LITERATURA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX.

LITERATURA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX

Hasta este momento los autores hispanoamericanos habían seguido las tendencias europeas, sin ninguna innovación. A partir del siglo XX comienzan a diferenciarse de la literatura del viejo continente.

A principios del siglo se lleva una prolongación del realismo. El siglo había dado grandes escritores, pero este también. A diferencia de en España, el realismo no es traumático, si no que tiene aires modernistas. Los 19 países americanos de habla hispana seguirán tendencias bastante parecidas. Las peculiaridades de esta literatura son:

• La Naturaleza: el paisaje americano es completamente diferente al español y ante todo destaca por sus proporciones grandiosas: la cordillera, la pampa, la selva amazónica y el desierto. Este marcará a los personajes y a la acción.
• La historia: muchas obras intentarán rememorar las antiguas civilizaciones que jugarán grandes posibilidades literarias.
• El mestizaje: con su alcance humano y cultural. El color de la piel determinará la posición social. Esto dará problemas raciales y sociales.
• Las desigualdades sociales: derivadas de la explotación de las potencias extranjeras, con la complicidad de la oligarquías conservadoras nacionales. Buena parte de la producción literaria denunciará esta situación.
• La inestabilidad política: resultado de lo anterior. La oligarquía es muy intransigente, en las masas prenden las doctrinas revolucionarias y en los sectores intermedios apuntaban hacia democracias liberales. Esto dará lugar a revoluciones y contrarrevoluciones. Todos estos países pasarán por una dictadura personalista. Este tema ya se había tratado por Valle-Inclán y los hispanoamericanos también lo tratarán.

Novela:

Hasta los años 40 prevalece el realismo tradicional con personajes muy reales. Habrá dos tendencias diferentes:

Regionalista: muestra las peculiaridades de cada zona o país. Se narran ambientes muy variados e impresionantes que marcan la acción  y a los personajes. Ambiente muy duros (selvas, zonas volcánicas, extensas llanuras). Tratan de destacar a unos personajes en un lugar determinado haciendo que cada novela sea diferente sólo por el ambiente. Destacan obras como:

Doña Bárbara del venezolano Rómulo Gallegos, en la protagonista que da título al libro, (mujer fuerte, devoradora de hombres) se encierra el símbolo de la barbarie. Se traza un amplio fresco de la dura vida de los venezolanos, en el marco de una naturaleza grandiosa y despiadada.

Los de abajo del mexicano Mariano Azuela, primera novela que sitúa la acción en la revolución mexicana. Puso patas arriba al estado y sufren "los de abajo": el pueblo, que es mangoneado, manipulado y maltratado.

La vorágine del colombiano José Eustasio Rivera, es el libro que mejor representa la selva amazónica, hermosa y terrible, que se traga a los hombres. Cuenta las peripecias del protagonista, un poeta, que no son más que el hilo con el que se hilvanan cuadros de costumbres, testimonios sociales y magistrales descripciones.

Don Segundo Sombra del argentino Ricardo Güiraldes, es la novela de la Pampa y el gaucho. Muestra la grandeza humana del protagonista y la vida de los "reseros", abundante y fiel.

Indigenista: defiende los derechos sociales de los indios recreando las extremas diferencias de clase entre los indios esclavizados y los señores ricos. Pocas novelas tienen este camino. Entre estas destaca Huasipungo del ecuatoriano Jorge Icaza en donde muestra un pequeño pueblo indígena en el que sus habitantes sólo reciben un pequeño trozo de tierra para malvivir, mientras son sometidos a un régimen de esclavitud por parte de los colonizadores que lo consideran totalmente normal.

Durante los años 40 y 50 se buscarán otros temas y otras técnicas para contar las cosas, cansancio de la novela realista. Entre los temas nuevos está el interés por el mundo urbano, los problemas humanos y sociales. Irrumpe la imaginación y lo fantástico, creando el llamado "real maravilloso". A partir de este momento realidad y fantasía se presentarán íntimamente entrelazadas en las novelas. En el terreno de la estética se notará un mayor cuidado constructivo y estilístico, con las aportaciones de los grandes novelistas europeos y americanos.

        Autores:

• Miguel Ángel Asturias:

Guatemalteco, aborda de forma muy nueva los viejos temas: En El Señor Presidente, la dictadura es tratada con una técnica expresionista y alucinante. La imaginación desborda al estilo barroco, rico en imágenes y efectos musicales. Es Premio Nobel de Literatura.

• Alejo Carpentier:

Cubano, es uno de los grandes maestro de la prosa castellana. En su obra destacan dos magnas novelas: Los pasos perdidos, dramática búsqueda de la autenticidad lejos de una civilización vacía, y El siglo de las luces, profunda visión de lo que conlleva una revolución.

• Juan Rulfo:

Mexicano, dio un nuevo enfoque al mundo campesino en una obra tan excepcional como breve. El llano en llamas es un libro de cuentos magistrales. Pedro Páramo es una de las mayores cimas de la novela americana: nos lleva a un pueblo muerto, habitado por fantasmas que evocan su pasado, dominado por el impecable cacique que le da título. Los capítulos  reconstruyen, como un rompecabezas, un mundo dramático en el que se mezcla lo real con lo sobrenatural.

• Gabriel García Márquez:

Contempló muchos graves acontecimientos de la vida hispanoamericana. Desde los 50 desarrolla su obra narrativa hasta la revelación de Cien años de soledad que lo sitúa en un puesto de excepción de la novela mundial. Recibe el Premio Nobel en 1982.

Empieza publicando novelas cortas y cuentos en los que habla de las gentes de un pueblo imaginario llamado Macondo. Una de estas es El coronel no tiene quien le escriba.

Pero la vida de Macondo crece y adquiere proporciones grandiosas que acaban dando Cien años de soledad. Cuenta la historia de una familia, los Buendía a través de varias generaciones. La novela está construida como una sucesión de episodios. Sin tregua vamos pasando de unos personajes a otros, de unas épocas a otras. Asistimos a la fundación del pueblo, a su desarrollo, a la explotación por una compañía bananera norteamericana, a las revoluciones, a las contrarrevoluciones... Mezcla realidad y fantasía de modo singular. La imaginación creadora va unida a un excepcional don de contar.

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