¿LOS LIDERES, NACEN O SE HACEN?
Enviado por Lic Segovia • 17 de Diciembre de 2015 • Apuntes • 1.093 Palabras (5 Páginas) • 313 Visitas
¿LOS LIDERES, NACEN O SE HACEN?
Hablar de autoridad y poder de los líderes no es algo sencillo ya que primero habría que tener bien clara la diferencia entre autoridad y poder para saber cuándo un líder está aplicando su autoridad o su poder.
La definición de autoridad viene del latín “auctoritas” y es el poder, la potestad y la legitimidad o facultad que se ejerce sobre los demás. La autoridad por lo tanto es una forma de dominación ya que exige o pide la obediencia de los demás. Pero para efectos de este texto no me voy a referir a este tipo de autoridad otorgada sino a la autoridad como “prestigio”, ganado por un líder gracias a su calidad de competencia. En cierta materia el liderazgo como la autoridad se van a definir como un arte, el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que el líder quiera, debido a su influencia personal, logrando con ello el beneficio organizacional.
La diferenciación del liderazgo y la autoridad es más que un instrumento analítico y estratégico. Es también un medio para describir la experiencia personal de liderar. Tal como a menudo experimentamos en tiempo real, el liderazgo significa asumir la responsabilidad por problemas graves que van más allá de las expectativas de cualquiera.
Paradójicamente, muchas personas esperan tener autoridad, ya sea de una manera informal o formal, para comenzar a liderar. Ven la autoridad como un requisito previo. Pero quienes lideran suelen sentir que deben emprender acciones que van más allá de la autoridad que tienen, sea esta cual fuere.
¿Entonces, cuando hablamos de autoridad?, Simple, cada vez que otorgamos legitimidad a una persona cuyas acciones afectan de algún modo nuestros intereses, entonces le estamos reconociendo autoridad, es entonces el poder legitimado por fundamentos de tipo jurídico, racional o emocional, aunque la autoridad también puede ser legitimada en base a fundamentos de naturaleza espiritual.
Podemos decir entonces que la autoridad puede ser considerada como a potestad ejercida por una persona legitimada por una institución o grupo, conforme a las funciones que le son reconocidas por la generalidad de aquellos que conforman aquel colectivo humano.
Si bien los conceptos de poder y autoridad comparten determinado campo semántico, nos encontramos frente a dos fenómenos absolutamente diferentes. Mientras el poder no requiere de legitimación alguna, la autoridad requiere de legitimación por parte de quienes se somenten a ella.
Enfoquémonos ahora en el liderazgo. Durante muchos años sean efectuados estudios a través de los cuales se hacía una clasificación de los estilos de liderazgo, encasillando a cada persona considerada como líder dentro de una de las mismas.
En la actualidad, se ha demostrado que un buen líder debe hacer uso de varios estilos, dependiendo de la situación en la que se encuentre, lo que dotara de una magnifica flexibilidad que facilitara su tarea. En función de los diferentes componentes de la inteligencia emocional, hay multitud de clasificaciones sobre los estilos de liderazgo. La mayoría de ellas constan de seis estilos, que admiten deferentes nombres pero que suelen tener el mismo contenido cuando se trata de definirlos.
Líderes coercitivos: demandan a sus colaboradores el acatamiento inmediato de las órdenes que impone.
Líderes autoritarios: tienen una buena habilidad para promover el cambio.
Líderes afiliativos: para ellos lo más importante son los lazos afiliativos dentro de la organización.
Líderes democráticos: fomentan la comunicación dentro de
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