LA IMAGINACIÓN SOCIOLÓGICA: C.WRIGHT MILLS

LA IMAGINACIÓN SOCIOLÓGICA: C.WRIGHT MILLS

Resumen del libro:

En el comienzo del libro Mills advierte que un hombre corriente rara vez se interesa por salir de ese “yo individual” y de su experiencia personal en la que se basa para explicar todo lo que acontece, a lo que un sociólogo debe renunciar y sumergirse en los procesos sociales y el vínculo existente entre todos los que componemos la sociedad. Es decir, es importante definir nuestras inquietudes según los cambios históricos y las contradicciones institucionales y hacer frente a nuestros problemas en conocimiento de ambas.

Toda experiencia personal no es lo que construye realmente nuestro futuro, sino que además de ello tenemos que ser conocedores de las posibilidades de todos aquellos que se encuentran en nuestras mismas circunstancias.

Por todo ello la imaginación sociológica nos permite captar la historia, la biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad.

Es por esto que Mills aborda las ciencias sociales, entendiéndolas como una serie de tradiciones definibles y usables, cuya característica esencial es el interés por las estructuras sociales históricas y cuyos problemas tienen una relación directa con los urgentes problemas públicos y las insistentes inquietudes humanas.  Mills continúa analizando la teoría de Parsons y le da el nombre de “la gran teoría”. Mills  resume lo que Pearson denomina sistema social, entendiéndolo como un sistema en el que los individuos actúan como referencia unos de otros. Sin embargo Mills califica este orden social resultante del sistema que Pearson platea como una metáfora dando prioridad a su concepto de equilibrio social y aportando dos modos principales de conservarlo: la socialización, que incluye todos los medios por los cuales el individuo recién nacido se convierte en una persona social; y el control social, en  el cual  se engloban todos los medios para mantener en línea a la gente y por el cual el sistema en su conjunto se mantiene en línea^[1].  

Mills continúa haciendo una crítica al empirismo abstracto desde la propuesta teórica de esta escuela a sus limitaciones prácticas. En la práctica los empíricos abstractos muchas veces parecen más interesados en la filosofía de la ciencia que en el estudio social mismo, adoptando así una filosofía de la ciencia que presuponen ahora como método científico. Así pues, Mills denomina empirismo abstracto a lo que parece consistir con frecuencia en esfuerzos para formular de nuevo y adoptar filosofías de la ciencia natural que tomen un programa y un canon de trabajo en la ciencia social. Con esto y  tras haber analizado  La gran teoría y el empirismo abstracto considera que en la práctica realmente no nos aportan verdaderos conocimientos del hombre y la sociedad a consecuencia de su oscurantismo  y de su inventiva formal y vacía.

Sin embargo los hombres no siempre se interesan por lo que conviene a sus intereses propios y considera por ello que un buen estudio sobre el hombre y la sociedad debe hacer uso del mayor grado de neutralidad posible con el fin de sustentar unos valores más o menos comunes a partir de una discusión racional. Entrando ya en un campo más amplio y de definiciones más generales, Mills toca el tema de la burocracia la cual  implica la división del trabajo dentro de una comunidad en lo que a la investigación social se refiere, distinguiendo de este modo aquellos que se encargan de promover y financiar las investigaciones (los ejecutivos de la inteligencia social) y por otro lado los investigadores sociales (los jóvenes reclutas).

Mills sostiene que se está desarrollando una ciencia social burocrática en torno al empirismo abstracto y su uso burocrático, lo que plantea dos principales problemas: por un lado se limitan los temas a investigar y por otro, el trabajo de manera empírica abstracta es caro por lo que solo grandes instituciones como el ejército o el estado se pueden permitir su estudio. Posteriormente, Mills afirma que en toda ciencia hay que seguir un método para poder “unir” ciertos problemas para solucionarlos en su conjunto, pero, los investigadores sociales no pueden estar sujetos a normas o métodos, ya que una limitación de ese tipo únicamente limita la capacidad de pensar y de obrar nuevas sugerencias para el estudio social (para ello está la imaginación sociológica).Con esto Mills intenta dar a conocer que el investigador social tiene que hacerse partícipe del problema y conocerlo en su totalidad.

Este modo clásico de entender razonadamente la sociedad, Mills lo denomina como “artesanía intelectual.

Pero ya llegados a un punto en el cual, sólo se habla de teorías, con sus respectivos pros y contras, ¿el propio hombre, qué papel juega dentro de una sociedad tan amplia? .Esta diversidad humana genera diferencias entre los seres humanos individualmente, los cuales sólo es posible estudiar mediante unos puntos de vista sencillos a la vez que amplios, puntos de vista que generan disputas entre la ciencia social. Así pues, estas diversidades, tanto mundiales como individuales, exigen la búsqueda de una comprensión totalmente relativa de las estructuras sociales que han aparecido, están y que existirán en nuestro mundo.

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