Humanidades. Como pensar

Como pensar

Un mundo moderno incapaz de pensar, creando bases superficiales con el fin de dominar y remplazar la conciencia humana, para con ello se logre la incapacidad de servirse del propio entendimiento con un solo objetivo, la creación de una mente “persona” totalmente moldeada, se crea una perspectiva de lo que llamamos libertad en donde se le funde al hombre la epistemología de un pensamiento racional pero sin libertad para actuar de manera autónoma.

Se llama desconocimiento de lo nuevo a la forma en la que se le implementa y se le da a la estructura sistematizada del régimen de formación del método, modo adecuado del cómo vivir y en la forma de hacerlo, para así vivir de manera calculada, si bien sabemos que estos son estructuradas por diversos factores que comúnmente recaen en la sociedad, en los sistemas políticos, religión, entre otros. Inculcando una forma y manera de vivir con el entendimiento plasmado de lo bueno y lo malo, de lo que se debe hacer o no, de lo que se puede y no hacer, sabiendo que esto está ligado a un solo vinculo, con el hecho de ser una doctrina por una persona con contrastes he ideologías trascendentes al mismo índole ideológico; la obligación al sometimiento creando la incapacidad de toda ilustración, los incita a la sublimación. Tan dañino es inculcar prejuicios ya que estos perjuicios terminan por vengarse de sus autores o precursores, por ello se puede hablar de una ilustración lenta.

La naturaleza humana, cuya determinación originaria justamente consiste en ese progresar y la posterioridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de métodos incompetentes. Con la misma anterioridad de que todo lo que se puede decidir es una ley inculcada para un pueblo en el que radica en la cuestión de si un pueblo podría imponerse a sí mismo a una ley semejante, el hombre se adhiere una propia construcción religiosa inconmovible que no se debe ser puesta en duda públicamente y por nadie, un hombre puede con respecto a su propia persona y por cierto tiempo postergar la adquisición de una ilustración que está obligada a poseer pero reiniciar a ella con relación a la propia persona y peor aún con referencia a la posterioridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad, pero lo que ni siquiera un pueblo puede decir sobre sí mismo menos lo podrá decir un monarca sobre el pueblo, falta mucho todavía para que la totalidad de los hombres, en su actual condición sean capases o pudieron llegar a serlo; de sentirse bien y seguramente se entendimiento propio sin dirección de un extraño ni cuestionamiento relacionado comúnmente, solo que ahora se abre el campo para trabajar libremente hacia ese fin.

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