INDICADORES DE GESTIÓN: LA CLAVE EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES

INDICADORES DE GESTIÓN: LA CLAVE EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES

De acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado (Ecuador), la auditoría financiera informa respecto a un período determinado, sobre la razonabilidad de las cifras presentadas en los estados financieros de una institución pública.

Tanto en el ámbito público como privado, la auditoría externa financiera se ha venido utilizando a lo largo del tiempo, como un método para luchar contra el fraude, ya que está presente en el 80% de los casos de fraude reportados; sin embargo, según la Association of Certified Fraud Examiners, estos representaron solo el 3% en la detección de delitos cometidos a nivel mundial.

De acuerdo con la Norma Internacional de Auditoría 240, Responsabilidades del auditor en la auditoría de estados financieros con respecto al fraude, el fraude es el acto intencional realizado por una o más personas de la dirección, los responsables del gobierno de una entidad (gobernanza), los empleados o terceros, que conlleve la utilización del engaño con el fin de conseguir una ventaja injusta o ilegal.

En Ecuador, los fraudes son descubiertos generalmente por accidente, denuncias o por la intervención de auditoría. Para la tipificación de fraudes y/o delitos contra la Administración Pública, la base legal o normativa está dada en el Código Orgánico Integral Penal, que señala las penas por su cometimiento; encontrándose entre los principales delitos el peculado, enriquecimiento ilícito, cohecho, concusión, tráfico de influencias y el testaferrismo.

Ante la ocurrencia de cualquier fraude cobra importancia el papel del auditor en su detección y cómo en el ejercicio de su función esto debía considerarse un aspecto crucial bajo su responsabilidad. En la ejecución de las auditorías, el auditor ha venido utilizando la evaluación de control interno como una herramienta de gestión, orientada a prevenir riesgos y promover la eficiencia, eficacia, transparencia y economía, así como a proteger los bienes y mitigar posibles fraudes.

Diversas iniciativas han tratado de estandarizar el concepto de control interno, considerándose una de las más relevantes el informe COSO  (Committee of Sponsoring Organizations of the Tradway Commission.

Según el enfoque COSO, el Control Interno al formar parte de la gestión integral institucional está presente en los objetivos y estrategias institucionales y sus lineamientos constan en el Acuerdo 39-CG-2008, de la Contraloría General del Estado, siendo de obligatorio cumplimiento; en dicho acuerdo se mencionan los siguientes componentes:  

• Ambiente de Control comprende los principios de integridad y valores éticos que rigen en la empresa.
• Evaluación de Riesgos comprende los principios de definición de los objetivos e identificación y evaluación de riesgos, determinación de la gestión de riesgos, la evaluación de la probabilidad de fraude y la evaluación de sucesos o cambios que afecten al sistema de control interno.
• Actividades de Control se refiere a aquellas políticas y procedimientos establecidos para disminuir los riesgos que pueden afectar el logro de los objetivos de la entidad.
• Información y Comunicación se refiere a la información necesaria para que la entidad pueda llevar a cabo las responsabilidades de control interno que apoyen el logro de los objetivos.
• Actividades de Supervisión se refiere al conjunto de actividades de autocontrol incorporadas a los procesos y operaciones de supervisión o seguimiento de la entidad con fines de mejora y evaluación.

Sin embargo de lo dicho anteriormente, ¿Se puede incorporar en el proceso de evaluación de control interno una herramienta basada en el tablero de control para reducir la complejidad de la auditoría y facilitar la detección de fraudes?

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