La Adolencencia
Enviado por pascualcastor • 27 de Febrero de 2015 • 2.014 Palabras (9 Páginas) • 276 Visitas
LA ADOLECENCIA
ENSAYO FINAL JORGE ELIÉCER VILLARREAL FERNÁNDEZ
“
La adolescencia recapitula la infancia
,
de un modo dramáticamente unificado
”.Adam Phillips
La expansión del Psicoanálisis ha influenciado muchos campos deconocimiento. La Educación no es la excepción, Freud mismo dedicóalgunas reflexiones a la relación entre psicoanálisis y educación eincluso se le recuerda por una frase donde ilustra la envergadura delpropósito de educar; psicoanálisis, educación y política tienen almenos esto en común, que son tres oficios imposibles. ¿En qué radicala imposibilidad de la Educación? Pues bien, la imposibilidad deEducar consiste en el mantenimiento de una Educación definidasegún sus fines y propósitos como una acción ejercida por un adultosobre un ser joven, con miras a su desarrollo físico, intelectual ymoral y a su integración en el medio en el cual está destinado a vivir.La imposibilidad radica en sostener que la Educación puede conduciral individuo a la feliz expansión de éste con miras a su perfección, asu felicidad y a su destino social. Ejerciéndose sobre el niño y la niñadesde su nacimiento, con el propósito de que pueda llevarse alinfante de etapa en etapa hacia la autonomía del adulto, otorgándolela instrucción y la cultura.Las instituciones educativas, juegan un papel primordial en el procesode inserción social que deben realizar los adolescentes. Llevaradelante este proceso implica poder encontrar un punto de anclaje,un soporte simbólico, un marco y un referente, que sin dudas laescuela ha venido ofreciendo a lo largo de la historia y que, pareciera,no ha dejado de hacerlo en estos tiempos convulsionados. Además laescuela se estructura alrededor de tres elementos que la componen,quien enseña, los estudiantes y el saber enseñado, anudados por elinterés de lograr el aprendizaje, estos elementos interactúan entre sí generando diversas relaciones, educador y saber, estudiante y saber,y educador y estudiante. Estas relaciones son constitutivas deacciones que se realizan en la escuela y que tienen significadosdiversos para cada estudiante, el problema de la norma, de laformación y el aprendizaje.La Educación procura que el niño y la niña se acerquen a la mayorperfección humana posible en el estado adulto. Pero este ideal,conducir a niños y niñas a la libertad de la autonomía en su adultez,por mediación de la acción pedagógica, supone un sujeto cuyanaturaleza pulsional debe ser dominada para acceder a la cultura. Unniño cuya naturaleza primitiva debe ser moldeada por el adulto paraque pueda convivir en su medio social. La acción del educador se propone como fundamento del proceso, quien posibilita que el niñodesarrolle sus capacidades y habilidades para ser parte de su gruposocial. Un educador cuya mediación se efectúa entre la naturalezaprimitiva y la esencia de lo cultural. Pero en este intento, el niño de larealidad parece haber sido olvidado en la abstracción del idealeducativo.En el caso de los adolescentes, los hay colaboradores, motivados,atentos, deseosos de aprender, que progresan adecuadamente, unregalo para el docente. Pero la cuestión a tratar es cómo gestionar afavor del adolescente la relación en el aula cuando éste está poco onada predispuesto a colaborar en la tarea conjunta que es elaprendizaje. Para estos casos, como para casi nada, se sabe que nohay recetas universales, y que cada docente tiene que inventar lasituación de manera adaptada a su contexto. Sin embargo, tener enmente algo de teoría sobre el tránsito de la infancia a la pubertad, yde ésta a la adolescencia, puede facilitar las cosas y no acabararruinando a un ser humano que tiene todavía muchas posibilidadessi se le encuentran las vueltas.Los docentes pueden/deberían desempeñar un papel crucial enrelación con ellos, orientando a cada adolescente, a su familia y a losdemás docentes, pero deben hacerlo sólo tras intentar unacercamiento a la comprensión del malestar, necesidades y margende posibilidades de cada adolescente desconcertante, no sin basesteóricas ni empatía, sino tratando de ponerse dentro de su piel y susufrimiento. Situar la persona (y no el grupo clase) en el ojo de miraes la vía que puede ayudar a sacar el partido posible de talesadolescentes, en lugar de arrinconarlos en nuestra mente comomolestias, estorbos indeseables a dejar de lado y a estigmatizar yetiquetar como casos pedidos.Los tiempos adolescentes son tiempos de reorganización subjetiva; yes en este proceso que se entiende a la institución escolar comoinstituyente y representante del Otro social. Uno de losrepresentantes de de ese Otro social es la legalidad institucional, queencarna el mundo adulto. Las leyes humanas son ante todoenunciados de palabras, y por la estructura misma del lenguaje, estosenunciados tienen un sentido ambiguo, inacabado, equívoco.En la escuela se presentan tipos diferentes de planos de legalidades:“la función incuestionable de la escuela” y “la autoridad docente encuestión”. Se puede decir que esta distinción pone en evidencia dosniveles de análisis para pensar la legalidad. Lo institucional comomarco normativo y la función del docente como la encarnación de lanorma, interviniendo así de manera esencial la relación educador yestudiante.En cada ser humano hay un deseo de inscripción en algo que legarantice duración, continuidad, estabilidad. El deseo de superar el límite de su propia existencia se traduce en deseo de inscripcióninstitucional. En este sentido la legalidad de cada institución es uncomponente estructurante en tanto inscribe marca psíquica. Es entiempos adolescentes donde esta marca se pone en cuestión y a lavez desde el lugar adolescente debe existir la disponibilidad psíquicapara resignificarla. Cada docente es el representanteinstitucionalizado del código escolar y en esto reside su lugar deautoridad. La relación docente alumno requiere de vínculos estables yde una legitimidad que responda a un interés superior. Sin brechageneracional, sin confrontación, no hay adolescencia posible. Eladolescente necesita tener frente a sí un adulto capaz de soportar elchoque de oposición. Este proceso genera una forma de violencia yaque la brecha generacional desaparece y no hay adultos con quienesconfrontar.Con relación a los problemas de aprendizaje supone un malestar en lamedida en que produce que el sujeto no pueda transformar larealidad ni ser creativo. Así, se encuentra un problema de relevanciasocial, ya que las posibilidades de pensar un futuro en relación a unpasado y a un presente, existe en la medida en que se es capaz deaprender de la experiencia, de los errores y de sus efectos. De estemodo, la problemática del aprendizaje, implica tener en cuenta lasingularidad, demandando considerar las
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