Kenneth Y El Mal Comportamiento
Enviado por alacampini • 14 de Enero de 2013 • 1.074 Palabras (5 Páginas) • 486 Visitas
Problemas del comportamiento infantil
Los problemas del comportamiento del niño -incluso los emocionales- pueden
serlo, tanto por exceso, como por defecto en comparación con las realizaciones del
niño normal. No se trata de un tipo de conducta absoluta distinto de las que se
observan en los niños normales; lo que las diferencia fundamentalmente es la
frecuencia, la intensidad, el modo en que se realizan.
Cada sociedad tiene sus criterios de normalidad, y por consiguiente son relativos.
La anormalidad implica una desviación del promedio en un grupo o medio social
determinado. Hablaremos aquí de conductas desadaptadas y no de conductas
buenas o malas, puesto que esto último supone un juicio de valor, subjetivo, que
depende de las pautas éticas y culturales de cada sociedad. Las personas, de forma
individual o por formar parte de ciertos grupos (familia, comunidad religiosa,
sociedad), elaboran unas reglas y fijan determinadas normas de conducta.
La mayor parte de los comportamientos de los niños infantiles son aprendidos,
mantenidos y regulados por el efecto que producen en su entorno (casa, escuela,
amigos...). La conducta no tiene lugar en el vacío. Es siempre el resultado de la
interrelacción entre el individuo y su ambiente, que favorece o desanima sus acciones.
La mayoría de problemas de comportamiento son consecuencia de los diferentes
procesos de aprendizaje del niño en cuestión y que resultaran difíciles de resolver –no
imposible – si intervenimos cuando son mayores.
El aprendizaje ocurre en un contexto social en el que hay premios, castigos y
donde casi toda conducta va acompañada de múltiples consecuencias. Mientras unas
determinadas circunstancias favorecerán un correcto desarrollo del comportamiento,
otras en cambio contribuirán a unos aprendizajes incorrectos y desadaptados.
Sabemos que, aún sin quererlo, sin ser conscientes de ello, los padres fortalecen a
menudo los comportamientos incorrectos del niño. Ningún padre pretende que su hijo
haga pataletas, tenga la luz encendida mientras está durmiendo, o grite cuando se
halle en una tienda; pero lo que podemos decir con seguridad es que el niño no ha
heredado estos comportamientos, sino son plenamente aprendidos y que su historia
particular (ambiente familiar, escolar o social en general) los ha fortalecido.
Generalmente ante sus pataletas, los padres han reaccionado prestándole una
gran atención (han pretendido hacerle entrar en razón, le han reñido, avisado... ), y
esta atención ha resultado un poderoso reforzador de su conducta incorrecta. Por el
contrario, el niño puede haber desarrollado conductas positivas que han pasado
totalmente desapercibidas, no han sido valoradas en absoluto, es decir, no han sido
reforzadas, de ahí que no se hayan consolidado, permitiendo el establecimiento de
otras conductas desadaptadas.
Si se acepta que muchos comportamientos son adquiridos, ello permite pensar que
también pueden ser modificados. Además puede afirmarse que también es posible
prevenir comportamientos todavía no existentes.
Educar, Cómo y Por qué Material de asesoramiento
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La modificación de conducta no pretende tan sólo cambiar el comportamiento
inadaptado del niño, sino también modificar el de las personas que le rodean, padres,
familiares, maestros, etc. Obviamente los padres, por tener una relación más estrecha
y continuada con el niño, tienen mayor posibilidad de influir en él.
Básicamente existen cuatro tipos de comportamientos desadaptados, susceptibles
de modificación:
1.- Los comportamientos culturales considerados incorrectos, que deseamos
eliminar. Son conductas perturbadoras cuya existencia o intensidad perjudican
notablemente la correcta marcha familiar, escolar o social. Por su carácter
perturbador dificultan el aprendizaje de diversos comportamientos correctos, crean
relaciones conflictivas entre el niño
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