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LA TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL


Enviado por   •  19 de Junio de 2017  •  Trabajo  •  5.079 Palabras (21 Páginas)  •  280 Visitas

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LA TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL

Y EL INDIVIDUALISMO METODOLÓGICO

Alberto Valencia Gutiérrez

Hemos visto en clases anteriores el estructuralismo en un sentido sustantivo, haciendo énfasis en particular en la oposición entre la estructura y la acción social. Y hemos planteado tres alternativas: 1) el estructuralismo a ultranza (por ejemplo Levi-Strauss y Althusser); 2) la sociología de la acción (el individualismo metodológico, la teoría de los movimientos sociales de A. Touraine, el interaccionismo simbólico, etc.); y 3) las posiciones sincréticas que tratan de establecer una síntesis entre acción y estructura (Bourdieu, Giddens, Elias, etc.).

La orientación que hemos considerado como “estructuralismo a ultranza” es aquel tipo de concepción que prescinde de los actores y sólo considera estructuras impersonales. El principio básico de esta orientación es la idea de que los lugares abstractos de la estructura son primeros con respecto a los actores concretos que las ocupan. Marx decía, por ejemplo, que él no trataba al capitalista como una persona sino como un funcionario del capital.

Vamos ahora a considerar ahora una sociología de la acción social, una sociología que pretende construir la conceptualización sociológica a partir de la acción y los actores sociales, es decir, vamos a irnos al otro extremo. El estructuralismo a ultranza nos habla  de estructura sin actores; la sociología de la acción nos dice que son los actores los que construyen los contextos en que se desarrollan: todo debe explicarse apelando a relaciones sociales entre actores. Posteriormente vamos a ver la manera como se establecen posiciones sincréticas, que reconocen la importancia tanto de las estructuras como de los actores.

Estructuralismo y sociología de la acción pueden ser considerados, o como dos  paradigmas alternativos y excluyentes, entre los cuales no es posible una síntesis, porque simplemente se trata de dos cosas distintas; o como dos posiciones, que aunque establezcan énfasis distintos, se pueden incluir en una combinación sincrética. Esta última es la posición de autores como Bourdieu y Crozier en Francia, Anthony Giddens en Inglaterra y Norbert Elias en el mundo germánico. La posición sincrética entre acción y estructura tiende a ser hoy en día la posición de muchos sociólogos en el mundo. No obstante, existe un tipo de sociología de la acción, que no busca combinar perspectivas, sino subordinar el problema a una consideración de la acción social como tal. Tal es el  caso del individualismo metodológico que es el tema de la clase de hoy.

El estructuralismo es más fácil de captar y de aprehender que la sociología de la acción porque de alguna manera "todos somos estructuralistas mientras no se demuestre lo contrario”. El estructuralismo, como ya hemos visto, es muy próximo al modelo de las ciencias naturales en la versión de la mecánica clásica del siglo XVIII. Las versiones positivistas  asumen dicho modelo como el modelo por excelencia  de ciencia   incluyendo


las ciencias sociales. Por consiguiente las versiones estructuralistas en ciencias sociales  son versiones de corte eminentemente positivista.

El estructuralismo, por sofisticado que se presente, es muy próximo a la versión que nosotros manejamos de ciencia en la vida cotidiana: búsqueda de leyes de carácter universal, predicción de los fenómenos, modelo explicativo que subsume los casos particulares en una proposición universal que los abarca, prescindencia del elemento subjetivo, eliminación de la contingencia y del azar. Este modelo de ciencia hace parte de nuestra “conciencia espontánea” del mundo, de la "metafísica de la vida cotidiana”, porque es el que hemos aprendido a través de la educación.

El modelo de la acción social, por el contrario, es acusado de no ser científico, porque, como diría Aristóteles, "sólo existe ciencia de lo general”, y este modelo le da valor a lo particular como irreductible a lo general, a la contingencia, al azar, a lo subjetivo, al carácter singular e irrepetible de los acontecimientos, a las características singulares de los actores sociales, a lo atípico, etc. El modelo de la sociología de la acción social debe, pues, ser aprendido en lucha contra nuestros propios “prejuicios estructuralistas”, si se me perdona la expresión.

La sociología de la acción de Max Weber.

Comencemos por observar en la sociología de la acción tiene como uno de sus más notables iniciadores a Max Weber, así como la concepción estructuralista tiene en Durkheim uno de sus principales antecedentes. El ambiente o el aire intelectual que encontramos en la obra de Weber es muy distinto al que encontramos en la obra de Durkheim. Al revisar el primer capítulo de su obra Economía y sociedad (de la página 5 a la página 45), nos encontramos con la definición de una serie de conceptos que es muy propia de una orientación que pone en el primer plano la acción social.

Weber define en primer lugar, la idea misma de acción social y de sentido: el hecho social primario es la manera como un actor orienta su conducta en referencia a la conducta de otro, y construye en esta interacción un sentido que qué se convierte en el factor fundamental que orienta su conducta. La definición básica que Weber hace del objeto de la sociología aparece claramente expresada en la página 5 de Economía y sociedad: "Debe entenderse por sociología (en el sentido aquí aceptado de esta palabra, empleada con tan diversos significados): una ciencia que pretende entender, interpretandola la acción social para de esta manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos”. Y a renglón seguido define la acción social como "una conducta humana siempre […] que el sujeto o  los sujetos de la acción enlacen a ella un sentido subjetivo". Ese sentido, dice un poco más adelante, "está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo". Aquí están aquí todos los elementos de una teoría de la acción social, sobre todo lo que tiene que ver con el sentido, que se asocia a la acción.


La noción de sentido es la categoría fundamental de una sociología de la acción social así como la noción de coacción es la categoría fundamental de una sociología estructuralista. La sociología de Weber es llamada por lo general la "sociología comprensiva", porque no pone en el primer plano el problema de la explicación (como sería el caso de las ciencias naturales), sino el problema de la comprensión. La comprensión apunta precisamente a captar el sentido que está comprometido en una acción social. Esa captación no es simple y requiere de una serie de recursos metodológicos, como es el caso por ejemplo del uso metodológico del tipo ideal.

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