La pandemia de Covid-19 en Ecuador

En los últimos años, el crecimiento del Ecuador ha sido modesto. La pandemia de Covid-19 sorprendió al país en una situación económica bastante lamentable, que, si bien Ecuador no fue el más afectado, se proyectaba que su recuperación sería mucho más lenta comparada con los otros países de la región, debido a múltiples factores que afectaban su economía, entre ellos la corrupción que estaba saliendo a la Luz. Fue Guillermo Lasso quién consiente de la situación en la que estaba el país asumió la responsabilidad de sacarlo adelante a través de cambios radicales, reconociendo que su accionar con respecto al plan de vacunación fue efectivo, pero no tuvo el mismo desenvolvimiento en otras áreas, ya que, en la actualidad existe la peor crisis de seguridad en la historia del país, se redujo el presupuesto en educación y salud, hay un alza en los precios de la gasolina y con ello mayor incremento en el precio de los insumos de alimentación, siendo consecuencias que la población no está dispuesta a aguantar, por lo que salió a reclamar en función de su derecho a la protesta social que es un elemento esencial que tienen los ecuatorianos para ser tomados en cuenta por el gobierno.

Los ecuatorianos han aprendido que, si se quiere ser escuchados hay que protestar, y lamentablemente, debido a la postura de prepotencia del Gobierno, esta forma de protestar debe ser contundente, requiere de paralizar a todo el país, de realizar daños en las áreas públicas, de reducir los ingresos y producción a nivel nacional, es decir, necesita de poner al límite a los altos dirigentes, para que por fin busquen mantener el diálogo con el pueblo. Ha sido notorio que el pueblo puede lograr cambios si se une, que el pueblo principalmente nuestros indígenas son muy fuertes y perseverantes, que necesitan ser escuchados y ver cambios buenos en el Ecuador.

Siendo ellos quienes al principio establecen una postura pacífica de diálogo, pero que debido a que son ignorados por el gobierno, comienzan a ser más agresivos en sus manifestaciones, debido también a factores como estar inmersos largas horas en la intemperie, pasando frío y sin las condiciones óptimas de alimentación, que hace que su forma de actuar cambie, justamente por el cansancio mental y físico que acarrea esta situación.

El proceder de los manifestantes posiblemente no es el ideal, pues, no sólo perjudican al gobierno sino al pueblo, que en este caso le limitan el poder de transportarse de un lugar a otro y además el poder trabajar y con ello poder sustentarse, siendo todos estos aspectos cuestionables. Pero hay que reconocer también que la postura del gobierno con respecto a la petición del pueblo no ha sido buena, simplemente ha decidido durante los últimos meses el hacer oídos sordos al malestar de los ecuatorianos, se dispuso a generar cambios cada vez más radicales y posiblemente imperceptible para muchos, sin contar que este proceder tarde o temprano ocasionaría lo que hoy en día está viviendo, ¿acaso no se perdería menos si se hubiera buscado el prever esta situación, aun cuando ya se tenía el antecedente del 9 de octubre en el que hubo grandes pérdidas económicas y también vidas en ello?.

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