LOS DERECHOS

LOS DERECHOS HUMANOS.

Con la era moderna se introduce el tema de los derechos humanos, en el siglo XVII ya se empezaba a hablar de derechos en Inglaterra donde se expresaban de manera clandestina y por medio de folletos políticos donde se ponía en claro que todos los hombres son iguales por naturaleza y tienen igualdad política; igualmente se expresaba el principio que solo puede gobernarse con el consentimiento de todos para el beneficio de cada uno. En 1689 la primera declaración al respecto se realizó en Inglaterra cuando el Rey Guillermo III debía renunciar al origen divino de su autoridad, se sometía al parlamento, reconocía la inmunidad de los parlamentarios y se comprometía a respetar cierto número de facultades del pueblo. A partir de allí se proclamó el derecho a la representación popular general, la detención arbitraria (Habeas Corpus) y el principio que el impuesto solo podía ser establecido por el parlamento.

Jhon Locke, pensador inglés de gran influencia para la época, es quien habla inicialmente de derechos humanos y los concibe como derechos naturales del ser humano, donde las leyes son justas cuando se fundamentan las leyes naturales como son el respeto a la vida, la libertad y la propiedad. Estos derechos son inherentes a la naturaleza humana y relativamente independientes del Estado, la naturaleza humana asegura la igualdad de todos los seres humanos. Según Locke se da libertad individual cuando el Estado legitima y fija límites jurídicos y morales para dar seguridad, protección y goce efectivo de esos derechos, sienta las bases para el Estado de Derecho. Esta filosofía sentó las bases de la declaración de Filadelfia el 4 de julio de 1776, con la cual Thomas Jefferson declaró la independencia de Estados Unidos.

La tercera declaración escrita y más importante fue la francesa donde se proclamaron los derechos del hombre y del ciudadano el 26 de agosto de 1789, instaurando un nuevo orden jurídico, político y social. Los revolucionarios franceses expusieron los principios básicos de los derechos, el poder y la soberanía que servirían como introducción fundamental y justificación para la nueva constitución política. Bajo esta óptica, los derechos básicos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Al proclamar que todos los hombres son libres implica que tienen además el derecho a participar en decisiones del poder político.

En el Siglo XX, la Declaración universal de los Derechos Humanos fue proclamada en 1948. Esta declaración conserva el orden natural pero se modifica la jerarquización, la igualdad desplaza a la libertad como derecho prioritario, la propiedad privada se conserva pero en último lugar, complejiza la democracia y aparecen los derechos económicos y sociales, ligados a una percepción de poder diferente como nuevas obligaciones sociales, no es solo el individuo frente al Estado, es el ser humano junto con una organización socio-política de seres humanos que se denomina Estado.

La inclusión de derechos económicos y sociales fue un consenso entre los pueblos acerca del principio de convivencia. Se pensó que los derechos eran universales, sin diferenciar Estados, reconociéndose no solo en lo teórico, sino que protegen aún del mismo Estado si éste los viola. Se acoge en los derechos humanos los valores mínimos de convivencia consolidados a través de la historia y la cultura, el respeto a la vida y la dignidad humana, unidos a un compromiso común con los ideales de libertad, justicia y paz.

Esta declaración reconoce a los ciudadanos como sujetos con necesidades materiales y culturales y obliga a la sociedad a velar por la satisfacción de éstas en los miembros más desprotegidos del cuerpo social. Aquí los derechos no se agotan en las garantías individuales, demandan garantías para satisfacer las necesidades humanas básicas y el desarrollo de la persona, de esta forma se constituye el Estado Social de Derecho, en este sentido el Estado adquiere una función eminentemente social y su legitimidad acaba por depender de su capacidad de respuesta satisfactoria a las demandas de libertad, instrucción y desarrollo de los ciudadanos.

Posterior a esta declaración se han aprobado otras que complementan la declaración de 1948, especialmente la de 1976 en el pacto de los derechos civiles y políticos y el pacto internacional, sobre derechos económicos,

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