Inmunidad Diplomàtica

La inmunidad diplomática se refiere a los beneficios de inmunidad o inviolabilidad que goza un diplomático sobre su persona y el país en donde reside y se desempeña oficialmente, la exención de impuestos y de la jurisdicción civil y criminal respecto con los tribunales locales.

Estos beneficios fueron convenidos históricamente en reconocimiento a que el diplomático representa a una soberanía diferente y que el ejercicio legítimo de sus funciones no le será innecesariamente impedido. La inmunidad Diplomática está regulada por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

En México, es llamada fuero Constitucional, y surge de un estado de necesidad en la que los jefes de gobierno y servidores públicos del más alto nivel, gozaban de esta inmunidad con el fin de para realizar actos un tanto ajenas a su principal función y que a consecuencia de esto, no tuvieran repercusiones de carácter criminal que resultara en un impedimento para el desempeño de sus funciones en el ámbito público independientemente del poder del Estado al que perteneciera.

En este sentido, los senadores explicaron que en tanto se lleve a cabo el proceso penal, los servidores públicos podrán seguir en su cargo, mientras que las medidas cautelares que el juez determine no podrán consistir en privación, restricción o limitación de la libertad.

Indicaron que cuando el juez de la causa dicte sentencia condenatoria de primera instancia, él mismo solicitará a la Cámara de Diputados el retiro de la inmunidad para que el sentenciado cese en sus funciones y quede a disposición de la autoridad correspondiente.

Por ello, fue que se reforman los artículos 61, 111, 112 primer párrafo, 114 seºgundo párrafo y se deroga el segundo párrafo del numeral 112 todos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La reforma, votada en la Cámara de Diputados, que desaparece la figura del fuero y establece la figura de inmunidad constitucional para servidores públicos es importante para la vida política y democrática del país, pues pone fin a años de abusos y arbitrariedades a las que en muchas ocasiones recurrieron los servidores públicos.

Desde un punto de vista como Usted y yo, ciudadanos en general, Era momento de que los legisladores votaran por la supresión de una figura que molesta a sobremanera a los ciudadanos, quienes sentimos un profundo malestar por la impunidad a la que ha dado pie el fuero. Esta impresión de inequidad, para la mayoría, motiva a caminar hacia una reforma que mejore nuestro sistema de justicia. Además de esta percepción, en una sociedad democrática, con libertades y pluralidad, el fuero no tiene razón de ser, por lo que existía la necesidad de legislar para modernizar nuestras leyes en esta materia.

Recordemos que la figura del fuero, de acuerdo con el Artículo 111 Constitucional, impedía que los funcionarios públicos pudieran ser investigados y procesados, judicialmente, por su presunta participación en algún delito hasta que no se declarara la procedencia por parte de la Cámara de Diputados. Con los cambios que establece la reforma se elimina el juicio de procedencia, con lo que los funcionarios pueden ser procesados penalmente sin que previamente exista algún otro proceso.

Derivada de la reforma Constitucional, se establece que los diputados y senadores del Congreso de la Unión, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, los consejeros de la Judicatura Federal, los secretarios de despacho, los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como el consejero presidente y los consejeros electorales del Consejo General del Instituto Federal Electoral, gozarán de inmunidad, por lo que no podrán ser privados de su libertad durante el tiempo en que ejerzan su cargo y sean sujetos de un proceso penal.

Así,

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