Escisión Sociedad-naturaleza

La visión actual de una ruptura entre de naturaleza-sociedad propuesta en el contexto de la producción de conocimiento (esta ruptura en búsqueda de mayor objetividad en el momento de evaluar el objeto por parte del sujeto, propuesta por Descartes) marcada por la escisión cartesiana entre mente y cuerpo que a su vez se aplico entre espíritu humano y la naturaleza pero en el afán del sistema económico neoliberal para justificar la depredación de materias primas de la naturaleza, se convierte una idea errónea en un verdadero problema para la vida en la tierra.

Esta visión nos llevo a la problemática ambiental en la actualidad en donde la población tiene la equivocada idea de que estos problemas son de o están en los ecosistemas pensando que no llega a afectar a actividad social. Pero en realidad lo que suceda es que el sujeto (el hombre) esta inmerso en el objeto (naturaleza) formando una dualidad con características sistémicas (relaciones interdependientes de los elementos que forman el sistema) y el producto de estas relaciones es el ambiente.

Económicamente hablando (para el concepto de desarrollo occidental actual) es muy importante que el ser humano establezca su posición por encima de todo lo demás pues de esta forma no se establece conciencia de la importancia de la relación entre el hombre y la naturaleza y se hace fácil desarrollar un sistema económico basado en la explotación agresiva de la naturaleza con complicidad de la sociedad pues la misma esta enceguecida en el paradigma de la modernidad que considera los problemas ambientales de forma aislada y particulares de un solo lugar y solucionable mediante acciones tecnológicas.

Para concluir es importante resaltar que la solución para esta problemática no esta en el simple desarrollo de normas y conductas superficiales sino que la solución llega aun nivel superior que implique desarrollo de cambios culturales que permita sustituir el modelo actual que separa a la naturaleza-sociedad por modelos de desarrollo a escala local que estén orientados a aceptar las relaciones interdependientes entre la sociedad y la naturaleza (el hombre transforma la naturaleza pero a su vez es influido por la misma) sin que esto implique no aceptar los procesos de globalización.

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