LA RELACIÓN FRAGMENTADA ENTRE MÉXICO Y EEUU.
Enviado por Santi34 • 7 de Abril de 2017 • Ensayo • 2.687 Palabras (11 Páginas) • 269 Visitas
El día que el hermano mayor se fue de casa
Por Mark Rivero
Para evitarme el dolor de los duelos, me fue necesario aprender a considerar todo ficticio.
(Agustina Llinares)
INTRODUCCIÓN
Es interesante mirar la relación entre EE.UU. y México desde su trayectoria a través de los años, los sucesos que los enemistaron, acontecimientos que los unieron como bloque comercial y diferencias que podrían representar una pérdida potencial para ambos países en la actualidad. ¿Sera cierto el dicho de Agustina Llinares —filósofa moderna de la Universidad de Buenos Aires— cuando argumenta no que no es necesario acostumbrarnos a nada porque tarde o temprano tendrá que perderse? Lo cierto es que México ha sido el hermano menos de EE.UU., se han aprovechado de nosotros desde hace bastante tiempo; estamos llenos de sus marcas, sus costumbres, su música; nos han quitado territorio, han influenciado sobre nuestro gobierno y han redactado todas nuestras políticas y reformas estructurales actuales. Ahora deciden abandonar México con reformas e iniciativas que asemejan a defensas internacionales contra un país enemigo ¿qué debemos hacer? ¿Debemos seguir adelante por cuenta propia? ¿Debemos apostar por alcanzar nuevos mercados?
EL HERMANO MAYOR
Quién no conoce esos hermanos mayores, bravucones; siempre aprovechándose de sus hermanos más jóvenes, son tantos los casos que uno se encuentra cotidianamente, que pereciese como si fuese un acto sublime e incambiable de la naturaleza el introducir entre sus ecosistemas estos prototipos de especies que por instinto dominan. Los hermanos mayores no siempre representan una amenaza potencial, en ocasiones, pero solamente en ocasiones; son gallardos, defensores de sus hermanos más pequeños; esto se debe a que de alguna extraña manera les incomoda ver que otros se aprovechen de sus víctimas. En otros casos, cuando el pequeño no puede alcanzar algo por razones de altura, el mayor va en su auxilio para que el pequeño alcance su satisfacción a pesar de su corta edad y estatura. Entre sus conflictos, en donde siempre el hermano mayor gana, ambos se benefician haciéndose favores; no me considero una persona religiosa pero me viene a la mente una historia oí en alguna ocasión que visité la iglesia evangélica. El joven David, un pastor de ovejas que vivía en la región de Belén —territorio que hoy pertenece a la Nación de Israel— llevaba alimento a sus hermanos mayores mientras ellos combatían en la guerra. David daba alimentos a cambio de seguridad. En pocas síntesis, lo que el hermano menor no puede hacer, lo hace el mayor por él y lo que el hermano mayor no quiere hacer, lo hace el menor. Es un ida y vuelta, pero siempre dejando en claro que el hermano mayor tiene que ganar. Aquí el gran e inmenso problema es que en ocasiones el hermano menor se niega a crecer a causa de ese tonto sentimiento de conformidad y complejo de inferioridad ante su hermano mayor. Llega el momento en que hermano menor tiene que arreglárselas por méritos propios, pelear sus propias batallas y ser independiente, abrir sus propios caminos y caminarlos sin la compañía de su hermano mayor que a su vez, nunca dejará de ser su hermano pero si dejará de ser su tutor.
Esta pequeña reflexión puede servir para entender nuestra relación con nuestro hermano mayor vecino del norte, quien recientemente y atendiendo a medidas políticas impulsadas por el electo presidente Donald Trump, decidió dejar de dar apoyo a nuestro país, lo peor, está en su derecho.
TRASFONDO HISTÓRICO
Nuestras naciones son diferentes en relación a su origen y desarrollo, por un lado Estados Unidos se formaba en el Oeste de Norte América por el grupo de los apaches o pieles rojas —llamados así por los europeos— y más al sur se formaba el primer imperio nacional mexicano, El Imperio Azteca, que a la vez se codeaba con los demás grupos subyugados por este mismo. Ambas naciones fueron conquistadas en diferentes periodos por los habitantes de Europa, a nuestro vecino del norte lo conquistó la potencia mundial del maquinismo y padre de la primera revolución industrial, Inglaterra; a nosotros un país que había sido el centro del mundo pero que aquel entonces, agotado por los gatos bélicos, necesitaba recursos para aspirar nuevamente a la grandeza que en algún momento gozaron. Mientras en el norte llegaban diversas personas de Europa con diversas lenguas, dominando el inglés; en México dominaba una sola lengua, la española, a los cientos de lenguajes autóctonos. Ambos países lograron su libertad y tuvieron sus conflictos bélicos internos o guerras civiles. Desde una opinión muy personal, creo que dos factores que le pesaron a México como aletargantes en su crecimiento a través de la historia fueron:
- su centralización territorial y
- su incapacidad para atraer extranjeros
Las potencias mundiales fundaron sus capitales en puertos, en lugares que tuvieran acceso al mar, en cambio México estableció su ciudad central a miles de kilómetros del puerto más cercano. Estados Unidos comenzó a propagar la noticia de que en territorio norte-americano había incontables tesoros y grandes oportunidades de hacerse rico, fue así como atrajo una gran cantidad de población para poder extenderse por toda su área. México en cambio redujo su población tras la muerte de 60 millones de indígenas a causa de las enfermedades europeas. Antes de consumarse la independencia total de México, el último intento de España para recuperar los territorios conquistados, “EE.UU. asumió un papel proteccionista ante México al difundir un documento donde se apelaban los derechos humanos de los americanos, dicho documento, conocido como la doctrina de Monroe, sirvió para impedir la tolerancia al expansionismo europeo y para dejar libre el paso a los norteamericanos en sus planes con Latinoamérica” (González & Guevara, 1971). Fue así como por primera vez nos sentimos hermanados, siendo nosotros los apadrinados, los defendidos, los dependientes.
Por las razones de déficit de población en las regiones del norte, EE.UU. inició su etapa de expansionismo a costa de su hermano menor del sur, nos quitaron Nuevo México, La Alta California, Texas y a cambio de una miserable suma de dinero, también la región conocida como La Mesilla. Nuestro hermano mayor comenzaba a aprovecharse de nosotros.
Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, México peleó del lado de Estados Unidos, fuimos sus proveedores de combustible; no peleamos directamente pero fuimos el David que llevaba alimento a su hermano en la guerra.
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