La Problemática De La Desaparición De Personas Focalizado En La Zona Ciénega Del Estado De Jalisco, Una Mirada Preliminar Desde La Antropología Social

La problemática de la desaparición de personas focalizado en la zona Ciénega del estado de Jalisco, una mirada preliminar desde la antropología social.

En este escrito me propongo esbozar un enfoque metodológico en que la antropología social puede intervenir en un problema que se incrementa casi exponencialmente, que es, el de la desaparición de personas, independientemente de las causas que pueden ser, el crimen organizado o desapariciones forzadas; la antropología en general puede aportar sustancialmente a la recuperación de la memoria histórica de las diferentes zonas del país donde este fenómeno se concentra. Desde la arqueología forense para la recuperación de restos humanos, como la antropología biológica para su identificación hasta la antropología social que puede aportar infinidad de investigaciones, por ejemplo:investigar si la problemática está repercutiendo en la vida cotidiana,en fin, innumerables interpretaciones en base a un estudio etnográfico en nichos sociales bien delimitados.

Como es sabido, la desaparición de personas es un problema que aumenta año con año en nuestro país y principalmente en algunos estados, como es el caso de Jalisco, que hasta agosto pasado cifraban oficialmente 2,113 personas desaparecidas, que es 9.4% de todo el país, siendo el segundo lugar en número de desapariciones, solo por debajo de Tamaulipas.

En el caso de la distribución del problema en el territorio Jalisciense, no encontré cifras oficiales, pero podemos dimensionar la concentración de las desapariciones en la diferentes zonas políticas del estado, acercándonos a organizaciones civiles dedicadas a la investigación particular y apoyo a las familias con desaparecidos, o también investigando el número de cadáveres localizados en fosas clandestina y que tengan la clasificatoria de N.N. (sin nombre) en las dependencias gubernamentales dedicadas a su investigación, esto último podría darnos una idea de en qué zonas son más frecuentes los intentos de desvanecer el paradero de las personas.

Después de identificar las zonas donde se concentra el mayor numero de desapariciones, el siguiente paso a seguir será definir la metodología. Antes de tomar cualquier decisión metodológica debemos estar consientes de que es un problema delicadoy no podemos andar por ahí preguntándole a cualquiera, porque aunque es un problemas que pareciera disperso, esta siempre latente la vulnerabilidad de las familias y las comunidades, ante el claro alcance del crimen organizado, que no solo puede, sino que ya lacero a estas comunidades.

Dicho lo anterior, y, retomando la idea de la recuperación de la memoria histórica, comencemos por explicar de qué se trata. La historia como sabemos está basado en lo que científicamente se puede probar mediante documentos, pero sabemos también, que políticamente, mediante el discurso se moldea o matiza, enfatizando o atenuando, lo que convenga a los grupos que mantienen y buscan mantener una hegemonía; y al hablar de recuperar la memoria, se habla en base a que la memoria social gira alrededor de la ambigüedad entre la obligación de recordar de las generaciones posteriores y la necesidad de olvidar de aquellos que fueron testigos o víctimas de grabes acontecimientos, y que el problema recae en que el discurso del olvido permanezca

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