La Realidad Simulada

Resumen

“La realidad simulada. Una crítica del reality show”

Leonardo Ordóñez Díaz

Según Leonardo Ordóñez Díaz, el auge que ha tenido la industria del entretenimiento desde mediados del siglo pasado puede encontrar su explicación en la aparición de la televisión. En este contexto, es evidente una nueva y diferente tendencia; la transmisión televisiva de “la vida en directo”, es decir, los formatos de reality show cuyo objeto es la exposición de la vida diaria, “la transmisión en directo de acontecimientos reales, en detrimento de los contenidos representacionales y simbólicos”. Ello hace evidente una creciente tensión entre “la representación como esquema estético tradicional y la simulación como esquema estético emergente”, afirmación explicada más adelante.

Los rating de los realities muestran el indudable éxito de estos formatos. Dicho éxito es explicado en el artículo por medio de tres características del género. En primer lugar la “hibridación”, que indica que posee una estructura derivada de la combinación de varios géneros tradicionales de manera novedosa (el concurso, la transmisión en directo, el talk show, el documental, el informativo, el melodrama y el video clip). En segundo lugar la “interactividad”, la cual indica una relación participativa el programa y su público pues la teleaudiencia puede intervenir en el curso de los hechos. Finalmente, el “realismo” por medio del cual se produce en la teleaudiencia la sensación de presenciar acontecimientos reales a través de la pantalla de manera inmediata. Este último punto es de gran importancia y es sobre el cual se centra el análisis realizado en el artículo.

El realismo implica dejar las representaciones de la vida, y mostrar la vida misma en la pantalla sin mediaciones que le resten autenticidad. “La novedad del reality radica más bien en ofrecer una realidad auténtica que, no obstante, es a la vez entretenida y graciosa”. Con la intensión de argumentar esta afirmación, el autor realiza un breve repaso histórico, en donde argumenta que la ambición central de la novela, consistía en representar de manera realista la vida de la época pero su rigor en la exploración de la vida humana termina descubriendo que la vida diaria no es un espectáculo entretenido. “El intento de poner a la audiencia en contacto directo con la realidad de la vida traza una trayectoria distinta en el camino que conduce de la fotografía a la televisión”. La fotografía al poder reproducir fielmente situaciones reales, obtuvo gran credibilidad, característica prolongada y ampliada por el cine y después por la televisión, añadiendo las dimensiones de tiempo y movimiento a la evidencia visual. “La grabación y transmisión de secuencias de hechos en tiempo real le abrió a la televisión la posibilidad de un naturalismo aún más radical que el del cine, demasiado atado a la herencia representacional de las artes escénicas”. En este sentido, Ordoñez Díaz argumenta que los noticieros dejan a un lado la representación para pasar

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