La Importancia De La Educación En El Modelo Económico Colombiano
Enviado por murcibike • 5 de Junio de 2015 • 2.331 Palabras (10 Páginas) • 205 Visitas
La Importancia De La Educación En El Modelo Económico Colombiano
La economía, entendida como la ciencia social que se encarga del estudio formal de aquellas formas o medios por los cuales se pueden cubrir necesidades humanas mediante los recursos disponibles, no deja de lado en ningún momento un factor que es muy importante para el desarrollo socioeconómico de cualquier comunidad, un factor que para muchos dirigentes a día de hoy, aún no cobra mayor grado de importancia para el inminente y vertiginoso desarrollo que este siglo XXI exige en cualquier nación. Hacemos referencia a “la educación”, y tal vez la primera aproximación que se haga desde el plano económico podría dejarnos fuera de base en cuanto a qué relación existe entre estos dos términos. Para ello, entendamos primero cuál es el significado de cada uno de éstos.
La Real Academia de la Lengua Española define la economía de siete maneras diferentes, tomaremos como referencia dos de éstas: “Administración eficaz y razonable de los bienes.” Y “Conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo.”. Así mismo, la RAE define la educación como sigue: “Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.”. De acuerdo a lo anterior, resulta aún, un tanto extraño pretender asociar estos dos términos, al menos en la práctica.
Para hacer una primera aproximación a la relación existente entre Economía y Educación, mencionaremos los siguientes aspectos a tener en cuenta:
Cuando un individuo ha tenido mayores posibilidades de acceso a estudios formales, su nivel de vida es directamente proporcional a la cantidad de estudios realizados.
Individuos con padres desescolarizados o con bajos niveles de escolaridad tienden a continuar un legado de “analfabetismo” en el campo de capacitación formal para desempeñar una profesión determinada.
Las condiciones socioeconómicas paupérrimas en las que viven un gran porcentaje de los niños y jóvenes en el país, obliga a estos individuos a guiarse en la búsqueda de empleo antes de buscar la capacitación formal para desempeñar un trabajo que les ofrezca mejores condiciones contractuales.
Los medios interactivos y herramientas tecnológicas que a la fecha, muchos de los colombianos aún no tienen en su hogar; y por otra parte, el mal uso que le dan la mayoría de los que sí cuentan con este tipo de ayudas.
De este modo podríamos seguir enumerando una gran cantidad de factores que afectan en este momento la educación de los colombianos.
Para entrar un poco más de lleno en el campo de la economía, debemos remontarnos a mediados del siglo XX, hacia la década de los sesenta, particularmente al economista estadounidense Theodore W. Schultz, quien en su “Investigación del capital humano” , criticó la poca disposición que tenían los economistas en ese momento, para reconocer que la inversión en capital humano, concretamente en educación, constituía un motor fundamental del crecimiento económico.
Por otra parte, este autor defendía la idea de que el capital humano es fruto, en gran medida, de inversiones intencionadas, no únicamente del azar de la naturaleza o de la trayectoria individual de cada persona. Las inversiones en educación, en servicios sanitarios, en formación en el trabajo contribuyen a que el capital humano crezca. Estas inversiones garantizan unas tasas de rendimiento normalmente positivas por dos motivos. En primer lugar, porque el capital humano en particular y el conocimiento en general, son acumulativos, en el sentido de que los individuos están en mejores condiciones de acumular más cuanto más poseen. Por otra parte, también es acumulativo en un sentido “extensivo” si nos permiten la expresión. Las probabilidades de que los conocimientos de un individuo sean más productivos aumentan cuando éste se desenvuelve en un entorno en el que hay un alto nivel general de capital humano. Theodore Schultz insistió especialmente a lo largo de su obra, que se extiende hasta mediados de los años 1990, en la importancia que tiene el personal dedicado a la investigación en el fomento de procesos de desarrollo económico.
Del mismo modo podríamos mencionar la llamada “contabilidad del crecimiento”, que al igual que la teoría propuesta por Schultz, también tendría lugar a desarrollo en la década de los sesenta. En esta contabilidad del crecimiento se debía identificar y medir la contribución de distintos factores al crecimiento económico, es decir, al crecimiento del producto o de la renta, para explicar las diferencias registradas en las trayectorias seguidas por distintas economías. Edward Denison identificó el conocimiento, medido a partir de los niveles educativos de los individuos, como el factor fundamental explicativo de las diferencias en las dinámicas de crecimiento en los países occidentales con respecto a los demás y del mantenimiento de esas tasas de crecimiento a lo largo de varias décadas después de la Segunda Guerra Mundial. Estos modelos colocan también la acumulación del capital humano en el centro de la atención.
Se puede citar también una teoría que resulta bastante interesante, y es la propuesta por Nelson y Phelps (1996). Ellos proponen el papel del capital humano como vehículo de difusión de la tecnología; relacionando directamente su acumulación, medida a partir del incremento de los niveles educativos, con esta llamada difusión tecnológica y la capacidad de adopción de innovaciones. Su planteamiento se basa en que los individuos con mayores niveles educativos tendrán mejor capacidad de discernimiento o discriminación entre buenas y malas ideas, estarán en mejores condiciones para resolver problemas y existirá menos miedo en ellos en el momento de enfrentar actividades emprendedoras, incentivando así, la innovación en las empresas, al mismo tiempo que tienen mejor disposición para asimilar innovaciones procedentes del exterior.
Ahora que se ha enmarcado en el campo teórico la relación economía-educación, es pertinente mencionar nuestra postura al respecto. Sin duda alguna para cualquier ciudadano que toma en sus manos la carta magna nacional, la abra y se sitúe sobre el artículo 13 verá un texto que en el papel se puede apreciar muy bonito, pero que al llevarlo a la realidad se queda corto, no sólo en el campo de la educación que es nuestro foco de discusión, sino también en múltiples campos como los son salud, trabajo, etc.
Es de resaltar la importancia de diferenciar el derecho formal del derecho material en el mencionado artículo, teniendo en cuenta que tanto la constitución nacional (Art. 228) como el código
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