La crisis de la soberanía
Enviado por luis15dsd • 6 de Abril de 2021 • Informe • 545 Palabras (3 Páginas) • 82 Visitas
Universidad del Valle
Facultad de Humanidades
Departamento de Filosofía
Curso Retórica en la antigua sociedad griega
Jhon Fredy Castillo Cabrera 1622964
castillo.jhon@correounivalle.edu.co
La crisis de la soberanía
Con el cambio histórico-social que trae consigo toda caída de un imperio, en este caso, el de la monarquía micénica, nace de ello un nuevo paradigma, una serie de nuevas costumbres y cambios, que surcaran la diferencia entre lo anterior, que sugiere lo superado y lo naciente que de alguna forma “mejora” el estilo de vida o facilita a éste, en el diario acontecer. Es decir, la civilización naciente ha madurado y en su proceso madurativo se ha desligado de cierta forma en el misticismo, de ahí que se comprenda el por qué ya no enterraban a sus difuntos, sino que les otorgaban el honor del fuego y la transformación en cenizas, el vínculo de los hombres con los dioses por medio del Rey divino, ha sido relegado a un plano extinto.
Ahora bien, entre las transformaciones notables que surgieron, el de la lengua quizá sea un cambio predominante. El antiguo status con el que se hacía pleitesía de la jerarquización social, tales como: los grados, las funciones civiles y militares, desaparece por completo. Si bien todo cambio parece conducir a lo mejor, es en el proceso donde se encuentran malestares y diferencias que terminan en enfrentamientos violentos, toda trasformación tiende a desencadenar eso, pero aquello que dirime de los tiempos turbulentos, es tambien naciente oportunidad para la reflexión moral y una especulación de la política. Con esto, se da vía a explorar que clase de mundo esta compuesto por los hombres, de sobre las fuerzas que lo unen y dividen, deslindándose de la figura del micénico soberano.
En Atenas, aún no se ha roto de forma brusca el modelo micénico, surge la institución del arcontado, es la noción misma del arkhé (mando), se eligen en principio por diez años, y luego son renovados cada año, si bien el sistema de elección conserva algo del procedimiento religioso; aún con esto termina siendo una elección propiamente humana y no exclusiva ni derivada de los mandatos divinos. A su vez el basiléus ya queda relegado a un plano meramente sacerdotal. Ahora, la imagen del rey, quien ostentaba el título de dueño y señor de todo poder, se reemplaza por la idea de funciones sociales especializadas. Heródoto, relata de un personaje de yace por afuera y por encima de las clases funcionales de la sociedad, a su vez es el único que posee las tres clases de objetos de oro: La copa de libaciones, el hacha de armas y el arado, que se traducen en las tres clases sociales de los escitas (sacerdotes, guerreros y agricultores).
Las leyendas de Atenas cuentan de un proceso inverso de la crisis: la sucesión al poder. Pues en lugar de disputarse el absoluto del poder (arkhé), terminaban relegándose funciones, algo así como la burocracia política actual, donde se reparten el poder en vez de enfrentarse entre ellos. Es decir, facilita a que no se limite el poder solo a una persona, sino que reparte el poder según las funciones correspondientes. De esto, posteriormente surgirá una crisis dinástica, pues la sucesión al poder, de quedar en un número mayor de participantes, terminaría siendo más, compleja, generando así, una apertura de violencia con fines al poder.
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