LA DIVERSIDAD CULTURAL Había una vez familia de apellido Castañeda

LA DIVERSIDAD CULTURAL

Había  una vez  familia  de apellido Castañeda  era de raza  blanca, el papá se llamaba Roberto, la mamá  María,  el niño David, y la niña Sofía. Un día como cualquier otro se mudó una familia, que era de raza morena, entonces   los niños preguntaron… ¿Qué está  pasando?,  el  papá les dijo; se está mudando alguien a la casa de al lado, la mamá también opino y les dijo;  averigüemos quienes son nuestros nuevos vecinos. La familia completa, los dos padres y los dos hijos  salieron con mucha alegría de saludar, miraron quien se estaba mudando y se encontraron con  una familia de apellido Vásquez, se presentaron formalmente, se dieron los nombres, empezando por mi papá.

La familia Vásquez, se sorprendió  de tanta amabilidad, soy José dijo el papá, soy Mariana dijo la mamá, luego los hijos se presentaron y dieron sus nombres también, soy Martin dijo el niño, soy Paula dijo la niña.  Hola, dijo el papá “ustedes son los únicos de raza morena en el vecindario, ni siquiera conocíamos su raza” .Entonces dijo Mariana: los invitamos a nuestra nueva casa por la noche, queremos tener nuevos amigos y conocernos mejor, así será más divertido nuestro nuevo hogar.

 Al llegar la noche la  familia Castañeda fue a la casa de los vecinos como habían acordado y los recibieron muy bien, charlaron de dónde venían, de sus trabajos, de sus gustos y por tener más cercanía con los vecinos les mostraron una película sobre las diferentes razas, pues querían saber si a la familia Castañeda le incomodaba el color de piel de los Vásquez, la película se llamaba’’ Aprendiendo las  razas’’  ahí aparecían los negros, los morenos o trigueños, desde ese momento la familia Castañeda dejo atrás su ignorancia con el tema de las razas, les agrado compartir nuevos conocimientos y la diversidad de raza y cultura que hay en el mundo, se sentían más cómodos y familiarizados con los Vásquez, después de charlar y compartir, la familia Castañeda volvió a su casa y los niños se cambiaron y se acostaron a dormir, o al menos eso creyó su mamá, porque después se quedaron hablando y opinando sobre su visita a los vecinos, Sofía estaba muy complacida con el rato que compartió con los vecinos, pero ella estaba confundida con la actitud de David, porque él se mostraba muy antipático con los vecinos, entonces la niña le pregunto a su hermano: ¿David, por que estabas tan disgustado con los vecinos?,  David contesto: ellos son negros y deben ser tratados así! lo vi en una película y me di cuenta que a las personas de color oscuro deben ser esclavos de nosotros los blancos.  La cara de Sofía se veía muy asombrada y molesta, no sabía que a su hermano le incomodaran las personas de color negro, se sintió muy triste y decepcionada de su hermano, prefirió no decirle ni buenas noches a su hermano, agarro la sabana y se cubrió con ella.

Ahora, teniendo en cuenta  que Sofía tiene 13 años y su hermano tiene 10 años, imagínense como se sentía Sofía al darse cuenta las ideas racistas que tenía en la cabeza su hermano.

Al siguiente día a la hora del desayuno antes ir al colegio, Sofía estaba muy pensativa y callada, normalmente Sofía es una niña muy alegre y con una personalidad muy bonita, ella todo el día se la pasa sonriente,  su familia ni lo notó, pues el afán que tienen sus padres por sus apretados y duros trabajos  no les permite repartir el tiempo en algo tan complicado como ponerle atención a sus hijos, esto sucede cada fin de mes donde tienen más informes y trabajos para entregar y así sin darsen cuenta de que Sofía hoy no es la de siempre.  Mientras que reciben el desayuno por parte de su mamá, lo que invade la cabeza de Sofía es el episodio que tuvo con su hermano la anterior noche, pensando y analizando cual será la mejor manera de hacer cambiar de pensamiento a su hermano y cuál será la forma de hacerle entender que todas las personas merecen respeto, sin importar su color de piel, su estatura, su forma de hablar, su estilo de vida, ella analizaba todo esto,  y su hermano distraído sin importarle nada, se dedica a ver televisión, sus padres tampoco le pusieron atención a la actitud tan diferente de sus dos hijos, en su cabeza estaba recordando las mejores jugadas de los futbolistas profesionales  y también último partido que vio, pues para David su sueño es ser un gran futbolista.  Al terminar el desayuno, al salir de su casa y atravesar el camino en medio del frío de la mañana llegaron al colegio, los hermanos se separaron y cada uno llego a su respectivas clases, Sofía no sabía qué hacer con ese pensamiento que le taladraba la mente, pensó muchas cosas, entonces decidió hablarle en la hora del descanso al profesor Manuel.

El profesor Manuel y Sofía se tenían más confianza, decidió contarle  la situación que tuvo con su hermano y que no hallaba la forma de hacerle entender a su hermano las distintas diversidades que hay en los seres humanos, el profesor impresionado del caso y al ver como preocupaba esto a Sofía , sabía que debía decir las palabras correctas para guiar bien a Sofía, pero primero  decidió preguntarle por qué le contaba a el profesor primero y no a sus padres, a lo que Sofía contesto que ellos estaban con sus obligaciones y trabajos, creía ella que ellos poco sabían del tema y posiblemente no tenían el tiempo para escucharla, el profesor como sabía que de él dependían la ideas morales de la niña, que es una persona que la puede orientar y ayudar a tomar buenas decisiones, le dijo lo que cualquier otro adulto “responsable” le diría, le dijo que le contara a sus papás, que les expresara sus sentimientos, sus preocupaciones, para que ellos de alguna manera entenderla y tomar la mejor decisión para ayudarla y ayudar a su hermano y dejar que ellos lo corrijan, de ser necesario hasta pedir ayuda a personas profesionales para solucionar y educar de la mejor manera a sus hijos, y que  Sofía debía ser valiente para contarle a sus padres, que eso genera confianza y entendimiento de parte y parte, ya que temía que ellos reaccionaran mal y las consecuencias las tendría su hermano.

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