Japon, naturaleza como molde de la sociedad
Enviado por Pablo Etcheverry • 11 de Abril de 2017 • Ensayo • 2.206 Palabras (9 Páginas) • 310 Visitas
Ensayo final Japón
“La naturaleza como molde de una sociedad”
Alumno: Pablo Etcheverry
Profesor: Gonzalo Andrés Maire
En éste ensayo se hablará de la cultura japonesa desde un enfoque específico que buscará explicar la importancia dada a la naturaleza por parte del pueblo japonés. La razón de elegir este tema se basa en la curiosidad del nivel de involucración que llega a tener la naturaleza el en territorio japonés, donde no sólo se puede ver un nivel mayor de vegetación en sus ciudades, sino también un gran interés por parte de la sociedad de mantener el balance entre la vida humana y natural. El tema principal a ser analizado será “La naturaleza cómo molde de una sociedad, cultura y forma de vida”, e intentará mostrar como la naturaleza ha afectado en varias aristas al pueblo japonés, tanto en cosas simples como la construcción de ciudades o elementos complejos como podría ser la forma de vida o esquema psicológico de la sociedad.
Para poder comenzar de forma correcta con este trabajo, es necesario saber algunos conceptos fuertemente relacionados con el tema y que serán utilizados durante el desarrollo de éste ensayo. Primero empezaremos con el sintoísmo o “kami no michi”, por su escritura en japonés. Ésta religión o creencia japonesa nace como tal durante el siglo VI, después de la introducción del budismo en el territorio japonés, sin embargo, estuvo presente desde mucho antes, lo que pasó fue que, ante el llegado del budismo, fue necesario ponerle un nombre a la religión nativa para poder diferenciarla, razón por la cual se escogió la palabra shinto (de origen chino) para separar el budismo de la religión nativa japonesa. Ya adentrándose en ésta religión es necesario explicar que es una religión que cree en divinidades o seres espirituales, es decir, existe una creencia de que en la naturaleza pueden encontrarse niveles superiores de existencia. Es muy importante aclarar que para el pueblo japonés no existe una deidad, sino que creen en la existencia de muchos dioses o espíritus y estos están fuertemente relacionados con la naturaleza, por lo tanto, es de vital importancia la vida en armonía con los kami (espíritus de la naturaleza), lo que le trae al pueblo su ayuda, protección y aprobación. Dentro del shintoismo se dice que Japón nace de la unión de los dioses originarios, Izanagui e Izanami, encargados de crear y ordenar el mundo con Japón como centro de éste. Otro de los deberes de éstos dioses era crear el pilar para conectar el cielo con la tierra, elemento muy importante, ya que ayudaría al entendimiento de identidad nacional donde el emperador tendría una significación dentro de ésta religión. Existen santuarios dedicados a cada Kami y son lugares sagrados a los que se puede acudir en caso de que se quiera presentar sus respetos o rezarle, para entrar a cada santuario se pasa a través de un “Torii” que es una puerta que representa la división del mundo finito al mundo infinito de los dioses.
Cómo podemos darnos cuenta, el pueblo nativo japonés posee una conexión con la naturaleza desde tiempos ancestrales, lo que se puede notar con la orientación que toma la religión shintoista, estos cultos fueron los que comenzaron por moldear la personalidad japonesa hacia la intención armónica que hoy tienen frente a la naturaleza. Ésta religión es de gran importancia por un motivo, fue el elemento que comenzó la asociación de la naturaleza con lo sobrenatural y llevó al japonés promedio a buscar el cuidado y protección de ésta para acceder a la bendición de los kami, puesto que de otra forma serian atacados por la ira de los espíritus y no podrían lograr sus objetivos ni vivir en forma amena.
Otro elemento que tuvo gran repercusión dentro de la cultura japonesa y que sin duda sirvió como un potenciador de la admiración a la naturaleza tiene lugar en el siglo XIII. Éste periodo es de gran importancia para el pueblo japonés debido a que se hizo evidente la existencia y presión del resto del mundo, hubo conflictos con el pueblo chino y Corea, pero el evento que significaría el mayor impacto estaba por llegar. En 1274 el imperio Mogol zarpaba hacia Japón con la intención de invadir, en sus filas contaba con 23000 guerreros entre coreanos, mogoles y chinos, además de 300 embarcaciones de gran tamaño y 400 más pequeñas. La flota Mogol capturó fácilmente la isla de tsushima y anclaron en la bahía de Hakata. Al día siguiente se inició una gran batalla donde si bien los mogoles eran superiores en armas y tecnología fueron detenidos y no lograron avanzar durante el transcurso del primer día, en la noche hubo una gran tormenta que causo su retirada y el pueblo japonés logro salir victorioso. Sin embargo, la historia aun no terminaba, un tiempo después hubo una segunda invasión por parte de los mogoles, pero fue después de la segunda batalla de Hakata que la naturaleza se hizo presente nuevamente con un gran tifón que hundió gran parte de la flota mogol, dejando nuevamente a los japoneses victoriosos de una batalla que de otra forma hubiese sido una inevitable derrota. Cómo reacción instantánea comenzó a escucharse el nombre de “Kamikaze” en el pueblo japonés, este nombre significa “viento divino” y hacía referencia al gran tifón que había terminado con la batalla, lo importante es que éste evento convenció a pueblo japonés de ser los descendientes de los kami y que era por esta misma razón que la naturaleza los protegía de los invasores. Éste suceso fue de vital importancia ya que reafirmó lo que los japoneses ya tenían en mente y sirvió como una prueba de que sus creencias y hábitos eran correctos, potenciando su amor por la naturaleza y su interés por mantenerla intacta y en harmonía con el pueblo.
Si bien hemos explicado de forma vaga el origen del apego a la naturaleza por parte del pueblo japonés, el tema de éste ensayo es la relación con la cultura y cómo éste apego se materializa dentro del estilo de vida y forma de ser del pueblo japonés,
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