La Tiendita Del Horror
Enviado por majosanchezq • 26 de Mayo de 2013 • 701 Palabras (3 Páginas) • 405 Visitas
LA TIENDITA DEL HORROR DE MEDIO DÍA
Sopor i piropos
"Prendí el televisor en mi hora de almuerzo y desafié un orden
preestablecido en mi rutinaria existencia. Y confieso que quise morir un
poco. La visión: unos noticieros espantosos con decenas de historias de
sangre, siempre en titulares."
Por: Nicolás Morales
Publicado el: 2013-02-19
Desde hace algunos años voy a almorzar a la casa un par de veces entre semana.
En una ciudad caótica y densa como esta vivir cerca del trabajo es perdonarse
kilómetros diarios de trancón y ruido, es reducir el malvivir. En esas ocasiones
pocas veces prendo el televisor. Pues bien, un día cualquiera rompí la norma. Mi
libro no funcionaba y no había revistas atrasadas; así que prendí el televisor en mi
hora de almuerzo y desafié un orden preestablecido en mi rutinaria existencia. Y
confieso que quise morir un poco. La visión: unos noticieros espantosos con
decenas de historias de sangre, siempre en titulares. Casi veinte minutos de
reportajes de microhistorias de muerte, violación y secuestro maximizadas en
relatos de pésima factura.
En los años ochenta, los sociólogos de las comunicaciones acuñaron un término
que describía las franjas horarias dirigidas esencialmente a estratos populares y
amas de casa susceptibles de ver televisión a medio día. Su característica
fundamental es la escasísima calidad en los formatos y contenidos; de ahí su
nombre: “maldita”. No les falta razón: las peores telenovelas y los seriados más
precarios son, me temo, los héroes del mediodía. La Franja Maldita es una suerte
de Triángulo de las Bermudas diario, cuyo plato principal es un pésimo noticiero.
¿Desde cuándo la crónica roja ha sido un festín de la televisión? No lo sé. Antes,
probablemente, solo la veíamos en la prensa escrita. Sin embargo hoy campea en
imágenes sin censura alguna. Por supuesto, en el registro de estos noticieros no
solo hay muerte, lo que ya es perturbador, hay muchas cosas más; lo que me
llama poderosamente la atención es, más bien, el potenciamiento de las historias
que dejan ver un completo relajamiento de las normas para una gran cantidad de
habitantes del país, una falta total de autoridad de cualquier tipo, y la práctica de miles de hechos arbitrarios, violentos y sin posibilidad de justicia. El engaño, la estafa, el aprovechamiento de unos a otros, todo vestido de una naturalidad sorprendente, son los titulares de todos los días de estos noticieros. Colombia es una especie de Far West diario, donde de cualquier modo se puede caer. O una especie de Lagos, Nigeria, vuelta país cafetero, con tamales y todo. La tradición de violencia está presente desde chicos en cada uno
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