LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI: ¿UN RETO PARA LA ENSEÑANZA DEL DERECHO?
Enviado por Maria Elena Franco • 27 de Octubre de 2015 • Ensayo • 6.430 Palabras (26 Páginas) • 336 Visitas
LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI:
¿UN RETO PARA LA ENSEÑANZA DEL DERECHO?
María Elena FRANCO SALINAS
SUMARIO: I. Reflexiones sobre la crisis de la modernidad. II. Sociedad de información, sociedad de conocimiento. III. Tendencias educativas para este siglo. IV. Esquema de los siete saberes. V. Perspectivas para la enseñanza del derecho. VI. Conclusiones. VII. Bibliografía.
RESUMEN.
La construcción del llamado futuro —en el sentido de preverlo y de querer que sea uno y no otro— sólo es posible desde los significados que nos prestan las imágenes del pasado y del presente, nos dice Gimeno. La autoreflexión del papel de los actores, e, inclusive el de nosotros mismos como espectadores será la única vía de entrada al tejido de la complejidad del siglo XXI. La educación en el sentido posmoderno o de la segunda modernidad, es un papel transformador: social, económico, político, ambiental y tecnológico. En este ensayo se trató, de analizar las partes del todo con la idea de apreciar el tamaño de los desafíos y su probable impacto a mediano y corto plazo, y en el ámbito educativo su relación con los problemas de la actualidad global. Estamos convencidos de lograrlo… en la medida de que el proyecto educativo se convierte en un proyecto común a nuestras aspiraciones de mejorar nuestra calidad de vida, sin ser excluidos.
- REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS DE LA MODERNIDAD.
La modernidad está en crisis (no logró solventar el conflicto entre lo público y lo privado). Analicemos: la lógica de la modernidad señalada por Vattimo, responde a una lógica del tiempo lineal como proceso continúo y unitario que camina hacia lo mejor… al menos ese fue el canon de la visión ilustrada. Incluso cuando el proceso se concibe en el margen del pensamiento reaccionario —de un proceso en decadencia— la lógica es también lineal, la de un tiempo como hilo unitario que se devana hacia lo peor en lugar de hacerlo en el sentido del “progreso”. Es decir, uno de los resultados de esta “lógica” (en la historia de la filosofía) es el tratamiento dirigido bajo la premisa ilustrada de la historia como un sistema racional y su legitimación, así como en su posición de privilegio sobre cualquier otro sistema anterior a éste.
Esta apuesta malograda ha perturbado las bases entre individuo y sociedad, libertad e igualdad, moralidad y legalidad. Lo anterior, bajo el principio de la subjetividad centrada en la individualidad y la libertad para desarrollar su singularidad según las creencias y fines de cada quien. También con el surgimiento del Estado como unidad política, la instauración de las nacionalidades, el deslinde de las culturas regionales, la promulgación del mercado como regulador de las iniciativas económicas privadas, la actividad política legitimada en el sufragio, cuya exigencia es la eliminación de las diferencias —en aras del principio de la igualdad de los ciudadanos— y en muchas otras instituciones modernas el establecimiento de marcos políticos, sociales y económicos no sólo supraindividuales sino, en muchos casos, claramente adversos a la libertad.
- SOCIEDAD DE INFORMACIÓN, SOCIEDAD DE CONOCIMIENTO.
El término de “sociedad de información” es una construcción política e ideológica, desarrollada en el contexto de la globalización neoliberal, cuya principal meta ha sido acelerar la instauración de un mercado mundial “abierto” y "autoregulado". La política desde su inicio fue impulsada y ejecutada con la estrecha colaboración de organismos multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, buscando que los países débiles abandonarán las regulaciones nacionales o medidas proteccionistas que "desalentarían" la inversión; con el fin de estrechar la brecha digital —la brecha entre ricos y pobres actualmente tiene un resultado contrario, se ha profundizado y se han creado nuevas desventajas para la población en situación de pobreza. En este sentido, es útil mencionar que en los países del G-7 hay una tendencia común hacia el aumento del peso relativo de la ocupación más claramente informacional, se produce un crecimiento de los empleos dedicados al procesamiento de la información que oscilan entre el 33,4% de Japón y el 48,3% de Estados Unidos. Por ejemplo, en Estados Unidos las profesiones relacionadas directamente con el manejo de la información (comunicaciones, finanzas, seguros, servicios...) constituyeron la mitad de la estructura ocupacional a principios de 1990 en una tendencia progresiva hasta la actualidad. Además la creación de nuevas profesiones, como psicólogo o psicóloga ambulante, compositores de música a la carta, servicio de siesta en el centro de la ciudad, compradores de regalos de cumpleaños.[1]
Por otra parte, la noción de "sociedad del conocimiento" (knowledge society) emergió hacia finales de los años 90; es empleada particularmente en medios académicos, siendo una alternativa de preferencia en lugar de la "sociedad de la información". La UNESCO en particular, ha adoptado el término "sociedad del conocimiento", o su variante, "sociedades del saber", dentro de sus políticas institucionales, se ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no ligada solamente a la dimensión económica.[2] Cabe destacar, la noción de “saberes” implica certitudes más precisas o prácticas, mientras que conocimiento abarca una comprensión más global o analítica.
III. TENDENCIAS EDUCATIVAS PARA ESTE SIGLO.
La reflexión acerca de cómo debería ser la educación en los próximos años, es ya, un debate muy estructurado en el ámbito académico. Si acudimos al texto de Flecha y Tortajada encontramos enunciadas cinco tendencias principales, divididas en dos grandes corrientes (las dos primeras pertenecen a la corriente que pretende dar respuesta a los desafíos de la sociedad de la información y por otro lado, las tres restantes están relacionadas con la investigación orientada a la educación igualitaria). La primera tendencia se enfoca a los cambios socioeconómicos, producidos en el contexto de la sociedad de la información, ello nos permite ver cuáles son las nuevas necesidades y competencias que se van a requerir. La segunda, plantea con mayor profundidad los cambios constantes a nivel sociocultural vividos en nuestra cotidianeidad y cuáles son los retos que deben proponerse, para luego afrontar la educación. La tercera tendencia sostiene la necesidad de realizar un paso indispensable, hacia una cultura educativa que convierta en palabras de Freire, las dificultades en posibilidades. La cuarta tendencia desarrolla el concepto del aprendizaje dialógico —superando a las concepciones educativas constructivistas— y desde cualquier proyecto podría partir, sí cuenta con la firme posición de promover una educación que tenga como objetivos la igualdad, la solidaridad, el aprendizaje instrumental de conocimientos y habilidades, y la transformación. La quinta, basándose en las anteriores premisas, plantea la transformación de escuelas en comunidades de aprendizaje. La participación de la comunidad es considerada, imprescindible, para acometer los procesos de exclusión educativa que pueden darse en la sociedad informacional en todos los niveles.
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