La Educación En Mexico
Enviado por josemartinez123 • 17 de Noviembre de 2014 • 16.448 Palabras (66 Páginas) • 258 Visitas
Esta es una pregunta que muchos maestros se deberían hacer una vez que empiezan a ejercer su profesión. La pregunta en cuestión se lleva a cabo en algunas lecturas que los alumnos en preparación para ser profesores, leen, si no muy seguido, sì al menos en algún semestre de la carrera.
Es una pregunta que se debe analizar bien, ya sea de forma teórica leyendo a diferentes pedagogos y su opinión al respecto sobre el tema, como también leyendo a personas un tanto ajenas a la educación oficial que se dan un tiempo para analizar si la forma en cómo se educa a los niños y jóvenes en las escuelas tanto públicas como privadas es en verdad una educación o una simple memorización de conceptos.
Si bien, los grandes pedagogos que son estudiados en la licenciatura han fomentado diferentes tipos de enseñanza, como por ejemplo Skinner y el conductismo, Montesori y su método humanista, Piaget y Vigotsky y el constructivismo; estas a su vez suelen ser olvidadas o simplemente, no llevadas bien a cabo una vez que los maestros en formación comienzan a ejercer de manera profesional. Ya que, la mayoría de estas teorías educativas deben ser realizadas con grupos que no superen los veinticinco alumnos por clase, pero que en nuestro país y el sistema educativo que maneja la SEP, el número de alumnos en los niveles básicos en escuelas públicas supera este cifra incluso a veces al doble.
Pero, como podemos darnos cuenta, la culpa no es del maestro al cien por ciento, sino más bien del sistema educativo que fomenta este tipo de estructura educativa en la que se crean salones con números de hasta cincuenta alumnos hacinados en un solo lugar, creando un ambiente no apto para desarrollar estrategias de aprendizaje personalizadas o significativas para los alumnos y fomentando a su vez, que los alumnos se distraigan con facilidad y generen sentimientos de indiferencia tanto para la materia que están recibiendo como para el maestro que no les hace caso o toma en cuenta como debería ser en la educación.
El siguiente es un pequeño extracto muy significativo al respecto de que los alumnos se distraigan y muestren indiferentes en el salón de clases, sacado del libro La era del vació del filósofo y sociólogo Gilles Lipovetsky:
“La indiferencia crece. En ninguna parte el fenómeno es tan visible como en la enseñanza, el prestigio y la autoridad del cuerpo docente prácticamente han desaparecido. El discurso del maestro ha sido desacralizado, banalizado situado en el mismo plano que el de los mass media. La enseñanza se ha convertido en apatía escolar, mezcla de atención dispersada y escepticismo. Es ese abandono del saber lo que resulta significativo, mucho más que el aburrimiento de los escolares.
De manera que hay que innovar a cualquier precio: siempre mas liberalismo, participación, investigación pedagógica y ahí está el escándalo, puesto que cuanto mas la escuela se dispone a escuchar a los alumnos, mas estos se deshabitan sin ruido ni jaleo a ese lugar vacío como desierto.”1
Ahora, analicemos un poco sobre qué significa la palabra educar mediante su etimología:
La palabra educar proviene de dos raíces latinas: e o ex, que significa ir hacia fuera, salir; y duc,, de donde derivan pro-ducir, con-ducir, pro-ducto, via-ducto, acue-ducto…Su significado original es “hacer salir”. Aplicada a la escuela y a los maestros, se refiere a la labor de hacer aflorar las potencialidades de los educandos, pero si alguna palabra se ha deteriorado en su significado es esta.2
“Hacer salir las habilidades de los educandos”. Una de las cosas que menos propone la enseñanza en las escuelas publicas y en algunas escuelas privadas, es precisamente ésta; la de hacer que aflore en los alumnos el gusto por la escuela, por aprender y adquirir conocimientos de forma autónoma y no sólo por ser un requisito que hay que cumplir en horas de escuela, ya que esto sólo condiciona al educando a pensar en que la educación es solamente un requisito que debe cumplir durante cerca de veinte o mas años para obtener un reconocimiento en papel que le haga ver a la sociedad que es un ser humano que está “preparado” para ser un “profesional” en el área que haya elegido estudiar como carrera y que haga también a su vez, creer a los alumnos que el trabajo es también un requisito que hay que cumplir para que la familia y la sociedad no los vea como unos desobligados parias sociales.
Analicemos el significado etimológico de la palabra escuela:
Escuela: palabra griega que significa ocio. Su uso metafórico nació de una época en que trabajo significaba actividades de tipo manual, pesadas e ingratas: hacer adobes, construir paredes, sembrar, regar, cosechar, convertir árboles en troncos y luego en tablas, vigas y muebles. Cuando unos pocos privilegiados se pudieron dar el lujo de “no trabajar” y dedicarse a discutir sobre temas abstractos y remotos de la existencia del quehacer diario, el pueblo los vio como “los del ocio”, y por tanto a sus actividades se le llamó “la escuela”. Esto fue hace dos mil años en Grecia. La palabra Escuela expresa mejor el clima de creatividad (libertad, ocio creativo) que se requiere para educar.3
“Libertad, ocio creativo” Palabras que difícilmente entran en la concepción que la mayoría de nosotros tenemos sobre lo que es una escuela. La vemos más bien como un lugar en donde deberemos cumplir un determinado número de horas cada día y años simplemente para obtener un título que nos hace quedar bien ante una sociedad a la que no se tiene contenta con nada.
Como se mencionaba con anterioridad, la escuela se ve como un lugar en el que hay que cumplir un horario, tanto de entrada como de salida, y en las escuelas publicas de nivel básico y medio superior, es obligatorio el obedecer estrictos regimenes autoritarios como son: el uso de uniformes, traer el pelo corto, las uñas cortadas, el uniforme limpio al igual que los zapatos, el uso de faldas (a las rodillas) para las niñas y pantalón “azul marino” para los niños y más y mas reglas por demás absurdas y asfixiantes que tratan de fomentar una disciplina militarizada en los educandos, como si fueran pequeños soldados que sólo deben obedecer y acatar todo lo que diga el maestro-general sin cuestionar nada, porque si lo hacen, entonces deben ser reprendidos severamente con castigos como: no dejar que entren a la escuela a recibir clases o expulsarlos si continúan con su “actitud negativa” y “antisocial”. Como vemos, para nada se aprecia la libertad y el ocio creativo en esto, ¿verdad?
Las escuelas privadas tampoco
...