La ambigüedad del nombre de Theodor Adorno es capturada por sus fans

La ambigüedad del nombre de Theodor Adorno es capturada por sus fans, como lo es el caso de un joven universitario que viste una camiseta con las letras “I ♥ Adorno”, representa una elevación de su nombre a un slogan, que a la vez es una reducción del mismo a una marca. Al cabo de ello, Adorno lo denominaría “reificación”, la reducción de una experiencia vital subjetiva a una mera cosa muerta.

La teoría crítica de Theodor permite conocer los estigmas de la historia en el ámbito cultural y que, en esta era, resulta más atractiva donde el análisis cultural nos convence más que la economía marxista.

Muchas opiniones se han desarrollado en torno a la vida de Adorno. “Theodor W. Adorno: One Last Genius” es el estudio de Detlev Claussen, discípulo de Adorno, el cual no es una biografía cronológica sino que resalta los acontecimientos más importantes de Adorno a lo largo de las décadas, saltando de tema en tema. Asimismo, Adorno se ve unido en este libro con artistas como Alban Berg y pensadores como Walter Benjamin, en la historia de Alemania y de los judíos alemanes en el siglo XX, la cual trasladó a Adorno de Frankfurt a Los Ángeles y provocó que la obra de su vida se convirtiera en una meditación sobre el desastre.

Theodor nació en Frankfurt en 1903, hijo único y de una cantante profesional, Maria Calvelli-Adorno, por quien cambió su apellido. Su vida tenía un contraste entre la seguridad y libertad en su casa familiar y el mundo de su escuela, en la que recibía burlas. Adorno quiso ser capaz de reducir el fascismo a partir de los recuerdos de su infancia.

En su esperanza por su futuro en la música, Adorno fue a Viena a estudiar técnicas modernas de composición atonal, convirtiéndose en pupilo de Alban Berg. Al paso del tiempo, la cultura y la música dan a Adorno la herramienta desde la cual puede criticar la alienación y la falsa conciencia de la sociedad burguesa. El absolutista consideraba a la música como herramienta para colonizar la conciencia de masas.

Su teoría crítica entiende la historia contemporánea como una resolución de una dialéctica histórica que culmina en el nazismo. Al contrario de Hegel, la historia se mueve marcha hacia el sinsentido, en lugar de que se mueve por ingenio de la razón. Adorno trató de demostrar que todos los aspectos de la vida del siglo XX estaban implicados en el mismo proceso de alienación, explotación y sufrimiento. Niega todas las capacidades humanas que hacen posible el humanismo genuino, como la posibilidad de espontaneidad y pluralismo, de libertad y nuevos comienzos.

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