La mujer dentro de una sociedad machista

La mujer dentro de una sociedad machista

“Las mujeres poseen las mismas capacidades, talentos y habilidades que los hombres; además, merecen las mismas oportunidades educativas, sociales y de formación profesional dentro de la sociedad” , afirmaba Mary Wollstonecraft, escritora británica promotora del feminismo, quien escribió una excelente defensa a la mujer con “Una vindicación de los derechos de la mujer”.

Ya han pasado incluso algunos siglos desde que Wollstonecraft escribió acerca de los derechos de la mujer, sin embargo, partiendo de lo afirmado por ella se podrían responder los siguientes interrogantes: ¿Hoy en día, específicamente en Colombia, en realidad, han logrado las mujeres dicha igualdad con los hombres? ¿Se ha logrado una liberación o las mujeres simplemente se echaron otra carga más encima por demostrarle al mundo lo valientes que son?

Es evidente que han existido algunos cambios a su favor, generando de esta manera cierto desarrollo. Pero aún así, no se ha logrado esa igualdad; se siente inconformismo, ese vacío que invade a cada mujer cada vez que se les presentan inconvenientes por el simple hecho de ser de sexo femenino, cada vez que la sociedad argumenta que son ellas quienes deben encargarse de las labores domesticas, del hogar, de la unión familiar; cada vez que les niegan una oportunidad laboral; cada vez que son juzgadas por su forma de ser, pensar o actuar, porque quizás esas actuaciones no son dignas de una mujer sino de un hombre.

Partiendo de lo anterior, se podría tener en cuenta lo afirmado por Mayra Quila: “En Colombia nunca se va a lograr esa igualdad porque somos un país muy machista” . A través de la historia, se ha podido observar como las mujeres han sido subestimadas y maltratadas no sólo física sino también sicológicamente. Muchos hombres piensan que las mujeres son incapaces de ser exitosas en muchos aspectos de la vida como en la política, en el gobierno, los negocios, entre otros. Asimismo, los hombres afirman que las mujeres son simplemente inferiores a ellos. Quizás la culpa no sea ni de los mismos hombres, simplemente la sociedad es así, por la forma en que hemos sido criados.

Un claro ejemplo de esto, es el caso de Javier Perdomo , quien dice que las mujeres nunca serán iguales a los hombres, pues eso ha sido así en el pasado, es así en el presente, y así será en el futuro; él nos ilustra el porqué las mujeres nunca serán iguales a los hombres, por medio de anécdotas familiares, pues él dice que por el hecho de él ser hombre siempre irá a ser bien atendido por su madre o abuela, pero su novia, por ser mujer, tendrá que atenderse por su cuenta, puesto que no está bien visto, ni se le permite que él la atienda a ella. Y asegura que esto no sólo ocurre en su hogar, sino también en la mayoría de los hogares colombianos.

En otras palabras, se puede percibir que las mujeres le han enseñado a sus hijas a ser sumisas, a comportarse “bien”, a realizar labores domesticas; por lo tanto, cuando estas mujeres lleguen a una edad adulta, siguen el ejemplo de sus madres o abuelas, sin tener en cuenta que algunas veces sus madres han sacrificado muchas cosas por la felicidad de sus hijos y esposos, mientras los esposos muy campantes siguen haciendo lo que les parece.

Por esta razón, entre muchas otras, las mujeres han tenido que soportar muchos sucesos no muy gratos para poder tratar de liberarse; aunque vale la pena aclarar que esta pequeña liberación que se ha logrado no ha sido del todo fácil. Basándonos en lo afirmado por Angeles Mastretta se puede confirmar lo dicho anteriormente: “llevar a la práctica tal sentencia no siempre resulta fácil, agradable, feliz. Por varios motivos. Entre otros, porque las mujeres que se proponen asumir esta sentencia no fueron educadas para su nuevo destino y les pesa a veces incluso físicamente ir en su busca: se deshicieron de una carga, pero han tomado algunas más arduas” .

Ha habido algunas osadas, quienes han ido en busca de esa liberación, pero en su búsqueda han encontrado muchos desaciertos o inconvenientes detrás de todo aquello bello que se muestra de dicha liberación femenina. Uno de los aspectos más notables en Colombia son las desventajas que tienen las mujeres en cuanto a oportunidades laborales; a pesar de que día a día se preparan más y se especializan en diversas áreas del conocimiento,

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