LA HORMIGA-PUTUMAYO

NO A LA PENA DE MUERTE

NOMBRE: JHANELY VALVERDE

DOCENTE: GUILLERMO CUARAN

ASIGNATURA: FILOSOFIA

GRADO: 10-3

INSTITUCION EDUCATIVA VALLE DEL GUAMUEZ

LA HORMIGA-PUTUMAYO

2018

No A La Pena De Muerte

Estoy en desacuerdo con la pena de muerte porque no es manera de hacer pagar a las personas que hacen el mal; pues existen delincuentes que actúan sin razonamiento y delincuentes que son razonables a la hora de actuar. Es más, en este mundo nadie tiene derecho a atentar contra la vida de los demás.

Los crímenes deben ser castigados, pero algunos son peores que otros. A veces se ponen simples multas o los hacen trabajar para la comunidad, pero en las peores ocasiones, se utiliza la pena de muerte.

Esto sucede en algunos lugares del mundo, como en Estados Unidos, China, Corea del Norte o Japón.

Hay criminales que han causado terror por sus asesinatos. A veces se considera mejor librar al mundo de ciertas personas acabando con su vida, pensando que es algo justo, ya que anteriormente han hecho cosas horribles y es algo con lo que no estoy de acuerdo.

Deberíamos pensar en qué pasaría si ese criminal es en realidad una persona inocente a la que han juzgado mal. Pues podría darse el caso de matar a una persona que no ha hecho nada, o simplemente castigar de más a alguien cuyo crimen no fue tan grande. De todas maneras aunque atentar con la vida de los demás es un delito muy grave existen otras maneras de hacer pagar a esos criminales el mal que han hecho, pues utilizando la pena de muerte lo único que se está haciendo es violando el derecho a vivir de esa persona pues es algo irrazonable que se mate un delincuente pues acaso quien lo mata no se convierte también en un delincuente aunque así haya actuado con justa razón.

Muchas personas, se basan en el refrán de ojo por ojo, diente por diente, es decir, en retribuir el daño causado con ese mismo daño. Quiero poner de ejemplo este caso, si el niño que recibe un puñetazo devuelve otro puñetazo entonces estaría como muchos dicen pagándole con la misma moneda a quien le pego, lo cual no es algo razonable.

Según esta lógica, un asesinato ha de ser retribuido con la ejecución y un violador debería ser violado. Lo cual nos conduce a lo absurdo, pues la justicia se vería obligada a cometer los delitos que ella misma prohíbe por inhumanos. El castigo justo no implica hacer lo mismo, más bien se trata de castigar recortando la libertad del delincuente, respetando ciertos parámetros básicos que demuestran que la justicia no se rebaja al mismo nivel de la acción mala o del delito.

Aunque los adultos digan que nosotros los adolescentes no tenemos razón en cuanto a temas como en este  caso la pena de muerte, yo me atrevo a decir que si la tenemos y que somos más razonables y conscientes que los adultos. Pues creo que la pena de muerte va más allá de un proceso legal, y que llega hasta el punto de implicarse con la vida, ese derecho divino que todos los seres humanos poseemos. Me parece que nadie tiene la capacidad suficiente en este mundo humano como para decidir quién tiene o no una segunda oportunidad porque el no tener una segunda oportunidad no implica la muerte, que es decidir quién tiene o no derecho a la vida.

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