La decadencia del hombre

La decadencia del hombre

Hoy en día la insuficiencia por saber quiénes somos nos ha conllevado a una decadencia moral, con la pérdida y derrumbamiento de valores, en cierta parte nuestra cultura se enfoca en evadir  lo tradicionalmente aprendido con el pasar del tiempo, se enfoca en evadir lo esencial de la vida, es por ello que hoy ya no se ve a las personas con grandes retos, ni metas, lo importante solo es pasarlo bien sin esfuerzo alguno, sin aferrarse a nada, sin creencias ni compromiso, este tipo de hombre se caracteriza por la indiferencia y falta de interés.

Según la teoría del hombre light este se caracteriza por tener un “pensamiento débil, convicciones sin firmeza, asepsia en sus compromisos, indiferencia sui generis hecha de curiosidad y relativismo a la vez.”, (Enrique Rojas, 1992), son las razones por las cuales nuestra sociedad se encuentra en decadencia y en la necesidad de actuar y de modificar las visiones que carecen de criterio. Sin embargo, desde el punto de vista psiquiátrico del ser humano, la separación del ser humano consigo mismo, es lejana, fría y poco productiva. así como afirma el psicólogo (Riso, 1990) “quererse a sí mismo es quizás el hecho más importante que garantiza la supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de sobrellevar. Curiosamente nuestra cultura y educación se orientan a sancionar el quererse demasiado”, la sociedad nos enseña a crear principios y la cultura está marcada por principios el cual nos enseña a negar no solo nuestras virtudes sino a querer a los demás antes que a nosotros mismos, nos enseña a vivir pensando más en el otro que en nosotros.

Este tipo de sujeto que no es capaz de hacer la síntesis de aquello que percibe se ha ido convirtiendo en un sujeto que lo acepta todo, pero que carece de criterios sólidos en su conducta, es un hombre que posee un perfil psicológico conducido por  el materialismo y sus cuatro pilares como el hedonismo, el consumismo, la permisividad y la relatividad, este tipo de hombre está relativamente bien informado pero que carece de educación, es muy entregado al pragmatismo en gran parte y a  una variedad de temas que están abiertos para los hombres y como ellos tienen acceso a este gran número de tópicos, el hombre los adopta pero a nivel superficial. De manera que esta superficialidad genera un gran vacío moral. El cual implica la consecuencia de tener muchas opciones para elegir. La permisividad hace que se acepte cualquier cosa y se deje de juzgar y de proponer, esto produce una indiferencia en el hombre que le vuelve vulnerable al control, y esto provoca que todo se vuelva relativo, lo cual se entiende como la libertad.

Estos pilares parten del deseo ilimitado del hombre por el placer (hedonismo), que arrasa los ideales (permisividad), que lleva a un estado de cambio constante (revolución sin finalidad) lo que permite tener una visión en situación de lo que sucede alrededor (relatividad), y la única manera de cómo se manifiesta este proceso interno es a través del consumo (el consumo es igual a la libertad).

El ser humano vive en una sociedad y cultura nihilista, el cual no tiene vínculos, hace lo que quiere, vive para sí mismo y para el placer, sin restricción alguna donde “hemos llegado a un eclecticismo evidente en el que cualquier dirección es válida”. (Enrique Rojas, 1992). Este tipo de pensamiento muestra intolerancia, odio y miedo al cambio.  

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