La drogadicción

LA DROGADICCIÓN

La adicción es un trastorno cerebral caracterizado por la participación compulsiva en estímulos gratificantes a pesar de las consecuencias adversas. El modelo de enfermedad cerebral postula que la adicción es un trastorno del sistema de recompensa del cerebro que surge a través de mecanismos transcripcionales y epigenéticos y se desarrolla con el tiempo a partir de niveles crónicamente altos de exposición a un estímulo adictivo . La expresión de AFosB en estas neuronas regula directa y positivamente la autoadministración de drogas y la sensibilización a la recompensa a través del refuerzo positivo, al tiempo que disminuye la sensibilidad a la aversión. Las características clásicas de la adicción incluyen el deterioro del control sobre las sustancias o el comportamiento, la preocupación por la sustancia o el comportamiento, y el uso continuado a pesar de las consecuencias Los hábitos y patrones asociados a la adicción se caracterizan típicamente por la gratificación inmediata, junto con los efectos nocivos retardados. Algunos ejemplos de adicciones a las drogas y al comportamiento son el alcoholismo, la adicción a la marihuana, la adicción a las anfetaminas, la adicción a la cocaína, la adicción a la nicotina, la adicción a los opioides, la adicción a la comida, la adicción al chocolate, la adicción a los videojuegos, la adicción al juego y la adicción sexual. La única adicción conductual reconocida por el DSM-5 y la CIE-10 es la adicción al juego. Con la introducción de la CIE-11 se añadió la adicción al juego. El término adicción se utiliza con frecuencia para referirse a otros comportamientos o trastornos compulsivos, en particular la dependencia, en los medios de comunicación. Una distinción importante entre la drogadicción y la dependencia es que la drogodependencia es un trastorno en el que el cese del consumo de drogas da lugar a un estado desagradable de abstinencia, que puede conducir a un nuevo consumo de drogas. El control cognitivo, y en particular el control inhibitorio de la conducta, está alterado tanto en la adicción como en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Las respuestas conductuales impulsadas por estímulos que se asocian a un estímulo gratificante concreto tienden a dominar el comportamiento en una adicción. Una persona a la que le gusta mucho el chocolate puede denominarse a sí misma chocolatera. El chocolate todavía no está reconocido formalmente por el DSM-5 como una adicción diagnosticable. El juego proporciona una recompensa natural que se asocia a un comportamiento compulsivo y para el que los manuales de diagnóstico clínico, concretamente el DSM-5, han identificado criterios de diagnóstico para una adicción". Otros estudios han indicado índices similares de heredabilidad para otros tipos de adicción a las drogas. En general, los datos que implican a genes específicos en el desarrollo de la drogadicción son mixtos para la mayoría de los genes. Una de las razones puede ser que el caso se deba a que la investigación actual se centra en las variantes comunes. Muchos estudios sobre la adicción se centran en las variantes comunes con una frecuencia alélica superior al 5% en la población general; sin embargo, cuando se asocian con la enfermedad, sólo confieren una pequeña cantidad de riesgo adicional, con una odds ratio del 1,1-1,3%. Por otro lado, la hipótesis de las variantes raras afirma que los genes con frecuencias bajas en la población confieren un riesgo adicional mucho mayor en el desarrollo de la enfermedad.

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