La delincuencia juvenil en Lima Metropolitana

Descripción del problema

La delincuencia juvenil en Lima Metropolitana tiene gran impacto en la vida cotidiana de muchos ciudadanos. Sin embargo, muy pocas personas pueden describir a profundidad lo que realmente implica. Parece una tarea complicada explicar los orígenes de este problema, reconocer quienes participan y de que maneras. Es por esto y otras cuestiones que a continuación se elaborará una descripción del problema, usando de base datos registrados recientemente, para de esta manera orientar una posible solución.

En primera instancia, es importante conocer los significados de delincuencia y juvenil. De esta forma sabremos que significan en esencia. Según la RAE, la palabra delincuencia se refiere al acto de delinquir o cometer delitos, estos últimos a su vez significan acción o cosa reprobable ante la ley. Por lo cual se podría decir que, en esencia, la palabra delincuencia se refiere al conjunto de acciones o cosas reprobables por la ley. Por otro lado, según la RAE, la palabra juvenil proviene del estado de juventud, que, a su vez, significa encontrarse en una edad biológica temprana o previa a la madurez. Por lo que, en su defecto, podemos señalar como juvenil al grupo de personas que poseen inmadurez física y psicológica debido a su temprana edad biológica.

 Es por esto que la delincuencia delincuencia juvenil, en esencia, vendría a ser el conjunto de conductas reprobables ante la ley, efectuadas por personas de inmadurez física y biológica. Sin embargo, para describir la delincuencia juvenil como problema, no basta solo conocer su significado en esencia. Es necesario conocer cuales son los factores del problema.

Con respecto a los diversos trabajos realizados sobre la temática de delincuencia juvenil, se considera como factores principales a los siguientes: En primer lugar, se encuentra el factor familiar. Debido a que la familia posee una importantísima influencia en el desarrollo del individuo, el impacto de un inadecuado contexto justifica el involucramiento en conductas delictivas. Este se caracteriza por dos hechos determinantes: las ineficientes relaciones familiares de afectividad y los conflictos familiares. Cabe precisar que una tendencia natural de los niños es imitar el comportamiento presenciado en casa, pues lo consideran un ejemplo a seguir. Por consiguiente, al exponer al individuo a diversas acciones negativas, es evidente que adoptará este tipo de conducta.

En segundo lugar, se establecen las relaciones interpersonales. De acuerdo con Farrington (1996), existen ciertos aspectos negativos en la vinculación con el grupo de iguales. Muestra de ello, es la incapacidad de decidir, por parte de muchas personas, como producto de la falta de determinación propia. En consecuencia, el miedo a equivocarse y a ser excluido o no aceptado figuran como pilares fundamentales del involucramiento delictivo. Del mismo modo, la teoría de la asociación diferenciada, expresa que la presión de los compañeros y la existencia de bandas conducen o inducen al delito (Sutherland, 1939).

En tercer lugar, se presenta el factor económico. Según Espinoza y Lama (2018), la pobreza y el desempleo constituyen desencadenantes importantes en la delincuencia juvenil. Esto se debe a que los jóvenes aspiran a un nivel de vida superior al que poseen, pues el actual los coloca en una situación de marginación. Ante ello, utilizan la calle como una alternativa de solución, ya que les permite obtener propiedades y servicios deseados a corto plazo y sin esfuerzo. Finalmente, como último factor se encuentra el socio-educativo. El éxito escolar es uno de los mejores preventivos de la delincuencia. No obstante, el fracaso escolar o un pobre rendimiento académico se relacionan con su comienzo y prevalencia. Ahora que presentamos los factores de la delincuencia juvenil, para describir la delincuencia juvenil, debemos profundizar la información sobre quienes y que roles desempeñan en este problema.

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