LA INTERPRETACIÓN DEL CONFLICTO DESDE LA FILOSOFIA PARA LA PAZ

En este texto se revisa la visión tradicional del conflicto asociado a determinadas circunstancias donde coexisten fuerzas antagónicas e intereses contrapuestos, ligados a una serie de medios violentos y generalmente de consecuencias destructivas. Paris (2009) plantea una nueva interpretación que proviene de diferentes estudios para la paz, donde el eje central es el enfoque positivo del conflicto. Entendiendo que éste, el conflicto, es un fenómeno natural e inherente a la condición humana por su condición social. Que en sí mismo ni es positivo ni negativo sino que depende de los medios usados para su regulación para que adopte un carácter u otro.

A menudo, se identifica el conflicto con la violencia, esto ha sido así porque se ha ido fraguando con el tiempo la opinión generalizada de que ambos son inseparables, que la violencia es el método para tratar los conflictos, y que el único medio para resolver las diferencias es ganar o destruir al “otro”. Desde una nueva óptica, considerando que las personas vivimos en un continuo proceso de cambio y que la vida no es algo estático, se afirma que una educación alternativa en la que predomine la enseñanza de actitudes positivas acordes con la no-violencia cambiaría la tendencia tradicional de afrontar los conflictos violentamente.

En este sentido, Paris nos expone algunas definiciones en las que aparecen el uso de medidas pacíficas asociadas al conflicto, cabe destacar la de Kaye, (1994, p.21), que según la traducción de la propia autora afirma lo siguiente:

El conflicto significa oportunidad. Nos ofrece razones para no seguir haciendo las mismas cosas que hacíamos antes ni pensar de la manera que pensábamos. Siempre que el conflicto aparece, se crea una nueva oportunidad para superar nuestras propias expectativas.

En esta definición se percibe el conflicto como una oportunidad para el cambio, para el crecimiento personal, para aprender a relacionarnos desde las diferencias y da una visión positiva del conflicto.

Con esta idea la autora hace dos interpretaciones de los conflictos:

1. Concepción Negativa: En el que se usan medios violentos y de consecuencias destructivas. El conflicto tiene que ser eliminado.

2. Concepción Positiva: En el que se usan medios pacíficos para su regulación, en consecuencia se consigue una transformación pacífica de las tensiones y se crean nuevos objetivos. No hay que eliminar el conflicto. Podemos aprender a convivir con él, y podríamos añadir, que podemos aprender de él.

Estas dos formas de concebir el conflicto están en conexión con el giro epistemológico propuesto por Martínez Guzmán, una de las ideas principales de este giro es que las personas tenemos alternativas para hacer las cosas de diferente manera, violenta o pacíficamente, y en nosotros está la responsabilidad de decidir qué camino elegir. Los cambios

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