de vapor y el pueblo únicamente de baños de agua fría. Los Coacallis eran propiedad del Estado quien proporcionaba el alojamiento gratuitamente, pero no así la alimentación que corría por cuenta del viajero y su administración se encomendaba a estudiantes egresados de los Tepochcalli o escuelas especiales donde se enseñaba expresamente la forma de administrar dichos establecimientos. Después de la conquista, la ruta que más se frecuento fue la que unía a Villa Rica, esto es Veracruz con la Cd. México. No es de extrañar que el primer mesón colonial se estableciera en Pinavizapa, posiblemente la actual Orizaba, el 20 de junio de 1525, siendo su propietario Francisco de Aguilar, quien paso así a la historia como el primer mesonero de la Nueva España. No contento con esto. Meses mas tarde, el 10 de octubre del mismo año, solicito y obtuvo la licencia par abrir un segundo mesón en el camino de Medellín a Veracruz, creando de ese modo la primera cadena mesonera mexicana. Pero no fue si no hasta el 1 de diciembre de 1525 cuando se estableció el primer mesón dentro de la Cd. México, obra de Pedro Hernández Paniagua, quien obtuvo licencia para instalarlo en la que se denominaría con toda propiedad calle de los mesones. Junto con la de Hernández Paniagua, se otorgo otra licencia al emperador Francisco De Aguilar, quien de esa forma y en la Cd. México montaba el tercer establecimiento de su cadena. Como es natural y ante la creciente demanda de solicitudes por la apertura de albergues, las autoridades de la colonia no tardaron en fijar normas muy concretas al respecto. Bien podemos concluir que este valioso documento podría ser considerado como el primer reglamento de establecimientos de hospedaje en México. Las características generales de los albergues sufrieron variaciones notables durante toda la época de la colonia. Tanto las ventas como los mesones no se caracterizaban precisamente por dar un servicio de lujo, si bien aquellas, al ser utilizadas necesariamente por la nobleza en sus desplazamientos, ofrecían mayores comodidades. Pero llego el siglo XIX, trayendo consigo, grandes y significativos cambios. Los vientos de la independencia soplaban fuerte sobre México y parecía que no había lugar par pensar en otra cosa que no fuera la lucha. No obstante, una mañana de 1818 los habitantes de la ciudad de México, al pasear por las calles de Refugio y del Espíritu Santo, hoy 16 de septiembre e Isabel la católica, se encuentran con una palabra totalmente desconocida para ellos: Hotel. Estaba sobre la fachada de un caserón ubicado precisamente en la esquina de dichas calles y dentro de un gran rotulo que decía “Hotel de la Gran Sociedad”. De esta forma la nueva España se anticipaba a los Estados Unidos en poner fin a la era de los mesones con diez años de diferencia. Lo curioso es que el flamante hotel

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