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La Pobreza


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2013  •  2.224 Palabras (9 Páginas)  •  310 Visitas

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1. Introducción

1.1 Definición del tema

1.2 Preguntas

 Pregunta Central

 Preguntas Secundarias

1.3 Objetivos

 Objetivo General

 Objetivos Específicos

2. Marco teórico

2.1 Definición

2.2 Historia del Comercio Informal

2.3 Causas del Comercio Informal

2.4 Consecuencias del Comercio Informal

2.5 Escala Socioeconómica del Comerciante Informal

2.6 Productos que Ofrece el Comerciante Informal

3. Discurso argumentativo

3.1. Planteamiento del Problema

3.2. Presentación y Discusión de Resultados

4. Conclusiones

1. Introducción

1.1. Definicion de tema

Se ha considerado que la problemática del comercio informal es consecuencia de la pobreza y las escasas oportunidades de empleo, dicha afirmación es cierta, pero también es cierto, que la problemática de empleo no es solamente local, sino también rural, regional y en general, la escasas oportunidades de empleo han dado lugar a la exclusión social de un sector dispuesto a emprender actividades económicas de emprendimiento y de sobrevivencia (comercio, servicio y producción), cabe recordar que el 80% del empleo lo genera la micro y pequeña empresa.

1.2. Preguntas

Pregunta central

¿Qué efectos genera la presencia del comercio informal en los alrededores del Parque Canepa?

Preguntas secundarias

• ¿Quiénes son los principales afectados por el comercio informal?

• ¿Cómo afecta esta problemática a los distintos actores sociales? (Municipio, vecinos, Estado, etc)

• ¿Cuál es el perfil socioeconómico de los comerciantes informales?

• ¿Qué tipos de productos son los que más se comercializan?

• ¿Quiénes son los consumidores?

• ¿Por qué los comerciantes informales no se formalizan?

1.3. Objetivos

Obejtivo general

2. Marco teórico

2.1. Definición de comercio informal

Diferencia del comercio formal e informal

En un país de en vías de desarrollo como el nuestro es inevitable que el comercio informal esté presente en muchos, si no es en todos, los sectores de la economía. Por ejemplo, Carlos Amat sostiene que en el Perú existe un predominio de la economía informal y que el 71% de la PEA (Población Económicamente Activa) está ocupada en el sector informal. (Amat, 2012). Para corroborar esta afirmación, basta con salir a las calles y caminar unas cuantas cuadras. Probablemente, nos toparemos con más de un representante del comercio informal, ya sea la señora que vende caramelos en la esquina, el sujeto que vende caramelos en el bus, el niño que lustra zapatos, etc. Entonces, queda claro que, debido a su frecuencia, el comercio informal es un conflicto social que merece nuestra atención y participación como ciudadanos y miembros de esta sociedad.

Para realizar este trabajo empezaremos definiendo el concepto de formal. De acuerdo con RAE (2001), la formalidad se define como “cada uno de los requisitos para ejecutar algo”. Aplicando esta definición al comercio, se puede definir a un negocio formal como aquel que cumple con cada uno de los requisitos establecidos en el marco normativo de las diferentes instituciones del estado (Municipalidades, Sunat, Digesa, Defensa Civil, etc.). Por antagonismo, diremos que aquel negocio que no cumple con uno o más de estos requisitos será considerado como informal.

El Comercio Informal

Un estudio realizado en México define a la economía informal como el conjunto de actividades económicas que, se encuentran insuficientemente contempladas por sistemas formales. Veladez (2013). Esto quiere decir que, los sistemas normativos de un país son los que permiten que los comercios informales existan y se proliferen dentro de su economía.

Aquí algunas definiciones dadas por dos autores peruanos:

Para Iván Alonso “el concepto de informalidad, que circula en el Perú desde principios de los años ochenta, está relacionado con el cumplimiento de los requisitos legales para el funcionamiento de una empresa o para la adquisición de propiedad inmueble.” (Alonso, 2008). De la misma forma, De Soto (1989), citado por Loayza (2008), afirma que “pertenecer al sector informal supone estar al margen de las cargas tributarias y normas legales, pero también implica no contar con la protección y los servicios que el estado puede ofrecer.” (p.44).

Por otra parte, una acepción del término informal, comúnmente usada en el Perú, es la de “vendedor ambulante”. (RAE, 2011).

A partir de estas tres definiciones y para fines de este estudio, concluimos que un comercio informal es aquel que está constituido por una o más personas y que no cumple con las normas legales establecidas, pudiendo ser este negocio geográficamente estable o ambulante.

2.2. Historia del comercio informal

Durante el gobierno de Augusto B. Leguía, La Victoria se convirtió en Distrito el 02 de febrero de 1920, con grandes proyecciones urbanísticas.

Durante los años 30, el gobierno frente a la coyuntura de convulsión social y política iniciada por el por el movimiento aprista y el comunismo fue la de una política que combinaba la represión militar y un activo paternalismo asistencial como mecanismos para “desmovilizar y contentar” a los grupos populares; esa fue la política que intentó impulsar Sánchez Cerro (su asesinato, en 1933, frenó este proyecto) y la dictadura del general Benavides, entre 1933 y 1939.En ésta década, se construyeron más de 4 mil unidades de vivienda para los obreros, como parte del plan por neutralizar la violencia social. Éste ambicioso programa promovido por el estado en favor de los obreros, especialmente en materia de vivienda, quedó cancelado en 1939 con la llegada al poder de Manuel Prado, quien dejó a la iniciativa privada la construcción de viviendas y barrios para los sectores más pobres de Lima. Pero ya el destino de La Victoria como barrio “popular” estaba trazado.

Son claros ejemplos el barrio obrero (García Naranjo), Matute y El Porvenir.

En el plano textil y comercial continuaba el afincamiento de nuevas empresas:

En 1941, Alfredo Ferrand funda en La Victoria la empresa La Parcela, donde se empezaron a fabricar productos de algodón y sintéticos.

Ya en 1950 existían establecimientos formales dedicados a la venta de telas en los alrededores del Jirón Gamarra pertenecientes

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