Salud mental infanto-juvenil y pandemia de Covid-19 en España: cuestiones y retos

Ficha de Trabajo

Título del artículo: Salud mental infanto-juvenil y pandemia de Covid-19 en España: cuestiones y retos

Autor: R. Paricio del Castillo y M. F. Pando Velasco

Karla Ivonne Castillo López

Resumen: La pandemia por COVID-19 y sus supuestas medidas en la salud publica como lo son el cierre de los centros educativos y el confinamiento domiciliario. Estudios demuestran que todas las pandemias infecciosas se pueden asociar a un aumento en la sintomatología, ya sea ansiosa, depresiva y postraumática en esta población juvenil. Claro esta que el confinamiento genera repercusiones negaticas sobre la salud mental y física, donde el desarrollo de los jóvenes se puede ver afectado por cierre de escuelas, la limitación de las relaciones con los iguales, sumando la imposibilidad de realizar ciertas actividades en el exterior y la pérdida de los hábitos saludables de la vida.

Esta pandemia por COVID-19 se puede asociar a un incremento en factores de riesgo psicosociales, como lo son el ailamiento, la violencia intrafamiliar, la pobreza, el hacinamiento, y el abuso de las nuevas tecnologías; hacienda entonces imprescindible reforzar una accesibilidad a la red de salud mental. Los factores antes mencionados como lo es el cierro de los centros educativos y la prolongación del confinamiento supone diversos cambios importantes en las rutinas y hábitos de la vida diaria y uniendo los factores estresantes a la vivencia en emergencia, siendo así el miedo al contagio, duelos, pérdidas de los seres queridos, serán los mayores influyentes desfavorables en la salud mental. Este confinamiento aboca a jóvenes vulnerables de entornos desestructurados en no tener contacto social más que con su familia, y el abuso aumentan la negligencia sin existir un contacto por medio de trabajadores sociales, profesores o médicos como un punto de control.

Los jóvenes al estar expuestos a la gran cantidad de información sobre la pandemia en medios de comunicación y las redes sociales, conviviendo así con el estrés y la repercusión de estas noticias, mas la situación del propio confinamiento, fomentando así los acontecimientos traumáticos.El asegurar la cobertura de las necesidades de los jóvenes es y será esencial en la planificación sanitaria para de esta forma afrontar la pandemia y mitigar las complicaciones en la salud mental. Lamentablemente la situación generada por la pandemia COVID-19 presenta escenarios desconocidos, dodne el Sistema de salud y población en general teniendose que adaptar rápidamente a nuevos retos manifestandose en la salud mental. Los jóvenes conforman una población de vulnerabilidad en las crisis sociales, bien los datos de morbilidad no son altos los efectos de esta pandemia y del estado de alarma pueden repercutir negativamente en su bienestar físico o emocional.

Conclusiones: Los jóvenes al ser expuestos a un evento traumático, como lo puede ser una epidemia desarrollando síntomas de transtorno por estrés postraumático, así mismo hacienda habitual que los individuos que han sufrido físicamente a causa de las emergencias de salud pública desarrollen un grado de transtorno por el estrés mencionado, “las  epidemias,  una  forma  de  desastre  natural,  a    menudo    conllevan    vivencias    generalizadas    y    compartidas  de  amenaza  para  la  vida  propia  y  de  los  que  nos  rodean,  que  deben  ser  consideradas  en  todo  su  potencial  traumático” (revista salud mental 2020).  

Opinión: Es importante mantenerse al tanto de los factores como lo son, el duelo, la depresión, ansiedad por el cambio en las actividades hábituales de los jóvenes, ya que gracias a diversos estudios esta depresión por la pandemia puede ser mitigada o por lo menos un tanto controlada, mínimo en las graves consecuencias evitando lo más grave como lo es el suicidio.

Bibliografía:

Paricio del Castillo, R., & Pando Velasco, M. F. (2020). Salud mental infanto-juvenil y pandemia de Covid-19 en España: cuestiones y retos. Revista De Psiquiatría Infanto-Juvenil, 37(2), 30-44. https://doi.org/10.31766/revpsij.v37n2a4

Ficha de Trabajo

Título del artículo:  Síndrome de burnout en personal de salud durante la pandemia COVID-19: un semáforo naranja en la salud mental

Autor: Arturo Juárez García

Mirka Velasco Cipriano

La pandemia de COVID-19 es un reto enorme para la salud pública y la economía mundial; también es un reto mayor para la salud mental, siendo uno de los grupos potencialmente más afectados el personal de salud. Uno de los efectos que ya se observa entre los trabajadores de este grupo ocupacional es el síndrome de burnout.

la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que los principales factores psicosociales de estrés durante una pandemia para personal que se encuentra en la primera línea de emergencia, son: el temor por el bienestar propio o de familia y compañeros, falta de equipo de protección personal, aislamiento, falta de apoyo social o de tejido social, tensión entre los protocolos de seguridad establecidos y el deseo de cuidar o ayudar a personas, dificultades para mantener estilos de vida saludables, aumento de exposición a la estigma social, discriminación e incluso violencia por otras personas. La misma OIT señala que las reacciones comunes a estos factores se traducen en estrés negativo, estado de ánimo bajo, baja motivación, mayor fatiga y repercusiones en la depresión, ansiedad y otros efectos graves en la salud mental.

En México, algunas encuestas institucionales encontraron que 7 % de los trabajadores de la salud han recibido agresiones en la vía pública21, 40 % reconoce que se ha ausentado por estrés y el 35 % ha considerado renunciar durante esta contingencia22. Asimismo, hallazgos preliminares de un estudio en personal de salud mexicano, que labora en hospitales de distintas regiones durante la pandemia de COVID-1923, ha encontrado que a 47 % le gustaría recibir apoyo psicológico, 27,4 % presenta síntomas de ansiedad, 16,9 % de depresión y 44,1 % de estrés, pero la frecuencia má alta se encuentra en el efecto psicológico del desgaste emocional o burnout con un 47,6 %.

En particular, el síndrome de burnout o desgaste emocional es un efecto psicológico negativo generado por condiciones de trabajo adversas y recientemente la OMS lo definió como: “un síndrome que resulta de estresores crónicos del trabajo que no han sido afrontados exitosamente”. El síndrome de burnout forma parte del entramado del estrés crónico laboral, y como posible respuesta inicial de alguna alteración a la salud mental.

La cuarta ola de la pandemia por COVID-19 se refiere a una epidemia de salud mental que aún no comienza y el enfoque preventivo es más importante que nunca. Una estrategia integral de prevención de burnout y alteraciones mentales en general debe adoptar medidas a cuatro niveles: aquellas basadas en la creación de políticas, guías y programas gubernamentales nacionales, medidas de corte organizacional o institucional, medidas grupales y medidas individuales. Todas estas medidas deben estar alineadas y deben incluir el monitoreo continuo, aprovechando la tecnología, y con intervenciones específicas basadas en la evidencia.

  Bibliografía:  García, A. J. (2020). Síndrome de burnout en personal de salud durante la pandemia COVID-19: un semáforo naranja en la salud mental. Revista Salud Uis, 52(4), 432-439.