La Diversidad Funcional

La diversidad funcional es un término alternativo al de discapacidad que ha comenzado a utilizarse en España por iniciativa de los propios afectados. El término fue propuesto en el foro de vida independiente, en enero de 2005, y pretende sustituir a otros cuya semántica puede considerarse peyorativa, tales como "discapacidad" o "minusvalía".

Alumnado con necesidades educativas especiales asociadas a Diversidad Funcional por,

Diversidad Funcional por Limitación Intelectual.

Diversidad Funcional por Limitación en la Movilidad.

Diversidad Funcional por Limitación Visual.

Diversidad Funcional por Limitación Auditiva.

DIVERSIDAD FUNCIONAL POR LIMITACIÓN VISUAL

Las dificultades visuales que presenta este colectivo varían desde la pérdida leve hasta la ceguera total y el impacto de esta dificultad en el desarrollo del individuo depende de factores como tipo y grado, momento de la aparición, la estimulación general recibida, presencia de otros problemas asociados y las potencialidades del alumno o alumna.

Desde la perspectiva educativa distinguimos el alumnado de baja visión o ambliope, que se caracteriza principalmente por tener restos visuales aprovechables con entrenamiento en discriminación visual y con el empleo de ayudas ópticas, iluminación especial y macrotipos. Este grupo por lo general puede utilizar los materiales curriculares convencionales adaptados. Por otra parte, además, encontramos el alumnado con ceguera, que presentan restos de visión no aprovechables ni funcionales e impiden la discriminación de formas gráficas. Necesitan materiales curriculares específicos y la adquisión del código Braille.

DIVERSIDAD FUNCIONAL POR LIMITACIÓN AUDITIVA

El impacto de la sordera sobre el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje en los niños y niñas con diversidad funcional por limitación auditiva varía según la edad de aparición, el tipo y el grado de sordera, la estimulación auditiva y del lenguaje recibida desde que se produce, el tipo de escolarización, las competencias cognitivas y el contexto sociocultural en el que crece la persona.

Desde una perspectiva educativa se distinguen dos grandes grupos: la hipoacusia y la sordera profunda. Los primero tienen mayores posibilidades de adquirir el lenguaje oral con apoyo protésico, entrenamiento en discriminación auditiva y apoyo logopédico, mientras que el alumnado con sordera profunda utiliza la visión como vía más importante para conectar con el mundo, convirtiéndola en su principal medio de comunicación. Por lo general, estos últimos necesitan la lengua de signos para desarrollar el pensamiento y el lenguaje.

...