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LA ESTRUCTURA DE CLASES EN LA SOCIEDAD AVANZADA" ANTHONY GIDDENS


Enviado por   •  4 de Marzo de 2014  •  7.972 Palabras (32 Páginas)  •  591 Visitas

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“LA ESTRUCTURA DE CLASES EN LA SOCIEDAD AVANZADA”

ANTHONY GIDDENS

Capítulo 1

LA TEORÍA DE LAS CLASES EN MARX

Es Saint–Simon, antes que Comte, quien está considerado con más propiedad como padre de la sociología, a pesar de que este último diera su nombre a la nueva disciplina. Las ideas de Saint–Simon tienen una doble línea de descendencia, que conduce por una parte al positivismo de Comte, y desde éste, a través de Durkheim, a las modernas teorías de la “sociedad industrial”; y por otra al análisis y crítica del “capitalismo” como fue formulado por Marx y por las generaciones siguientes de marxistas. (1) Saint–Simon no fue un pensador sistemático. Sus escritos son caóticos y, con no poca frecuencia, contradictorios. Pero reunió los elementos de una teoría coherente de las clases sociales, situándola dentro del esquema de una interpretación del desarrollo de Europa desde la época clásica hasta la del industrialismo moderno. La sociedad, según Saint–Simon, atraviesa unos períodos de crecimiento, madurez y declive; cada tipo sucesivo de sociedad contiene el “germen de su propia destrucción”, generado por su propio desarrollo interno. En la época contemporánea, sostenía, los conflictos de clases son cosa corriente, porque se trata de una era de transición: el feudalismo decadente aún no ha sido totalmente destruido y la nueva sociedad industrial emergente sólo se ha formado parcialmente. Saint–Simon identificaba el origen material de la nueva sociedad con el desarrollo de las comunas libres urbanas hacia el fin del período feudal; éstas crearon una “ciudadanía” urbana, independiente de la aristocracia feudal. Esta burguesía urbana formó el núcleo de la nueva clase de los industriels, que basaban sus pretensiones de poder en su propiedad de bienes muebles creados en la manufactura.

El empleo por Saint–Simon del término “industriel”, así como su utilización de la noción de “clase” en general, no dejaba de ser contradictorio. En algunas ocasiones, hablaba de los industriales como de un subgrupo definido de la sociedad, una clase diferente de los proletaires. Más característicamente, sin embargo, consideraba a los industriels como la totalidad de los que intervienen en la producción industrial, oponiéndolos a los elementos “parasitarios” envueltos aún en las reminiscencias del orden feudal. La clase de los industriels comprendía así a cada individuo “que trabajaba para producir o para poner a disposición de los diferentes miembros de la sociedad una o varias formas de satisfacer sus necesidades o gustos físicos...” (2) Es en este último sentido en el que Saint–Simon se refería a la clase industrial como eventualmente destinada a convertirse en la “clase única” de la sociedad. En la sociedad industrial, la dominación coercitiva de una minoría sobre la mayoría, que había caracterizado las formas sociales precedentes, sería sustituida por un orden libremente aceptado por todos su miembros. El advenimiento de la sociedad industrial transfiere el impulso humano hacia el poder de la dominación sobre los hombres a la dominación de la naturaleza. De aquí que la sociedad de “clase única” sea una sociedad “sin clases” —aunque en modo alguno una sociedad igualitaria en términos de distribución diferencial de las recompensas. En la sociedad industrial, la “administración” de las cosas sustituiría al “gobierno” de los hombres: el Estado, como instrumento de dominación de clase, desaparecerá.

Es evidente que muchos de los principales elementos de la concepción de Marx sobre las clases y sobre el conflicto de clases se encuentran en Saint–Simon. Pero si Marx debe mucho a Saint–Simon, también se basó en otras tradiciones teóricas —incluyendo sobre todo, por supuesto, la filosofía alemana clásica y la economía política ortodoxa de Smith y Ricardo— y la teoría general que ideó es una síntesis inmensamente más interesante que la desarrollada por su predecesor. Ninguna idea importante en el pensamiento social es nunca producto de una sola mente; antes bien, el gran pensador da expresión concreta a concepciones que están germinando en el ambiente intelectual de su época. En la mayoría de los escritos de Marx, como en los de Saint–Simon, el concepto de clase se emplea libremente sin ofrecer una definición formal. Hasta sus últimos años de vida, Marx no sintió la necesidad de brindar una exposición formal de los atributos de la clase; y el famoso fragmento sobre “las clases”, que aparece al final del tercer volumen de El capital, acaba precisamente en el momento en que parece que va a ofrecer una exposición concisa sobre la naturaleza del concepto. Es evidente que ése es uno de los factores que han contribuido a complicar aún más las ya difíciles cuestiones envueltas en el debate en torno a la “interpretación” de las obras de Marx a este respecto: las características formales del concepto de clase en Marx han de deducirse de una variedad de escritos en los que analiza las relaciones de clase en contextos específicos.

Como la teoría de Saint–Simon, la teoría de las clases de Marx fue elaborada como parte de un intento por comprender la naturaleza de los cambios que habían transformado dramáticamente las estructuras sociales tradicionales de Europa. Pero lo que para Saint–Simon (como para Durkheim) constituía un período temporal de “crisis” en la transición entre el feudalismo y la sociedad industrial, se convirtió en los escritos de Marx en el elemento principal de un triple movimiento de feudalismo–capitalismo–socialismo. Con seguridad, el capitalismo para Marx es, en un aspecto importante, una “etapa” transitoria que ocupa el período entre el feudalismo y la más estable sociedad, con su propia estructura característica y su propia dinámica interna. Marx no fue un crítico del “industrialismo”, sino del “industrialismo capitalista”. El capitalismo debe ser afrontado y analizado en sus propios términos. El conflicto de clases no es indicativo, como lo era para los positivistas franceses, de las “discordancias de funciones” en el nacimiento de la sociedad industrial, sino que expresa el carácter más íntimo del capitalismo. La diferencia es fundamental. Porque según la primera opinión, el conflicto de clases es un fenómeno que cesará fundamentalmente por sí mismo, una vez que hayan desaparecido los últimos vestigios del feudalismo. Consecuentemente, en las obras del más sofisticado representante de esta corriente de pensamiento, Durkheim, el estudio de las clases ocupa sólo un lugar relativamente menor. Marx coincidía con los teóricos de la “sociedad industrial” en que el advenimiento del industrialismo ponía de manifiesto

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