La obsolescencia programada y la publicidad

obsolescencia programada y la publicidad

Vemos la publicidad como el conjunto de estrategias que las empresas utilizan con la meta de influenciar a un público potencialmente interesado para dar a conocer sus productos; es el medio que relaciona las necesidades del consumidor con las soluciones mostradas por las empresas.^[1] 

Este sistema o estrategia da origen en siglo XIX, cuando comienza el consumo en masas a causa de la creciente industrialización y del gran desarrollo tecnológico. Su aplicación en la nueva industria fue efectiva; se puede decir que en ese tiempo la publicidad consigue una identidad propia como tema comercial.

Sin embargo, a principios del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, el mercado se saturo. El público potencial ya tenía lo que necesitaba; los productos en sus inicios eran duraderos, una lavadora te podía durar 15 años sin estropearse, por ende, ¿A quienes le iban a vender en los siguientes años para mantener o mejorar sus resultados?, los empresarios se percataron de que este tipo de productos en una condición de producción capitalista no eran viables. Debían encontrar una forma de mantener al usuario en el mercado para conseguir las ventas, de lo contrario las empresas en algunos años se verían con la necesidad de cerrar su producción, perjudicando los empleos y la economía. Como consecuencia surgió el concepto de obsolescencia programada; los usuarios pasaron de comprar por necesidad a hacerlo solo por consumo. ^[2]

Hoy en día la obsolescencia programada está presente en las mercancías y mantiene la economía a flote. ¿Cómo lo aplican en el mercado actual? La forma principal es acortando la vida útil del producto usando materiales de baja calidad o un sistema operativo que deja de funcionar después de un tiempo predeterminado. Según un estudio de la Universidad de Berlín y el Öko-Institut, se estima que los electrodomésticos como lavadoras, secadoras o neveras se tienen que sustituir a los cinco años desde su compra porque dan fallos técnicos. Esta medida crea una tendencia en el consumidor de sustituir lo comprado luego de cierto tiempo de uso.

También, existe un tipo de obsolescencia que se basa en persuadir al usuario con modas que constantemente cambian el diseño o detalles de las mercancías. Usando la publicidad comercial convencen a las personas de cierto poder adquisitivo relacionándolo con estatus sociales, es decir, promueven la competitividad entre los consumidores para que siempre se mantengan actualizando las modas.

Viéndolo de otra perspectiva, el consumo masivo llega a un punto donde las personas comienzan a trabajar solo para conseguir esos productos anhelados que presenta la publicidad y la sociedad.

Un buen ejemplo para esta estrategia serían los IPhone de la gran compañía internacional Apple. Estos celulares cambian detalles y el diseño constantemente (casi anualmente), pero, si comparamos objetivamente la nueva serie (que en este caso es el IPhone 8) con la anterior, claramente no hay ningún cambio significativo o importante. En tal caso ¿Por qué las personas siguen comprando las actualizaciones del producto? Se debe al poder de la publicidad sobre la sociedad de consumo que seduce a las masas con idealizaciones de cómo debe de ser la persona para tener cierto prestigio o destacar entre las demás; usando modas que adaptan los gustos al mercado.

Las personas no deberían definirse por lo material, no obstante, esta competitividad en la sociedad condiciona a valerse por la cantidad de lujos que pueden comprarse, siendo en muchas ocasiones productos innecesarios e inútiles.  

Por otro lado, la obsolescencia programada tiene fuertes repercusiones en el ámbito ambiental. El abuso de los recursos naturales (muchos de ellos escasos) es causado por sociedad de consumo y la creciente demanda de producción. Muchos de esos materiales luego de ser desechados, si no se manejan correctamente, contaminan todo el espacio en que se encuentran; los materiales utilizados normalmente duran un largo periodo de tiempo en descomponerse y cuando empiezan el proceso de descomposición expulsan químicos tóxicos que contaminan tanto el suelo como el aire del lugar.

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