LA ECONOMÍA Y LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO

PREPARATORIA AGRÍCOLA

Materia: Problemas Socio-Económicos de México

Segundo año, grupo 17

LA ECONOMÍA Y LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS

Jorge G. Ocampo L., 28 de abril de 2021.

Se comprende, de manera restringida, a la ciencia como el conocimiento moderno que aparece en los siglos XVII-XVIII, con el antecedente del pensamiento de Copérnico, Galileo (S. XVI) y la continuación de Descartes, Lavoisier, la Ilustración, etc.

De esa manera se desdeñó el conocimiento tradicional y popular. El conocimiento moderno y científico tiene varias distinciones, entre otras: separa la Naturaleza (fuente de la verdad) de la Sociedad (fuente del error), es universal, es objetivo (rechaza la subjetividad), recupera las leyes (relaciones necesarias entre las cosas) de la Naturaleza y las traslada a la Sociedad, se funda en el método experimental (el experimento es la repetición de los fenómenos naturales bajo condiciones controladas).

El conocimiento que no tiene estos orígenes y características no es ciencia, y no puede aspirar a su distinción.

De suyo esta primera forma de entender la ciencia ya conlleva una clasificación: ciencias naturales y ciencias sociales. Los otros conocimientos no son ciencia. Enseguida las ciencias se clasifican a partir de sus objetos de estudio, sus métodos de conocimiento y por las leyes que descubren.

De acuerdo al objeto de estudio, las ciencias se clasifican si son más o menos generales o particulares, dado el tipo de problema que se plantean. En la actualidad, la ciencia más general es la Filosofía. Las Matemáticas serán una ciencia abstracta, mientras que las demás serán concretas. Pero éstas pueden ser naturales, y por el tipo de problema que atiende son la Física (aprecia los cambios en la materia que no afectan su esencia), la Química (aprecia los cambios en la materia que modifican su esencia, pero inicia la distinción entre lo inorgánico y lo orgánico), la Biología (que atiende los procesos de los seres vivos). Al mismo tiempo, estas ciencias son experimentales por su método y descubren leyes específicas.

Enseguida están las ciencias sociales, con una aparente menor calidad pues no son experimentales. Se dividen a su vez en cómo manejan los datos cuantitativos, y se separan de lo subjetivo y de las formas de conocimiento cualitativo. La primera de estas ciencias, que se denominan nomotéticas, es la Economía (que explica el proceso de producción, distribución y consumo y el mercado), enseguida la Política (que estudia las relaciones de poder y el Estado), y luego la Antropología y la Sociología (que aprecia el comportamiento social y humano) y la Psicología (que aprecia las conductas sociales).

Las otras formas de conocimiento, como la historia o la lingüística, son ideográficas, es decir atienden los individuos particulares, y no se consideran ciencia. Adicionalmente tenemos a las artes (poesía, literatura, pintura, escultura, música, etc.).

La economía estudia entonces la producción-distribución-consumo y ello lo lleva de manera directa al estudio del mercado con sus dos componentes fundamentales, la Oferta (la capacidad de presentar en mercado una serie de productos o servicios) y la Demanda (que no son las necesidades, sino la capacidad de adquirir -comprar o intercambiar- productos).

De ahí que es necesario comprender el tipo de sociedad -el sistema económico- en que se expresa la economía, para caracterizar los problemas sociales y económicos que destaca. No es casual la precisión de que la economía, ya como una ciencia con objeto de estudio propio, métodos de conocimiento y leyes específicas, aparezca al mismo tiempo que se establece como dominante el sistema económico, político y social capitalista, hacia fines del siglo XVIII, principios del siglo XIX.

Las primeras corrientes del pensamiento económico como ciencia es la FISIOCRACIA, que aprecia que la riqueza procede de la naturaleza. A fines del siglo XVIII, principios del XIX, en Inglaterra -lugar donde se impulsó la revolución industrial- se desarrolla el pensamiento económico en la llamada Escuela de Manchester, con Adam Smith, David Ricardo y Roberto Malthus, como tres de los principales exponentes de esta escuela denominada LIBERALISMO. Smith explica que la economía tiene leyes naturales que deben respetarse, como por ejemplo la Ley de la Oferta y la Demanda, misma que marca la dinámica del mercado y de los precios. No debe existir intervención externa, como la del gobierno o de otras instituciones, pues entonces se deforma la ejecución de las leyes naturales. El mercado marca su propio proceso, pues “es sabio”. De ahí que el proceso económico deba guiarse por la Libre Industria, el Libre Comercio, la Libre Competencia. De igual manera cuestiona las bases morales del capitalismo, por promover la desigualdad, la explotación desmedida y la pobreza, aunque aprecia bondades del capitalismo al impulsar la producción y el progreso.

Ricardo intenta explicar la teoría de los precios y desarrolla lo que llama la teoría de la renta de la tierra. Aprecia que el origen de la riqueza no es sólo la naturaleza sino también el trabajo, aunque se confunde al querer establecer el valor del trabajo, en particular de los obreros.

Malthus establece una importante contribución al relacionar matemáticamente la producción de alimentos y el incremento de la población, y por tanto el consumo de los alimentos. Para él la producción crece aritméticamente, mientras que la población crece geométricamente, de tal forma que poco a poco se separan y se excede el uso de los recursos. La forma de evitar esta diferencia es limitar que la población crezca, y evitar que se casen los proletarios, que son los que más se reproducen y los que menos condiciones de vida poseen.

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