La pobreza no es algo nuevo, es un problema que viene de hace muchos años y como es algo tan remoto

La pobreza no es algo nuevo, es un problema que viene de hace muchos años y como es algo tan remoto, de  a poco lo vamos naturalizando y lo vemos como algo cotidiano,  pensamos que no podemos hacer nada para cambiarlo o nos importa poco o nada; no nos damos cuenta de lo que realmente sucede ni de las relaciones de poder  a las que estamos sometidos. Es que vivimos en un mundo capitalista donde todo se basa en el dinero y en una relación de poder entre la burguesía (aquellos que poseen los medios de producción) y el proletariado (aquellos que deben trabajar a cambio de una remuneración que no es lo suficientemente justa para el trabajo que realizan).  Esta relación es denominada por Marx como estructura, es llamada así porque son los pilares por sobre los cuales se erige el capitalismo, sin estas dos clases, los capitalistas y los obreros, y sin la propiedad privada, no existiría el capitalismo.  Es por eso que quienes no logren adaptarse a este sistema son dejados atrás, son invisibilizados ; la toma de malas decisiones, bajo nivel de educación, entre otros pueden ser los causantes de la pobreza pero ¿es acaso su culpa o influye también la sociedad a la cual no le interesa el otro?

La realidad es que nosotros no nos damos cuenta que estamos siendo explotados por el capitalismo, pensamos que estamos donde deberíamos estar. Esto se debe, según Marx, a la superestructura, que surge a partir de la estructura, la cual se encarga de que no se modifique la base de la economía y mantiene invisibilizada la explotación que se da en la estructura; establece una articulación de dominación ideológica, política y jurídica, esto es las leyes, las costumbres e ideología impuestas en la sociedad. Todos estos elementos determinan nuestro lugar y comportamiento en el mundo y si las desobedecemos  somos mal vistos socialmente o somos castigados por la ley. Si bien las leyes nos dicen que somos personas libres e iguales, esto no es así, si fuéramos iguales no existirían las clases sociales, no habrían personas que tengan más o menos dinero, podríamos tomar lo que quisiéramos y nadie podría decirnos nada. No obstante, esto no sucede; vivimos en un mundo lleno de contrariedades donde por una parte nos dicen “ustedes son libre e iguales” pero por otro nos establecen reglas, normas, leyes donde se nos dice que está “permitido hacer y que no” y nos encontramos divididos en clases sociales donde aquellos que posean un mayor poder adquisitivo están en la cima y aquellos que deben vivir sometidos al poder de estos.

La superestructura no es más que una capa que oculta lo que en realidad es el capitalismo y la estructura. De esta forma, todos podemos sentirnos felices por ser “personas autónomas y semejantes a los demás”; porque si fuésemos lo suficientemente consientes como para darnos cuenta de la subordinación en la que vivimos y supiéramos que tenemos la fuerza necesaria para cambiar este cruel sistema lleno de desigualdades, entonces sería el fin de la era capitalista, lo que daría paso en un futuro a un nuevo sistema: el comunismo (al que le tienen miedo tanto el estado como los capitalistas). Por otra parte, para que esto suceda toda clase obrera debería unir fuerzas lo cual va a costar muchos porque las personas le tenemos miedo al cambio, ya estamos acostumbradas a un estilo de vida que viene de hacía varios años y ¿quien quiere intentar hacer un cambio sin saber lo que pueda suceder en el futuro?

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