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La erradicación de la pobreza y la duplicación de los ingresos de los hogares para el bicentenario de la batalla de Boyacá (2019)


Enviado por   •  19 de Julio de 2015  •  Trabajo  •  2.493 Palabras (10 Páginas)  •  560 Visitas

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PROPÓSITO NACIONAL: ERRADICAR LA MISERIA Y DUPLICAR EL INGRESO DE LOS HOGARES PARA EL BICENTENARIO DE LA BATALLA DE BOYACÁ (2019)

Documento (borrador) para la discusión presentado por

Julio Silva-Colmenares *

CONTENIDO

Advertencia inicial

1. La definición de un propósito nacional

2. Soporte teórico

3. Formulación de las metas fundamentales

ADVERTENCIA INICIAL

Este documento es producto de un proceso de elaboración que se inició en abril de 2004, cuando en el orden del día de la reunión mensual del Colegio Máximo de Academias de Ciencias de Colombia se propuso, por iniciativa de su presidente, el doctor Jaime Posada, discutir la vinculación de las academias a la celebración del bicentenario de la Independencia de Colombia, conmemoración que debe iniciarse en julio de 2010, con los doscientos años del Grito de Independencia, y concluirse en agosto de 2019, con el recuerdo de la Batalla de Boyacá, culminación de la gesta independentista. Como a tal reunión asistió el autor de estas páginas como vicepresidente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, sugirió que las academias, además de mantener la memoria de lo ocurrido durante este lapso, incluso hasta la más remota etapa precolombina, y comprometerse con su análisis, deben preocuparse por el futuro de la Patria. Por tanto, propuso por escrito que se debía trabajar por un propósito nacional: Erradicar la miseria y duplicar el ingreso real de los hogares, poniendo como perspectiva el bicentenario de la batalla de Boyacá. De otro lado, sería la principal forma de participación de Colombia en el cumplimiento de quizá uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados por la mayoría de los jefes de Estado del mundo en reunión cumbre de las Naciones Unidas en 2000, y en la nueva Alianza Mundial contra el Hambre, propuesta por el presidente Luiz Inácio da Silva del Brasil, al iniciarse la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2004.

En ese momento se envió a todas las academias de ciencias el texto inicial, así como a algunas instituciones de investigación y educación superior y dependencias estatales con un eventual interés por el tema, incluido, como es natural, el Departamento Nacional de Planeación –DNP-. Luego, en agosto de 2004, con motivo de los dos años del gobierno Uribe Vélez, el director del DNP, doctor Santiago Montenegro, dijo en una entrevista para el diario El Tiempo de Bogotá que lo principal que le faltaba a Planeación Nacional era presentar una agenda de largo plazo, con perspectivas al 2019, bicentenario de la Independencia. Después, en febrero de 2005 el diario económico Portafolio ofreció la oportunidad de presentar los principales aspectos de la propuesta que está en estas páginas, lo que se hizo con el artículo Colombia 2019. En marzo de 2005 empezaron a conocerse algunos resultados del trabajo que al respecto adelanta el DNP, cuya primera materialización se encuentra en el documento No. 91 del Consejo de Política Económica y social –CONPES- titulado Metas y Estrategias de Colombia para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio – 2015. Al instalar las sesiones del Congreso Nacional el 20 de julio de 2005, el presidente Álvaro Uribe Vélez hizo mención de este inmenso esfuerzo de planeación estratégica y con el título de Visión Colombia II Centenario, Propuesta para Discusión, entregó a los parlamentarios un Resumen Ejecutivo. Y el 7 de agosto de 2005 también el presidente Uribe Vélez hizo entrega, en la quinta de Bolívar de Bogotá, a los partidos políticos, los medios de comunicación y otras organizaciones del texto completo del documento preparado por el DNP.

Como se desprende de lo anterior, la propuesta que se presenta en estas páginas es independiente de la que elaboró el DNP, pues en muchos aspectos incluso es anterior, sin que ello niegue que en algunas metas y cálculos haya coincidencia, aunque en otros divergencia. En especial en nuestra insistencia en vincular la pobreza, que conlleva una crónica baja capacidad adquisitiva de la mayoría de los hogares colombianos, con la dificultad para lograr un crecimiento económico apreciable y sostenido, y que en el fondo de esta situación se encuentra como razón fundamental la exagerada concentración del ingreso y la riqueza que ha padecido Colombia durante su historia, cuya solución exige una política estatal activa. En la práctica, en Colombia se le niega a la mayoría de los hogares el derecho elemental al consumo de los bienes y servicios que permiten una vida digna. Este derecho es hoy uno de los más importantes componentes del concepto moderno de libertad y, por consiguiente, de desarrollo humano.

1. LA DEFINICIÓN DE UN PROPÓSITO NACIONAL

Sin duda, Colombia vive una crisis que podría llamarse estructural o sistémica, pues abarca en la práctica todos los ámbitos de la sociedad. Uno de sus principales signos es, como ya se dijo, el fenómeno generalizado de la pobreza, y su manifestación más extrema, la miseria. Aunque no hay coincidencia en las cifras que manejan diversas entidades y su magnitud varía según el método de medición que se escoja, puede decirse que entre la mitad y cerca de dos terceras partes de la población está en condiciones de pobreza, y de ese universo entre un cuarto y una tercera parte vive en la miseria o indigencia. Pero lo fundamental no son las frías cifras estadísticas, pues éstas oscilan en sentido contrario al ciclo económico; cuando la economía se recupera y sube el empleo, la pobreza baja de inmediato, pues es muy sensible a cualquier incremento en el ingreso de los hogares pobres. Lo grave es que cuando se tiene, en el mejor de los casos, la mitad de la población al margen de una vida digna y esto no es un escándalo diario, estamos en presencia de una sociedad que se ha acostumbrado a la injusticia social, a la carencia de libertad, en el sentido moderno de esta categoría.

Pero la pobreza, cualesquiera sea el indicador usado, es una tragedia diaria para millones de hogares. Si se toman las cifras más críticas, hoy puede haber entre 6 y 7 millones de hogares que viven en la pobreza, de los cuales entre un poco menos de 2 millones y casi 2,5 millones de hogares sufren la miseria o indigencia. Esto significa que entre algo más de 24 millones y casi 29 millones de personas están en la pobreza, de las cuales entre 8 y casi 10 millones de personas viven en la indigencia o miseria. Es una situación dramática ante la cual la sociedad poco hace y apenas se lamenta, cuando no se le menosprecia en los grupos de poder, pues se cree que su solución es obligación sólo del Estado, y en forma más específica del gobierno nacional. En la discusión sobre

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