La industrialización en Chile. Una solución a la ruptura en su modelo económico y social

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El Chile de hoy está enfrentando una crisis institucional y económica que no se había visto en muchos años. La sociedad ya no soporta los embates de una política neoliberal desarrollada por los Chicago Boys, instaurada durante la dictadura y ratificada por los gobiernos posteriores. Las estadísticas reflejan que, si bien sus índices macroeconómicos fueron exitosos en cuanto a crecimiento y riqueza, han fracasado en la distribución de ésta riqueza y en el desarrollo social. Pero ¿dónde está esa riqueza? .Al igual que ocurrió en Corea en los años 60 (según palabras de Ha-Joon Chang, economista de la universidad de Cambridge) una de las estrategias utilizadas por Chile para fomentar el desarrollo económico en las últimas décadas, es que el estado apoye a diversos grupos de empresas que, con el tiempo, se vuelven grupos económicos “familiares” con controles muy fuertes en el país. Ésto no necesariamente debería significar un problema (tal es el caso de Suecia, uno de los países con mejor distribución de ingresos e índices de equidad y en dónde una sola familia tiene más del 50% del control industrial del país), pero debido a una pobre cultura de quienes “nos gobiernan”, se transformó en el principal factor de la crisis que hoy vivimos.

Sin embargo, siempre es posible volver a desarrollar nuevas estrategias de crecimiento que beneficien a todo un colectivo, sin caer en partidismos o fanatismos políticos. Para ello, se crear un Consenso Social Nacional entre sus principales actores (gobierno, mundo privado, universidades, etc.) para determinar los objetivos específicos de desarrollo económico y una política de estado continúa a largo plazo. Éstas políticas contenidas en el consenso social nacional deben ser bien explícitas y con un fuerte control del estado, para así evitar pobres resultados, corrupción y estancamiento.

Pero ¿dónde concentraremos nuestros objetivos? .Analizando el entorno económico y social del país, es evidente que carece de un factor primordial, la Industrialización. La industrialización (principalmente el desarrollo del sector manufacturero) es el principal proveedor de conocimiento, tecnología, innovación e infraestructura de un país. Con ella, podemos lograr una prosperidad sostenida y evitar las fluctuaciones que pueden sufrir otras industrias como la minera (precios del cobre), agrícolas (escasez hídrica) o depender en demasía de las decisiones que puedan tomar las empresas extranjeras. Además, invertir en ella, supone el desarrollo del capital humano interno de un país, el abastecer a las otras industrias de tecnología que las beneficien en productividad y costos, mejorar el bienestar de la gente y comenzar a desarrollar de verdad al país y no sólo ser un exportador de materias primas.

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