La dolarización en el Ecuador
Enviado por Andrea Coronel • 7 de Febrero de 2019 • Ensayo • 1.630 Palabras (7 Páginas) • 122 Visitas
La Dolarización en el Ecuador
Para las personas como yo y las que pertenecen a las generaciones que me preceden, es relativamente fácil entender la vida sin sucres y pensar únicamente en dólares de los Estados Unidos. Nací en 1990 y a mis 10 años ya tenía el dólar como moneda oficial en Ecuador. Mis recuerdos del sucre como dinero[1] se resumen en el cambio de un billete con una denominación que sonaba "importante" como es el S/.50.000 por dos billetes pequeños de apenas USD 1. Sin embargo, a medida que pasaron los años, y enrumbe mi carrera y profesión hacia las finanzas, comencé a entender las causas del cambio de régimen, las razones por las que la introducción del dólar fue necesaria y las consecuencias económicas de que el gobierno no maneje política monetaria.
Para entender la dolarización, es necesario remontarnos a sus orígenes y analizar su contexto histórico. Desde 1998, la dolarización se iba cocinando, pues en el país existía una grave crisis bancaria (no había claridad de qué banco era bueno y malo y si mantenían créditos vinculados), existían un gran número de sociedades financieras con bajos índices de capitalización y que tomaban riesgos excesivos. Adicionalmente, el Ecuador se vio afectado por el Fenómeno de Niño que perjudicó enormemente al sector agropecuario, que es un importante motor económico tanto por el volumen de plazas de trabajo y los ingresos que genera a través de la venta de productos como maíz, soya, camarón y banano. Este mismo año, el Filanbanco, la principal entidad financiera del país de aquella época, quebró, seguido por la institución bancaria El Progreso. Esto afectó profundamente a los hogares ecuatorianos que habían confiado los depósitos de toda su vida a estas instituciones. Por ejemplo, en mi caso, por mi cumpleaños número 5, mi abuelo me regaló una cuenta de ahorro programado “Looney Tunes”, que estaba atada a su cuenta depositada en el Filanbanco, la cual me permitiría recibir a los 18 años los fondos ahorrados. Sin embargo, posterior a la quiebra del banco, mi abuelo recuperó solo una pequeña porción de sus depósitos y del dinero ahorrado durante toda su vida. La crisis se iba profundizando y la confianza en la moneda ecuatoriana se seguía deteriorando. Esto llevó al Ecuador a ser un país dolarizado informalmente, recuerdo que mis familiares buscaban permanentemente transformar a dólares el sueldo que recibían en sucres, para que el mismo no se vea afectado por la acelerada devaluación e inflación. El índice de inflación crecía desmesuradamente, pasando de 31% en 1997, a 43% en 1998 y 61% en 1999 (ver gráfico 1).
A raíz de estos quiebres financieros y la desconfianza que se vivía, el gobierno decretó una serie de políticas para tratar de controlar la situación. Se estableció un impuesto del 1% a las transacciones bancarias por lo que muchas personas preferían mantener su dinero guardado literalmente debajo del colchón (el "colchonbank") y se creó la Agencia de Garantías de Depósito (AGD) con el objetivo de devolver los depósitos a las personas perjudicadas por el cierre de las instituciones. La pérdida de ahorros de terceros generó pánico en la población empobrecida que al observar el panorama solo pensaba en retirar su dinero de los bancos. Consecuentemente, el gobierno decidió el 08 de marzo de 1999, congelar los fondos para evitar la iliquidez de los bancos. Las entidades financieras se sometieron a auditorías internacionales y cuando se comenzaron a liberar los depósitos, el pánico bancario continuó. Finalmente, el 09 de enero del 2000, el presidente Jamil Mahuad por cadena nacional anunciaba la dolarización.
En 1998 mi papá solicitó un crédito para adquirir un vehículo; la entidad bancaria le ofrecía el préstamo en sucres a una tasa de interés anual del 30% o en dólares a una tasa del 12%. El crédito en dólares se veía más atractivo, por lo que mi padre optó por esta opción. Lo que nunca se imaginó, es que la cotización de cambio entre las divisas sucre-dólar se incrementaría vertiginosamente de S/. 5.000 sucres por dólar en marzo de 1998, a S/.13.000 en octubre de 1999, para finalmente tras la dolarización, llegar a un tipo de cambio equivalente a S/.25.000 sucres por USD 1 (Ver gráfico 2). Es decir, el dólar frente al sucre se fue fortaleciendo en un corto periodo de tiempo. Tras la dolarización, el sueldo transformado a dólares de mi papá llegó a ser un quinto de su valor original en sucres, sin embargo, el pasivo que había sido adquirido en moneda americana para la compra del vehículo no cambió, afectando así las finanzas de mi familia. Hasta que la economía ecuatoriana se ajuste, al igual que los sueldos de los trabajadores, la deuda de mi padre cayó en mora varias veces, hasta que finalmente pudo ser pagada. Durante esa época también viví la dolarización desde otra perspectiva, pues mi tía había adquirido un préstamo para comprar su casa en sucres y con la dolarización el saldo del mismo se dividió para 25.000, por lo que la compra del inmueble resultó en el mejor negocio de su vida. Recuerdo que posterior a la dolarización, mi mamá quien trabaja en el departamento contable de una entidad financiera, pasó incontables noches ingresando los balances en nuevos sistemas y con la nueva moneda.
Progresivamente los ecuatorianos nos fuimos acostumbrando al dólar, la nueva moneda de curso legal, aunque en un inicio llevando una calculadora mental para saber cuál hubiese sido el valor en sucres. La dolarización, sin duda, ha generado un entorno económico más estable, con un crecimiento promedio del 3.7% del PIB constante (ver gráficos 3 y 4) y una inflación controlada, como se observó en el gráfico 1. Adicionalmente, las empresas ecuatorianas se dedicaron a su core business; pues antes de la dolarización, el departamento de tesorería (cuya principal función es el análisis de la liquidez y los flujos de caja) era el estrella al generar ingresos no operativos a través de la especulación. Actualmente mi trabajo consiste en realizar el análisis de los estados financieros y elaborar las proyecciones de las empresas emisoras en el mercado de valores. La dolarización ha permitido que estas proyecciones sean más reales y en la mayoría de los casos se cumplan. Debido a la limitada capacidad de creación monetaria por parte del gobierno, y la restricción de devaluar la moneda, los sueldos no pierden valor, por lo que los ingresos de las personas son más estables. Como aprendimos en clases el poder de emitir moneda de los gobiernos es como una montaña rusa, con ciclos económicos de expansión y recesión.
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