La Emigracion
Enviado por abi123 • 30 de Mayo de 2012 • 825 Palabras (4 Páginas) • 568 Visitas
Hasta el primer piano de concierto que sonó en Cuba lo llevó una familia dominicana, la del Dr. Bartolomé de Segura, en cuya casa dio el maestro alemán Carl Rischer las primeras lecciones en aquel instrumento. Refiriendo el caso, el compositor Laureano Fuentes Matons comenta: “las familias dominicanas.., como modelos de cultura y civilización nos aventajaban en mucho entonces”. Pero entre 1795 y 1822 la emigración, si bien frecuentísima, no se consideraba definitiva: muchas familias conservaban allí puestas sus casas (así José Francisco Heredia), regresaban a atender sus intereses, y sus hijos aparecen concurriendo a la Universidad de Santo Tomás; sólo después de la última invasión de Haití la ausencia se hace irrevocable.
Naturalmente, no todas las familias cultas emigraron: muchas hubo que permanecieron en el país destrozado, o porque sus riquezas no eran fácilmente transferibles, o porque no las tenían, o por apego al terruño, a pesar de que las tierras vecinas no se veían como tierras extranjeras, sino como porciones de la gran comunidad hispánica, entonces efectiva y espontáneamente sentida por todos sin necesidad de prédica 138 .
Entre los primeros emigrantes se contó José Francisco Heredia 139, que llegó a ocupar el cargo de regente en la Audiencia de Caracas y el del alcalde del crimen en la de Méjico; hombre de acrisolada integridad y de bondad excepcional; historiador excepcional también por su don de emoción contenida, su honestidad intelectual, su firme amor a la justicia, su dolorido amor al bien. Del siglo XVIII recibió la fe en la humanidad, pero le tocó verla de cerca en delirios de crueldad y de odio. A sus Memorias sobre las revoluciones de Venezuela hay que atribuirles, dice el distinguido escritor cubano Enrique Piñeyro, “además de su valor como obra literaria... suma importancia histórica por los datos preciosos que contienen y por los documentos que las acompañan...” Hay en ellas “una seguridad de criterio, una imparcialidad de espíritu y una firmeza de pluma bastante poco comunes. Quizás de ningún espacio importante de la historia de la independencia hispano-americana exista otro trabajo que en su género pueda comparársele, tan completo, superior e interesante...”. Merece el autor “muy alto lugar entre los prosistas americanos de la primera mitad del siglo XIX; viene en realidad a ocupar un puesto que estaba vacío en la lista de los historiadores de la independencia, a igual distancia, por la absoluta, constante y sincera moderación, del tono panegírico que a veces debilita la puntual y elegante relación de Baralt como de la ceñuda hostilidad que cruelmente afea y desautoriza el libro de Torrente”.
Contemporáneos de José Francisco Heredia son Fray José Félix Ravelo 140 , rector de la Universidad de La Habana en 1817; los jurisconsultos Gaspar de Arredondo y Pichardo, magistrado en la Audiencia del Camagüey,
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