La educacion en la republica parlamentaria

La Educación en la República Parlamentaria

El tema central de este artículo, es dar a conocer los aspectos más relevantes en el periodo de la república parlamentaria, además se verá el contexto en el cual se desarrollaba la vida en esos años, las principales características de los gobiernos y el desarrollo de la educación el cual está enmarcado en una disputa entre bandos políticos.

La república parlamentaria destaca por ser un periodo donde hubo poca continuidad de los presidentes, ya que eran amenazado y marginado por el parlamento, este último también obligaba al recambio de gabinete cuando algo no le pareciera, esto también ayudo a que en educación no se lograran grandes avances, pero hay que mencionar que lo único que se obtuvo fue la  “ley primaria de instrucción obligatoria” y la discusión de la misma en el parlamento.

 El periodo parlamentario tuvo lugar entre los años 1891 y 1925, aunque este periodo comienzo a gestarse antes del año 1891, ya que en la república liberal había una rivalidad entre el poder ejecutivo y el legislativo, en el cual a través de reformas el congreso fue  arrebatando poder y atribuciones al presidente. Esta rivalidad termino violentamente pues el presidente Balmaceda fue derrotado por la armada quienes apoyaban a los congresistas (el congreso aprobaba los dineros para los militares) este hecho es relevantes pues se le denomina régimen parlamentario al hecho de que el congreso se tome el poder por las armas, con lo cual se da inicio a la república parlamentaria. El parlamento dada sus atribuciones lograron que el presidente solo estuviera de representante del poder ejecutivo sin ningún tipo de autoridad, ya que el parlamento se encargaba de tomar las decisiones.

 En este periodo se marcó la cima del poderío político del parlamento, como también en la parte social y económica de la clase alta de nuestro país. Es aquí donde empiezan los cambios dado que se produce un alza en la clase media y en los sectores obreros, creándose numerosas organizaciones sindicales, estas organizaciones tenían la finalidad de infirmar y organizar a estas clases sociales, todo esto enmarcado en un sentimiento de desilusión y protesta en contra de la clase política debido a la indiferencia a los problemas que los aquejaban. 

El pretender observar y analizar la ley de instrucción primaria obligatoria, tal vez no profundamente, pero sí concienzudamente, plantea la necesidad de establecer ciertos objetivos contenidos en dicho cuerpo legal. A saber, uno de ellos dice relación con el fin que persigue la educación, entendiendo ésta como elemento integrador de los individuos con la sociedad. Desde este punto de vista, y bajo el contexto histórico expuesto, la educación superará las deficiencias del sistema en cuanto a ausentismo escolar y analfabetismo de la población, en especial la infantil. en tal sentido, la ley señala la obligatoriedad de la enseñanza primaria quedando consagrada en el artículo n° 2 de la legislación: “los padres o guardadores están obligados a hacer que sus hijos o pupilos frecuenten, durante cuatro años a lo menos, y antes que cumplan trece años de edad, un establecimiento de educación primaria fiscal, municipal o particular”. También se consideraba cumplida esta obligatoriedad si el niño recibía la educación correspondiente en su casa. Del mismo modo, el artículo 9 de esta ley explica que se debía inscribir anualmente a todos los menores que, según los mandatos de ésta, debían asistir a las escuelas. Además, esta ley estipulaba sanciones para los padres o guardadores que no cumplieran con su obligación de hacer asistir a los niños a la escuela. estas sanciones consistían en amonestación verbal, multa de dos a veinte pesos, prisión de uno a diez días, si luego de quince días, después de la amonestación, no se cumplía todavía con la ley, en caso de reincidencia, se multaba con pena doble de la anterior, prevenida de amonestación hecha con quince días de anticipación. También se contemplaban sanciones tanto para los padres que entregaron información falsa respecto a la edad del niño en el momento de matricularlo, como para los directores de escuelas particulares y municipales y para los directores de fábricas o talleres que faltaran a los mandatos de dicha ley.

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