INFIERNO DE GAZA

El Infierno de Gaza

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Nueve activistas turcos murieron en ataque a flotilla. Al lado, Eduardo Kohn.

Israel vive una encrucijada luego de la desastrosa semana pasada. La intervención de un comando israelí contra una “Flotilla de la Libertad”, que llevaba ayuda humanitaria a la Franja de Gaza dejó un saldo de nueve activistas turcos muertos.

La revista The Economist resume la postura de muchos medios cuando sentencia que “la desconexión entre el modo en el que Israel se ve a sí mismo y a sus acciones y el modo en el que son vistas por el mundo exterior nunca ha sido, tal parece, tan significativa”.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ha mantenido en el cargo a su ministro de Defensa y aliado de coalición, el laborista Ehud Barak.

Esta semana pasó por Lima el uruguayo Eduardo Kohn, actual director para América Latina de la B’nai B’rith Internacional, una de las organizaciones judías más influyentes del planeta. Kohn ha ocupado varios cargos diplomáticos relacionados con Israel y en la hora actual se declara “ni optimista ni pesimista sino muy cauteloso”.

Recuerda que “la autoridad palestina que gobierna la margen occidental del río Jordán con Ramala como ciudad principal tiene una relación y un entendimiento con Israel. Lamentablemente, para que el Estado palestino sea creado tienen que estar todos. En la Franja de Gaza hay un millón y medio de palestinos que son rehenes del gobierno dictatorial de Hamas, que quiere eliminar del mapa al Estado de Israel. Y además es totalmente contrario a la autoridad palestina. Por eso hay pesimismo para creer que se puede integrar a todos bajo un mismo gobierno y con una paz firmada”.

A pesar de la moción de censura contra Netanyahu presentada por la oposición parlamentaria, añade que “queda claro que los partidos no disienten del tema de la seguridad. Israel no puede perder ni una guerra porque en ese caso deja de existir. Es un problema existencial y los partidos del signo que sea piensan igual”.

En ese orden de ideas sostiene que “es notorio” que las relaciones entre Estados Unidos e Israel no pasan por su mejor momento, “pero les queda claro a EE.UU. y a las otras potencias del Consejo de Seguridad que un Irán con poderío nuclear amenaza no solo a Israel. Por eso la estrategia de apoyo no se modificará”. El cuidado que ha tenido Barack Obama para condenar frontalmente el episodio abona a esa posición.

Añade Kohn que es “ese cuarteto de Naciones Unidas el que debe influir políticamente (para debilitar a Hamas). El objetivo es conseguir que la franja sea gobernada por quienes los palestinos eligieron y que no esté bajo el gobierno de una dictadura fundamentalista”.

El gran problema es que según todos los indicios, el bloqueo impuesto sobre Gaza desde el 2005

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