La celebración de la muerte como la continuación de la vida
Enviado por Eidan Auz • 10 de Enero de 2020 • Ensayo • 692 Palabras (3 Páginas) • 134 Visitas
La celebración de la muerte como la continuación de la vida
La muerte, principio tácito de ausencia, un monstruo voraz que se lleva todo a su paso y lleva a los seres a un nivel inconmensurable de existencia, algo muy limitado para individuos en vida. La sangre derramada, la condena que trae el ser humano con el abrazo abrumador y sórdido de conectar entre la magia de la muerte y el despojo de la vida, se resume en el recuerdo cínico del pasado.
Se puede creer que esta etapa no es nada más y nada menos que la unión de enfermedades que desgarran la piel, órganos y sentidos del viejo, pero no es así, es mucho más que eso, este periodo es caos y paz al mismo tiempo, es la conjunción de la aguerrida sabiduría y noble incapacidad de ser un parásito. Caes y sin darte cuenta vuelves a caer, te preguntas ¿estoy muerto? o ¿Es solo un viaje?, muy tarde para la vida, muy pronto para el día, ahora estás afuera del mundo tangible y adentro de todos.
Los Andes han sido testigo de cómo este monstruo se ha levantado, se ha caído y se ha revolcado, a través de leyendas y hechos históricos que tienen como hito principal la memoria. Tu cuerpo deja de funcionar pero tus pensamientos y acciones han quedado impregnadas, la nostalgia enaltece y conmemora de distintas maneras a lo que muerto en vida está vivo en muerte.
Las leyendas, en estos relatos, es desabrido estar despierto, las historias se cuentan por si solas junto al aterrador lienzo negro, esto lo hace más interesante ya que no podemos entender el fenómeno de la muerte, lo que provoca el asombro que a su vez nos hace contemplar nuestro destino. Otro acto de reverencia, son las fechas de celebración que aunque no sea suficiente, nos hace borrar todo el sentimiento, mediante el recuerdo de los asesinatos y suicidios que en la historia son enmarcados con dicha y gloria, estas celebraciones son una Oda a la muerte. Por último civilizaciones rinden tributo a los dioses con un sagrado regalo, la muerte de alguien, que según sus creencias causa la regeneración en el crecimiento de la expresión natural de las plantas y alimentos.
La debilidad mental de las masas nos ha hecho creer que el interés egoísta de no querer que alguien se vaya, nos ha hecho desarrollar técnicas audaces para no desligarnos del recuerdo doloroso y trasladarnos a un momento de pura vanidad moral donde lo que se pudo haber hecho de pie no se hizo, y ahora que estás en el suelo quieren hacer.
Puedes haber fallecido, de diferentes formas, sin importar la raza, etnia, cultura y otros intereses banales que en vida se toman en cuenta, puede que sigas teniendo conciencia, pero para un desconocido, no eres más que abono putrefacto para el césped o en los casos más emblemáticos ceniza para el mar y lo único que te puedes llevar de consuelo, es que ante tu lápida, que lleva marcada tu nombre sigues causando lágrimas que corroen el pasar de los años hasta que el tiempo se para y ya no tienes que recordar sino ser recordado.
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