“La Educación del hombre”

Federico Froebel celebre filósofo humanista y pedagogo, pionero de la educación preescolar y precursor de la enseñanza activa. El objetivo de su enseñanza era dotar a los educadores de un conjunto de procedimientos y un material optimo que les hiciese posible su trabajo docente acorde con la naturaleza del niño. Y así estimular su crecimiento físico e intelectual. Tenía un don innato para acercarse a los niños y para reconocer sus intereses y necesidades, así como las mejores formas de enseñanza, y se daba cuenta que en su época se le daba poca importancia a la educación de los niños. Es por eso que en 1826 publicó su obra más importante denominada “La Educación del hombre”.

Expone su teoría central de la pedagogía basándose en lo que él creía el trinomio perfecto de la vida que era naturaleza-hombre-Dios. Creía que estos tres elementos trabajaban en conjunto, en el libro se percibe claramente la gran influencia religiosa del autor reflejado en sus teorías, como lo expone en la siguiente cita: “Todo proviene únicamente de Dios. Dios es el principio único de todas las cosas”. De esta manera, deja entender que la finalidad del hombre, la razón por la que fue creado por Dios, era adquirir el conocimiento de su verdadero destino, y realizarlo con toda libertad y espontaneidad, lo que lo llevaría a divulgar y exponer la grandeza de Dios; él pensaba que la manera de lograr esto era a través de la educación, ya que consideraba a esta, como la vía o el medio que conducía al hombre a desarrollar y manifestar todas las cualidades de si mismo, todo esto a través del conocimiento.

“La educación tiene por objeto formar al hombre, según su vocación, para una  vida pura, santa y sin mancha: en una palabra, a enseñarle la sabiduría propiamente dicha”; basaba toda su teoría de la educación en una creencia religiosa muy marcada, que más que ver al ser humano y a la educación de manera laica, los veía como un todo, como si el hombre no pudiera existir sin la religión, todo esto lo consideraba como la naturaleza del hombre. Cuando hablaba de educación, decía que esta debía ser en un principio indulgente, flexible, blando, que debía limitarse a proteger y a vigilar, sin propósito previo ni sistema preconcebido, pero con el tiempo no debía perderse la firmeza siempre orientando a los niños hacia el bien.

Expone las siguientes ideas sobre los niños: “el niño, bueno en apariencia, no tienen a veces en el fondo nada de bueno, y que en todo proceder exterior, no está sazonado ni para el amor, ni para el conocimiento, ni para la estima del bien; mientras que el niño, al parecer rudo, tenaz, caprichoso, y cuyo exterior anuncia todo excepto la bondad, posee no obstante muchas veces, en sí mismo, una inclinación verdadera por todo lo que es bueno, una voluntad inquebrantable por el bien; pero sin haberse aún desarrollado ni manifestado tales”., esto claramente deja ver que todos los niños son diferentes y debemos poner especial atención en lo que tienen dentro, para saber cómo orientarlos mejor.

Dio a entender que no implica simplemente que el alumno haya de hacerlo todo por sí mismo, ni que lo haya de hacer solamente porque le resulte beneficio; implica que en todas ocasiones ha de estar en actividad todo su ser, es decir, que la actividad debe emplear a un tiempo todas sus facultades. La ley de la propia actividad no requiere la actividad parcial solamente, sino la actividad general de todo el ser. Según Froebel, la propia actividad es acompañada necesariamente de gozo por parte del niño, y el gozo es la reacción interna de la propia actividad.

Proponía estimular el aprecio y el amor para con los niños y proporcionar un mundo nuevo, pero pequeño; conocido como jardín de la infancia, donde los niños podrían jugar con otras personas propias de su edad y experimentar su gusto inicial de la independencia. Para él, el jardín debía ser la extensión del hogar. Pero no solo era importante el jardín, sino que le dio importancia crucial a la familia que era entendida como un todo “invisible”.

Consideró el juego como el medio más adecuado para introducir a los niños al mundo de la cultura, la sociedad, la creatividad y el servicio a los demás, sin dejar de lado el aprecio y el cultivo de la naturaleza en un ambiente de amor y libertad.

El maestro debe encarnar el ideal de vida que propone esta pedagogía, la determinación de un ideal de vida que el profesor debe presentar como modelo a seguir para Froebel es la de Dios. Además el educando tienen que ser tratado de acuerdo con su dignidad de hijo de Dios, dentro de un clima de comprensión y libertad. El educador está obligado a respetar en toda su integridad al discípulo, debe manifestarse como guía experimentado y amigo fiel que con mano flexible y firme, exija y oriente.

Tuvo influencia de Kant en el plano filosófico y en el plano pedagógico de Comenio y Pestalozzi. Como bien se dijo, su obra parte de cómo entiende el destino y fin del hombre. Existe una ley interna que gobierna al mundo en lo externo y se muestra en la naturaleza; y en lo interno, en la inteligencia del hombre y en la unión de las dos, ambas forma la ley eterna: Dios. La función de la educación consiste en que el hombre se conozca a sí mismo, que viva en paz con la naturaleza y en unión con Dios, surgen así las leyes froebelianas:

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