La democracía y la sociedad actual

La democracia y la sociedad actual

La sociedad actual no es solamente la expresión de una sociedad con ciertas características socioeconómicas, políticas y culturales, sino que, muy por el contrario, es la mezcla de diversas expresiones político-culturales con cosmovisiones y entramados institucionales que han dado lugar a un sinnúmero de procesos de transformaciones y cambio de la sociedad del Chile actual.

Uno de los aspectos fundamentales del modelo socio-económico neoliberal imperante en nuestra sociedad actual son las consecuencias que este modelo y la cosmovisión que impera tras ella   han tenido como generador de grandes desigualdades y con un fenómeno muy dañino, para nuestra sociedad en su conjunto, como es la concentración de la riqueza. Esta ecuación entre el estado, el mercado y la sociedad, característico de las últimas décadas, ha sido incapaz de responder a los desafíos globales de nuestro país y del mundo. En base a lo anterior y en función de muchos otros aspectos, en nuestro país va surgiendo un enorme malestar que se traduce en una toma de conciencia por parte de diferentes grupos de actores sociales y políticos que han dado lugar a significativas protestas y reivindicaciones. Paralelamente, se puede ver en nuestra sociedad un gran deterioro de la confianza y satisfacción con la democracia y con la política que se demuestra en la desconfianza hacia los partidos políticos, hacia el parlamente y fundamentalmente, hacia cualquier tipo de símbolo que represente la institucionalidad y la autoridad. Todo esto queda refrendado  con un sinnúmero de encuestas que demuestran que una parte importante de la población se declara insatisfecha con la democracia y la razón de esta mayoritaria insatisfacción es la injusta distribución de la riqueza, las diversas injusticias, la impunidad de los delitos de cuello y corbata, delitos económicos, etc.

Como un ejemplo de lo anterior, de las diversas injusticias generadas por los delitos de cuello y corbata, que se ha convertido en una parte fundamental del modelo socio-económico predominante en el país, lo sucedido hace muy poco y que se han convertido en símbolo y emblema de los que son los abusos sistemáticos de parte de los grandes empresarios en conjunto, muchas veces, con la clase política es lo que sucede con las aseguradoras de fondos de pensiones (AFP), las que junto con tener ganancias gigantes y desproporcionadas, pagan pensiones a los trabajadores que son desde todo punto de vista miserables. Otro ejemplo de esto es el caso de la colusión de las farmacias en función de los precios de los medicamentos; la colusión de los pollos, el cual es un alimento de gran consumo popular; la colusión de las empresas productoras de papel confort; las malas condiciones de negociación e inseguridad laboral permanente; un mal sistema de salud pública que funciona en paralelo con las instituciones de salud previsional, ISAPRES,         que suben sistemática y arbitrariamente los costes a sus usuarios; un sistema de educación que junto con haberse convertido en un atractivo negocio, genera significativas discriminaciones sociales y culturales. De esta misma forma de profundizando aun más la crisis y las decepciones ciudadanas, se observa una falta de representatividad y una muy baja participación ciudadana que va mermando el funcionamiento del sistema democrático.

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